A los 22 años, edad que tenía cuando viajó a Chile, Diego Alexander Ruiz Restrepo profesaba la fe cristiana, al igual que su familia, querida y apreciada por la comunidad del barrio donde vive, en Cali. Hoy, con 30 años, es el centro de atención tanto de la prensa colombiana como la del país austral: asesinó, al parecer, a siete personas en cuestión de ocho días.
Todas sus víctimas, de acuerdo con la Fiscalía de Chile, fueron habitantes de calle, y a cada uno de ellos les quitó la vida mientras dormían, haciendo uso de un arma blanca. Los asesinatos fueron perpetrados en el barrio Meiggs, en el centro de Santiago.
“Nos habíamos dado cuenta de que era un sujeto que estaba repitiendo el patrón, que hacía secuencias de caminatas en ciertos sectores que eran idénticos entre la semana pasada y esta semana”, indicó la fiscal Pamela Contreras, a cargo de la investigación
La primera víctima del asesino serial, al que los investigadores quieren escudriñar su mente, es justamente un colombiano, Carlos Andrés Rivas, a quien mató el 1 de noviembre pasado. En torno a este asesinato, para las autoridades prevalece la versión de que fue estocado cuando dormía, aunque hay quienes dicen que fue en medio de una riña.
Según la Policía de Chile, la segunda víctima, también habitante de calle y agredido con puñal, fue asesinada 25 minutos después de Rivas. Los otros cinco asesinatos que le sindican se ejecutaron la madrugada del 8 de noviembre, en menos de tres horas. Así lo evidencia el análisis de las cámaras de seguridad elaborado por el ente investigador Chileno.
Pero, ¿quién era el colombiano? Según el subsecretario del interior de Chile, Francisco Galli, era un migrante que ingresó en condición de turista en el 2013, al cual se le negaron sus solicitudes de residencia debido a los antecedentes por hurto en dicho país. De hecho, ciudadanos de Santiago, la capital, que llegaron a convivir con él, llegaron a hablar de la tendencia a la conflictividad de Diego Alexander Ruiz.
“Hace poco más de un año, los vecinos del block 5 de la Villa Portales, en Estación Central, organizaron una reunión para tratar el caso de un joven que vivía en el cuarto piso del edificio, porque había protagonizado un episodio que asustó a todo el mundo. Ocurrió a las 22:50 horas del sábado 3 de agosto, según quedó registrado en un parte policial", informó el medio chileno Flanlate.
Según lo dicho por Flanlate, "la delegada del block, que prefiere mantener en reserva su identidad, así como todos los que cuentan esta historia, dice que —un año atrás—el joven tuvo una pelea en la casa, al parecer con la pareja de su hermana, con mucho grito y mucho escándalo, y que trató de terminar la discusión sacando un cuchillo”.
El colombiano trabaja en Chile en tareas relacionadas con la construcción, sin embargo, no tiene antecedentes de haber sido conflictivo cuando vivió en Cali, según los allegados a su familia. Tampoco los tuvo mientras estudio en el colegio Carlos Holmes Trujillo, en el distrito de Aguablanca, en el oriente de la capital vallecaucana.
“Me sorprende que haya pasado de actividades criminales como el hurto al homicidio serial y aquí tengo otra hipótesis: parece obedecer y sobre todo me llama la atención la impulsividad de los crímenes, es como si hubiera hecho lo que en psiquiatría llamamos un acting out, es decir, una desconexión, y comenzara a matar de una manera compulsiva”, dijo Belisario Valbuena, psicólogo forense especialista en perfilación y análisis de conducta criminal, a El Tiempo.