Coalición Centro Esperanza asegura que los colombianos están “profundamente indignados”: duro reclamo a los partidos Conservador y Liberal

Exceptuando a Alejandro Gaviria, todos lo pre candidatos de la colectividad manifestaron descontento ante los partidos políticos tradicional por tener en sus listas senadores y funcionarios con señalamientos por corrupción

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Coalición Centro Esperanza
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Luego que medios comunicativos informaran que el senador Mario Castaño, esta implicado en casos de corrupción en los departamentos de Chocó y Caldas. El funcionario que está en campaña para aspirar por otros cuatro años para el Senado, es acusado de cobrar sobornos. Este hecho ha levantado un denso ambiente en el panorama político, que está más agitado de lo habitual por las elecciones de este próximo domingo 13.

“César Gaviria no puede guardar silencio”, fueron las palabras contundentes de la Coalición Centro Esperanza, encabezada por Sergio Fajardo, Juan Galan y Jorge Robledo, en este pronunciamiento estuvo ausente el pre candidato Alejandro Gaviria. La colectividad Centro Esperanza, señaló con gran preocupación como el partido liberal y otros movimientos políticos tradicionales respaldan candidatos que tienen o han tenido acusaciones o señalamientos por parte de entes de justicia por malos manejos cuando ocuparon cargos públicos.

“El comportamiento del precandidato Char, de los senadores Laureano Acuña y Mario Castaño, así como el de los Partidos Liberal y Conservador en asocio con el Gobierno de Iván Duque, es lo que tiene, entre otros hechos de corrupción, profundamente indignados a los colombianos”, comentó la colectividad sobre los movimientos políticos tradicionales.

Los candidatos hablaron también de una reforma política que prevenga las instituciones de funcionarios con la huella de la corrupción: “Solo así podremos dejar atrás esa página de corrupción y politiquería de los partidos políticos tradicionales”, expresó la colectividad exceptuado al pre candidato Alejandro Gaviria, quien ha sido cuestionado por sus mismos compañeros de Coalición por sus constantes acercamientos a los partidos y figuras políticas tradicionales.

Los movimientos de Cesar Gaviria

La investigación que le vienen realizando al senador Mario Castaño, del Partido Liberal, ya tuvo su primera repercusión al interior de esa colectividad con la solicitud de César Gaviria, su director, para que lo indague la veeduría de esa colectividad por los hechos de corrupción por los que lo señalan las autoridades judiciales en Chocó y Caldas.

De esta forma Gaviria rompió el silencio acerca del proceso judicial contra el congresista y por el que la Fiscalía General de la Nación compulsó copias al Corte Suprema de Justicia, tras revelar el pasado jueves que Castaño estaría implicado en un entramado de corrupción en los mencionados departamentos, según reseñaron en la emisora Caracol Radio.

Al parecer el senador liberal, que está también en campaña para permanecer en su cargo otros cuatro años, es señalado por cobrar sobornos a cambio de la entrega de cargos en algunas entidades del Estado y para gestionar contratos, informaron en RCN Radio.

Esto provocó que el jefe del Liberalismo elevara la solicitud ante la veeduría del partido, de acuerdo con las declaraciones de Gaviria y que recogió la revista Semana, donde también manifestó que no se tolerarían este tipo de escándalos.

Entre tanto el veedor de ese partido, Rodrigo Llano, indicó en RCN radio que está a la espera de conocer los detalle por los que se acusa al senador y de esta forman tomar decisiones sobre el futuro de Castaño dentro de ese partido.

El fin de semana se conoció la noticia de que a la Sala Especial de Instrucción de la Corte Suprema de Justicia llegó la compulsa de copias contra el congresista para que se investigue su participación en una red de corrupción, que direccionaba contratos con la finalidad de apropiarse recursos públicos en Chocó y Caldas.

Según las investigaciones de la Fiscalía General de la Nación, empresarios y particulares lo frecuentaban para ser beneficiados con contratos. En la reuniones, presuntamente, se ajustaban los pliegos contractuales y las condiciones exigidas en licitaciones de obras públicas en estos departamentos, para que quedaran en manos de las oferentes que el senador del Partido Liberal indicaba. Se direccionaban contratos a cambio del 10 por ciento del valor total de cada uno.

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