La ventana que abrió el presidente de la República Iván Duque, sobre la posible renuncia de la vicepresidenta Marta Lucía Ramírez para entrar en la carrera presidencial en 2022, despertó el debate sobre quién debe llegar en su reemplazo al cargo.
Desde distintas orillas políticas, tanto del partido de Gobierno como miembros de la oposición, han hecho cuentas de la persona que podría reemplazar a Ramírez, quien, según aclaró el presidente Duque, deberá ser mujer, para mantener la equidad de género y el hecho histórico de la primera vicepresidenta en ocupar ese cargo en el país.
¿Cómo se elegiría el reemplazo de Marta Lucía Ramírez?
“Son faltas absolutas del Vicepresidente: su muerte, su renuncia aceptada y la incapacidad física”, establece el artículo 205 de la Constitución Política de Colombia. En ese sentido, el que ocupe el segundo cargo de la nación deberá presentar su renuncia al cargo, esta deberá ser aceptada por el presidente y posteriormente el Congreso deberá reconocerla oficialmente.
Es el Congreso de la República en pleno el que tiene la función de “elegir al Vicepresidente de la República cuando sea menester reemplazar al elegido por el pueblo. Así mismo, proveer el cargo cuando se presente vacante absoluta”, según la Ley 5° de 1994 que reglamenta a esa corporación.
En ese sentido, posterior a la aceptación de la renuncia del vicepresidente por parte del Legislativo, el presidente del Congreso dará 10 días al presidente de la República para enviar el perfil de su o sus candidatos a reemplazar al saliente. En ocho días posteriores, el jefe del Capitolio citará a los senadores y representantes a la Cámara para proceder a la elección o votación del candidato presentado.
“Abierta la sesión, el Presidente del Congreso concederá la palabra para postular candidatos, del mismo partido o movimiento al que pertenecía el Vicepresidente reemplazado. Sometidos a estudio y consideración los distintos candidatos, se abrirá el proceso de votación y, finalmente, se declarará electo el Vicepresidente de la República por el resto del período”, se afirma en el artículo 25 de la ley 5 de 1992.
Para ser vicepresidente de Colombia se requieren los mismos requisitos que para ser candidato a jefe de Estado: Ser colombiano de nacimiento, ser ciudadano en ejercicio y ser mayor de 30 años de edad.
La vicepresidenta Marta Lucía Ramírez tiene unos cuantos días para presentar su renuncia si quiere entrar en la carrera presidencial en 2022, pues constituye una inhabilidad para ser elegido presidente o vicepresidente si un año antes ocupó uno de los siguientes cargos: Ministro, Director de Departamento Administrativo, Magistrado de la Corte Suprema de Justicia, de la Corte Constitucional, del Consejo de Estado, del Consejo Superior de la Judicatura, o del Consejo Nacional Electoral, Procurador General de la Nación, Defensor del Pueblo, Contralor General de la República, Fiscal General de la Nación, Registrador Nacional del Estado Civil, Comandantes de las Fuerzas Militares, Director General de la Policía, Gobernador de Departamento o Alcaldes.
Tras la posibilidad de la renuncia de Ramírez en los próximos días, se han barajado nombres para reemplazarla como Alicia Arango, exministra del Interior y actual embajadora ante Naciones Unidas; la ministra de Transporte Ángela María Orozco y la actual jefe del gabinete de Presidencia María Paula Correa.
Según W Radio, el expresidente y líder del partido de gobierno Centro Democrático, Álvaro Uribe, solicitó al presidente Duque que quien reemplace a Marta Lucía en el cargo sea parte del mismo partido Conservador al que ella pertenece. Un cálculo político que permitirá mantener la coalición que ganó la Presidencia en 2018 de cara a los nuevos comicios que se avecinan.
Desde la oposición se han hecho otras cuentas para la elección de la nueva vicepresidente. El senador Roy Barreras aseguró que si los partidos alternativos e independientes se unen, podrían elegir a un miembro de la oposición para ocupar ese cargo. Según él, eso permitiría “equilibrar” el Gobierno y exigir la renta básica que han promovido como atención a la crisis de la pandemia.