Cinco destinos fascinantes y económicos para acampar cerca de Bogotá

Aquí, una lista de entornos naturales que puede visitar durante un fin de semana acompañado del equipo de camping.

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El Parque Nacional Natural Chingaza, ubicado en plena cordillera de los Andes, habitan especies como el oso de anteojos y los pumas. Foto por: Robinson Galindo Tarazona / Parques Nacionales Naturales de Colombia.
El Parque Nacional Natural Chingaza, ubicado en plena cordillera de los Andes, habitan especies como el oso de anteojos y los pumas. Foto por: Robinson Galindo Tarazona / Parques Nacionales Naturales de Colombia.

Páramos, valles rocosos y bosques andinos y de niebla sobresalen entre los lugares a los que se puede viajar para reconectar con la naturaleza cerca la capital. Tras la reactivación del turismo en tiempos de pandemia, visitar lugares abiertos y no masivos es una opción ideal para escaparse de la ciudad. Aquí hay tres destinos increíbles para hacerlo:

1. Parque Nacional Natural Chingaza

Las lagunas de Siecha son territorios sagrados donde peregrinaban los indígenas muiscas en homenaje al agua. Es uno de los atractivos del Parque Nacional Natural Chingaza. Foto tomada por: Robinson Galindo Tarazona / Parques Nacionales Naturales de Colombia.
Las lagunas de Siecha son territorios sagrados donde peregrinaban los indígenas muiscas en homenaje al agua. Es uno de los atractivos del Parque Nacional Natural Chingaza. Foto tomada por: Robinson Galindo Tarazona / Parques Nacionales Naturales de Colombia.

A poco más de tres horas en carro de Bogotá está una de las joyas naturales y culturales que tienen los departamentos de Cundinamarca y Meta, en plena cordillera oriental: el Parque Nacional Natural Chingaza. Allí, además de acampar, existe la posibilidad de ver osos de anteojos, venados de cola blanca y coatíes, junto con unas 530 especies de aves.

Con la opción de recorrer cinco senderos autorizados, quienes lo visiten tendrán la oportunidad de conocer las lagunas de Siecha (que fueron habitadas por la cultura muisca en la época prehispánica), el embalse de Chuza (que abastece de agua a más del 75 % de Bogotá) y la especie de frailejón Espeletia Uribei, que se encuentra únicamente en este parque.

¿Cómo visitarlo? Primero hay que hacer la reserva con dos semanas de anterioridad, puesto que la capacidad de carga máxima es de 40 personas por día, establecida con el fin de preservar el ecosistema. Además de zonas para acampar, hay cabañas que se pueden reservar.

Si se va en transporte público, se recomienda tomar un bus en la calle 72 con carrera 13 (en los alrededores de la Universidad Pedagógica) hasta el municipio de La Calera. Ya en el pueblo se deberá contratar un vehículo particular, 4 x 4 (pues parte del camino es destapado), que vaya directo al parque.

Para llegar en carro es necesario tomar la vía a La Calera por la calle 84 con carrera séptima. Pasando este municipio, cerca de una estación de servicio y el asadero Rancho de la Gallina, hay una vía destapada a la cual se debe entrar. De ahí en adelante solo se debe seguir la señalización hacia el Parque.

Recomendación: llevar equipo de acampar de alta montaña, pues la altura del parque está entre los 800 y los 4.020 metros de altura sobre el nivel del mar (páramo).

Tarifas entrada al parque:

Nacional o extranjero residente en el país entre los 5 y los 25 años: $16.000.

Nacional o extranjero residente en el país mayor de de 25 años: $19.000.

Extranjero no residente en Colombia: $51.000.

Nota: a corte del 11 de octubre el parque aún estaba en el proceso de implementación del protocolo de bioseguridad para su reapertura.

