El ardid de un oficial de la Policía colombiana para capturar a un narco español buscado durante más de 10 años

Jorge Melo, alias ‘Mono’ o ‘Pálido’, era uno de los más requeridos por las fuerzas de seguridad

Compartir
Compartir articulo
Jorge Melo, alias ‘Mono’ o ‘Pálido’, lideraba una red de tráfico de cocaína colombiana hacia Europa, Estados Unidos, Australia y Turquía.
Jorge Melo, alias ‘Mono’ o ‘Pálido’, lideraba una red de tráfico de cocaína colombiana hacia Europa, Estados Unidos, Australia y Turquía.

Después de 10 años de intensa búsqueda de agencias de cuatro países distintos, cayó el capo español Jorge Melo, alias 'Mono' o 'Pálido', quien lideraba una red de tráfico de cocaína colombiana hacia Europa, Estados Unidos, Australia y Turquía. Su captura se dio gracias a la infiltración que hizo un policía colombiano que se hizo pasar por un diplomático corrupto.

Autoridades de Colombia, España, Estados Unidos y Australia desmantelaron la banda de Merlo, quien manejaba un bajo perfil movilizándose por Cali en transporte público, y arrestaron a 30 de sus integrantes. Ello, después de varios intentos fracasados de incautarle cargamentos. En una ocasión sacaba coca en un avión ambulancia desde el aeropuerto El Dorado, de Bogotá.

En otras movía la droga en avionetas Cessna desde Venezuela hasta Centroamérica y Estados Unidos. Pero siempre se las ideó para no aparecer en las entregas de los cargamentos, o para que estos no fueran incautados pese a que las agencias de inteligencia tenían información de sus operaciones.

Pero todo cambió cuando oficiales de la oficina de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos (ICE) alertaron al director de la Dijín de la Policía de Colombia, general Jorge Luis Vargas, de que alias 'Mono' buscaba un transportista para mover cocaína de Cali a Australia, España y Turquía. Entonces, se pensó la idea de la infiltración, como detalla El Tiempo.

El capo español manejaba un bajo perfil en Colombia, no tenía lujos e, incluso, se movilizaba en transporte público.
El capo español manejaba un bajo perfil en Colombia, no tenía lujos e, incluso, se movilizaba en transporte público.

Camilo, el diplomático

Así uno de los oficiales más jóvenes de la Dijín se convirtió en 'Camilo', un elegante diplomático con pasaporte azul, que vestía zapatos Hugo Boss y maletas finas, se transportaba en una camioneta blindada y podría bajar sin revisión a cualquier país del mundo.

"Cambié mi acento, compré un pin con la bandera del país que estaba representando y me lo colgué en la solapa para asistir a las reuniones con la banda", contó al medio nacional. Fue presentado a Merlo por intermedio de su lugarteniente John Jairo Coy, alias 'Coqueto', quien coordinaba el traslado de la mercancía del suroccidente del país a aeropuertos y puertos.

Y entonces comenzó la operación Embajador. Con la fachada planeada 'Camilo' pudo ingresar a la organización narcotraficante y conocer de primera mano sus rutas, integrantes, celulares encriptados y hasta sus contactos criminales en otros continentes.

"Una vez les puse a disposición mi valija diplomática para llevarles un primer cargamento hacia Madrid. Después de que me entregaron en Bogotá los 35 kilos de coca, hablamos con una aerolínea para que dejaran pasar mi equipaje sin revisarlo, y coordinamos la llegada del cargamento con 'Ortega', un agente encubierto de la Guardia Civil española", contó el policía a El Tiempo.

Los 35 kilos de coca que el oficial infiltrado llegó a España.
Los 35 kilos de coca que el oficial infiltrado llegó a España.

Y continuó: "Tal como se acordó con Coy, compré un diario local, lo tiré sobre el cargamento y les mandé una foto como constancia de que había cumplido". Al poco tiempo le pidieron un nuevo envío, esta vez de 97 kilos a Australia. Para la misión fue necesario buscar tres maletas idénticas, pues no hay vuelo directo de Colombia a ese país y en las escalas no podían evitar la revisión.

En el tercer viaje, para enviar 15 kilos a Nueva Orleans y 54 a Madrid, Merlo viajó en primera clase a España para comprobar la llegada del cargamento. A su regreso a Colombia ya todo estaba listo para su captura, que se hizo efectiva este lunes en Cali, y no le quedó más remedio que aceptar los cargos, ante las pruebas recopiladas por el policía infiltrado.

MÁS SOBRE ESTE TEMA: