“El poder judicial no es la fuente de los conflictos sociales que padecemos”: presidente de la Corte Suprema de Justicia

El magistrado Luis Antonio Hernández indicó que las decisiones judiciales pueden ser cuestionadas y criticadas, sin embargo, señaló que el problema es que se haga desde la idea errónea que hay personas a las que las justicia no puede tocar

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Magistrado Luis Antonio Hernández Barbosa
Magistrado Luis Antonio Hernández Barbosa

El presidente de la Corte Suprema de Justicia, Luis Antonio Hernández. defendió este jueves la labor que adelantan los jueces en el país y señaló que el poder judicial en Colombia no es la “fuente de los conflictos sociales” que padece el país.

Así lo anunció el magistrado durante el discurso de apertura del Encuentro número 24 de la Jurisdicción Ordinaria que se llevó a cabo en el teatro Colón de Bogotá, con la participación del presidente Iván Duque y de los presidentes de las altas cortes, en la que aseguró que las decisiones judiciales no pueden caer en el juego de la polarización.

“¿Puede la polarización atentar contra el Estado de Derecho?, ¿es admisible que se afirme, como se ha hecho, que una decisión de la Corte Suprema de Justicia o de la Corte Constitucional, o de cualquier otro tribunal o juez de la nación erosiona la institucionalidad democrática? El sistema de justicia no puede ser un poder portátil que se evalúa o se define a conveniencia según las circunstancias y según el acusado”, señaló el magistrado Hernández.

En ese sentido, se preguntó qué se puede esperar de los jueces cuando el sistema de justicia se traslada al espectáculo de las redes sociales, en el que en algunas ocasiones con “empecinamiento, se busca el deterioro de la legitimidad institucional”.

A su vez, señaló que no existe una razón para reprochar que se critiquen las decisiones de los jueces en el país, siempre y cuando no se recurra a mentiras, “con campañas de aniquilamiento moral contra los funcionarios judiciales, con acusaciones infundadas de cómo son manipulados por algún sector político o por otros poderes públicos”, bajo la máscara de la posverdad.

“El problema no es que se critiquen las decisiones de los jueces, eso es sano, eso es democráticamente sano, el problema es que se haga desde la superficialidad, desde el desconocimiento, sin argumentos, en ocasiones desde la idea no confesada de que hay personas a las que la justicia no puede tocar porque se encuentran por encima de la ley”, aseveró el magistrado Hernández.

Por otra parte, señaló que es responsabilidad de los jueces dirimir los conflictos sociales que llegan a su conocimiento, representándose como la última voz, en medio de peligros y la pobreza presupuestal, y reconociendo que es evidente que existe una congestión judicial, sin embargo, destacó que la justicia eficaz requiere esfuerzos de diferentes partes.

En ese sentido, destacó que se ha acortado la brecha, a pesar de esto está lejos de cumplirse con el objetivo, razón por la cual indicó que es necesario duplicar el número de jueces de la jurisdicción ordinaria para recortar la congestión judicial, es una idea ambiciosa que se tiene que interiorizar como un objetivo posible”

Hoy no es extraño que se critique duramente a los jueces por desproteger a la sociedad al dejar libres a algunas personas capturadas. No se dan cuenta que ese es el mensaje más reflexivo que puede recibir una nación: que aún ante evidentes manifestaciones de delincuencia en una sociedad con una aguda inequidad social, los jueces están para proteger la libertad de todos los ciudadanos”, indicó el magistrado Hernández.

Y concluyó que, “los jueces cumplen con su compromiso ético, por grave que sea la conducta, cuando no se observa el debido proceso, así como también ordenan la restricción de derechos cuando el procedimiento no tiene tacha y las pruebas y el comportamiento lo amerita”.

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