2. Parque Natural Chicaque

El Parque Natural Chicaque, ubicado en el municipio San Antonio de Tequendama (Cundinamarca), es una reserva con un ecosistema de bosque de niebla, en el que especies como los líquenes toman vida. Foto tomada del sitio oficial del Parque Natural Chicaque.
El Parque Natural Chicaque, ubicado en el municipio San Antonio de Tequendama (Cundinamarca), es una reserva con un ecosistema de bosque de niebla, en el que especies como los líquenes toman vida. Foto tomada del sitio oficial del Parque Natural Chicaque.

Despertar, escuchar una serenata de colibríes, abrir la carpa, toparse con un par de alpacas masticando hierba y con un manto de niebla cubriendo el bosque, ¿se lo imaginan? Vivir esta experiencia es posible sin tomar un vuelo a Perú, con que se aproveche un fin de semana para visitar el Parque Natural Chicaque, en el municipio San Antonio de Tequendama, a 30 minutos de Bogotá, es suficiente.

Este ecosistema, en comparación con el Parque Chingaza, tiene la particularidad de ser un bosque de niebla, en el que cobran vida líquenes, orquídeas, musgos y robles, al tratarse de una zona húmeda.

En cuanto a los senderos, sobresale el ‘Pico del Águila’, donde se puede contemplar estas aves rapaces; un bosque de robles, cuyas hojas al caer tiñen de naranja el sendero, por el que merodean ardillas, y una cascada de 70 metros de altura.

Además de dos lugares para acampar, en la zona alta y baja del parque, también hay cabañas y ‘nidos’ en los árboles para hospedarse. Adicional, se puede cabalgar y hasta observar el parque desde una tirolesa.

Para llegar en carro la indicación es salir de Bogotá por la autopista sur y, en Soacha, desviar por el sector conocido como ‘El Altico’, cuya vía, tras un recorrido de unos 7 km, los conducirá a la entrada del parque.

Si se viaja en transporte público, se debe tomar un bus de TransMilenio que los deje en la estación de Terreros, en Soacha. A la salida de estación, es necesario tomar un bus, que, por $1.000, lo llevará hasta 'El Altico; dígale al conductor que le avise cuando se pase por ahí. Al bajarse, verá una estación de servicio; alrededor de ella, pasan buses para Mosquera. Tome uno y dígale al conductor que le avise cuando pase por la entrada del parque.

Tarifas para acampar:

Zona alta: 33.500.

Zona baja: 43.300 (incluye desayuno).

3. Cascada La Chorrera

Con 590 metros de altura, La Chorrera es la cascada más alta de Colombia y la sexta en América del sur. Se ubica en el municipio de Choachí, Cundinamarca. Foto por: la Asociación Turística La Palma.
Con 590 metros de altura, La Chorrera es la cascada más alta de Colombia y la sexta en América del sur. Se ubica en el municipio de Choachí, Cundinamarca. Foto por: la Asociación Turística La Palma.

Para conocer la cascada más alta del país no es necesario viajar al Amazonas, ni siquiera hay que dirigirse a la terminal de transporte para tomar un bus y desplazarse durante horas hacia otro departamento. De hecho, casi que está a la vuelta de la esquina, en el municipio de Choachí, a 45 minutos de Bogotá. Se trata de la cascada La Chorrera, ubicada dentro del parque del mismo nombre.

La recomendación, si no se tiene carro particular, es dirigirse a la estación de TransMilenio Tercer Milenio, en el Centro de Bogotá, en cuyas inmediaciones salen los buses rumbo al municipio de Choachí. Es indispensable avisarle al conductor que los deje en la entrada del sendero que conduce a las taquillas del parque. Allí hay dos posibilidades: caminar una hora o tomar el servicio de una de las camionetas particulares que se estacionan a su alrededor.

De las taquillas a la caída de agua de 590 metros, que la convierte en la sexta cascada más alta de América del Sur, hay un camino de unas tres horas, en el que, además de avistar aves, se podrá contemplar la cascada El Chiflón (55 metros) y hacer espeleología en la cueva de Los Monos.

Por su puesto, se puede acampar, cabalgar y hacer torrentismo, rapell, canopy, entre otros. Para quienes se preguntan la posibilidad de un chapuzón, la respuesta es: ninguna. Sin embargo, algo aún mejor es poder apreciar la cascada.

