Esta semana se conoció que David Vélez se convirtió en el colombiano más rico del mundo, por encima de Luis Carlos Sarmiento. De acuerdo con lo expuesto por Forbes, el empresario tiene, en la actualidad, un patrimonio que alcanza los US$10.200 millones, con apenas 40 años de edad. Sarmiento Angulo, principal accionista del grupo Aval, se quedó atrás con su fortuna de US$9.600 millones. En una entrevista con Noticias Caracol, Vélez contó su historia, y entregó algunas recomendaciones para quienes desean incursionar o avanzar en sus propuestas de negocio. Fue el pasado 9 de diciembre cuando el cofundador de Nubank fue listado en la Bolsa de Nueva York.
En el año 2013, según le comentó a ese medio de comunicación, nació la compañía. La idea surgió como consecuencia de las múltiples experiencias que había tenido con el sistema financiero. Las altas y exageradas tasas de interés lo llevaron a crear un espacio cómodo y seguro para los clientes que, como él, había sido víctimas de momentos desagradables. En una casa pequeña, ubicada en Sao Paulo, en Brasil, inició su negocio, sin importar la desconfianza que podrían generar por el espacio poco convencional para crear un negocio de ese tipo. “Dejen de perder el tiempo, no tengo tiempo para perder, me voy de aquí”, llegaron a decirle a Vélez, en alguna ocasión.
“Empezamos en una casa donde nadie daba nada. Desde afuera veía eso y decía ‘¿qué es esto?’ Parece de todo, menos un banco digital y el futuro de la banca en Latinoamérica (...) Yo creo que en Brasil y en Latinoamérica de unas 30 conversaciones que tuve, 30 dijeron que no. En Brasil me decían ‘David, usted es colombiano, usted no es brasileño, no entiende este segmento, no sabe lo que está haciendo, no se puede competir contra esas empresas, son protegidas, jamás un emprendedor va a lograr llegar allá’”, detalló ante los micrófonos del informativo.
No todo fue malo. Por supuesto, para llegar a este punto, fue la confianza de una gran mayoría en el proyecto la que lo hizo evolucionar hasta las instancias en las que se encuentra hoy. Aunque algunas críticas llegaron, fueron más quienes decidieron invertir. “Cuando tenía esa conversación con los inversionistas en Silicon Valley era completamente lo opuesto. Para ellos invertir con el pequeño que iba contra el gigante era el tipo de historia que ellos estaban buscando”, relató.
De acuerdo con lo explicó, el éxito de su negocio, entre otras cosas, recae en la diferencia de perspectiva con el que lo creó. No necesito sucursales, no tuvo que contratar a 100 mil empleados, no tuvo que conseguir edificios caros. “Por el contrario uno puede tener una estructura súper eficiente”, argumentó.
La fortuna no solo es para él y para sus empleados, por el contrario, ha optado por donar una parte de sus ganancias a proyectos en pro de la infancia y la juventud. Él, según dijo, fue una persona muy afortunada, sin embargo, hay personas que no nacen con la misma fuerza ni bajo las mismas circunstancias. “Creemos que un mejor futuro para países como Colombia va a ser donde todo el mundo tenga la oportunidad de tener éxito”, dijo ante el noticiero del Canal Caracol.
El dinero, para Vélez, no lo es todo, de hecho, es consciente de que así como viene, se va. La cantidad de billetes no hacen a alguien mejor o peor persona, por el contrario, todos somos iguales, reflexiona el ahora colombiano más rico del mundo.
“Una de las cosas que siempre he escuchado de mis papás, y tiene mucho sentido, es que, primero, sin importar la cantidad de dinero que uno tenga en la cuenta del banco, todos vamos a tener un final en algún momento. Nadie se puede llevar nada para la tumba. Número dos, hay un límite en la cantidad de consumo que uno puede tener. No podemos ponernos dos pares de zapatos al mismo tiempo”, concluyó.
La empresa, en un día, recaudó 2.600 millones de dólares. Con acciones al alza, la capitalización de mercado de la empresa supera los 50 mil millones de dólares.
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