Tarifas:

Entrada al parque: $12.000.

Acampar: $10.000.

4. Parque Embalse del Neusa

Ubicado en los municipios de Tausa y Cogua (Cundinamarca), abarca 3.700 hectáreas de bosque andino y un embalse de 800 hectáreas, en el que se puede realizar pesca deportiva. Foto tomada del sitio oficial de Colparques.
Ubicado en los municipios de Tausa y Cogua (Cundinamarca), abarca 3.700 hectáreas de bosque andino y un embalse de 800 hectáreas, en el que se puede realizar pesca deportiva. Foto tomada del sitio oficial de Colparques.

Tomarse una copa de vino alrededor de una fogata, con vista a un lago sobre el que se proyecta el resplandor de la luna, no es algo que solo se ve en películas. A 65 km de Bogotá, entre los municipios de Cogua y Tausa, se puede vivir esta experiencia en el Parque Embalse del Neusa.

Son 3.700 las hectáreas de bosque andino para reconectar con la naturaleza y 900 hectáreas de embalse (donde conviven truchas arcoiris, capitanes de la sabana y la guapucha) para complacer la vista. Acampar en este parque es toda una experiencia sensorial, en la que el olor a pino y el verdeazul del paisaje imperan.

Aparte de las dos zonas de camping con baños, el parque ofrece servicio de cabañas, préstamo de bicicletas MTB, para dar un recorrido por la zona; alquiler de lanchas y pone a disposición de quien los visite la posibilidad de practicar pesca deportiva.

¿Cómo llegar? Desde el interior de la estación de TransMilenio de la calle 170, tomar un bus hasta la terminal de transporte de Zipaquirá y, allí, preguntar por un bus que va hasta la entrada del parque.

Quienes vayan en carro deberán salir de Bogotá por la autopista Norte y tomar la vía Ubaté, donde se verá la señalización hacia el Neusa.

Tarifas:

Entrada al parque: $ 5.000.

Acampar: 21.500.

5. Rocas de Suesca

Las rocas de Suesca se alinean a lo largo de dos kilómetros con paredes que alcanzan los 30 metros de altura. Era un antiguo asentamiento chibcha cuyo nombre significaba "Roca de las aves". Foto tomada de la página web oficial de Colparques.
Las rocas de Suesca se alinean a lo largo de dos kilómetros con paredes que alcanzan los 30 metros de altura. Era un antiguo asentamiento chibcha cuyo nombre significaba "Roca de las aves". Foto tomada de la página web oficial de Colparques.

A 60 km de Bogotá, es decir, a una hora de distancia, se erigen las imponentes rocas de Suesca (que traduce ‘Roca de las Aves’), las cuales, durante siglos, fueron asentamientos muiscas. Es el lugar indicado si, además de descansar en medio de la paz que solo brinda la naturaleza, lo que se busca es escalar, practicar ciclismo de montaña o hacer parte de rutas de espeleología (adentrarse y recorrer cuevas).

No son solo las rocas de hasta 120 metros de altura, que se pueden escalar con la ayuda de profesionales certificados, lo que llena de magia a este lugar; también la vieja carrilera del tren, en cuyas inmediaciones se puede acampar y caminar de noche, y el embalse de Tominé, que separa a Suesca de Sesquilé, dos atractivos con los que pueden deleitarse los visitantes. Un buen plan para parejas amantes de la aventura.

Para llegar lo recomendado es tomar un TransMilenio hasta el portal de la calle 170, donde se deberá abordar un bus intermunicipal rumbo a Suesca que los dejará en el pueblo.

Si se viaja en carro, se debe salir de Bogotá por la autopista Norte y tomar la vía a Tunja. Poco después de pasar el segundo peaje habrá un letrero que le indicará la manera de pasarse al sentido contrario de la vía y tomar la segunda entrada a la derecha, que lo llevará directo a Suesca.

Tarifas:

Acampar: entre $15.000 y $20.000.