Susana Rodríguez: "Ahora mismo iría de cabeza a Los Angeles, pero la situación merece ir año a año"

La reflexión sobre la administración del esfuerzo y la necesidad de ajustar la actividad profesional surgió en Susana Rodríguez luego de afrontar una arritmia supraventricular que requirió un procedimiento de ablación cardíaca. La triatleta gallega de 37 años así lo relató en una entrevista con Europa Press, en la que señaló que la experiencia la llevó a reconsiderar la organización de su día a día y anticipó que probablemente reducirá su carga laboral en el futuro inmediato para preservar su salud y su capacidad competitiva.

Según detalló Europa Press, Rodríguez, quien recientemente sumó su séptimo oro mundial en Australia, manifestó que la incidencia de la arritmia se produjo en una etapa de elevada carga de trabajo y entrenamiento, precisamente en abril, mientras preparaba las competiciones clave de junio. La atleta reconoció que el episodio, aunque resuelto satisfactoriamente y con una recuperación más rápida de lo previsto, impactó en su enfoque del verano, obligándola a reajustar estrategias tanto en el deporte como fuera de él.

La campeona olímpica en Tokio y París explicó al medio que, ante la posibilidad de participar en los Juegos Paralímpicos de Los Ángeles 2028, se encuentra en una etapa en la que prioriza su bienestar físico. Rodríguez indicó de manera enfática: "Ahora mismo iría de cabeza a Los Ángeles, pero la situación merece ir año a año", aludiendo a la necesidad de evaluar anualmente su estado físico y sus expectativas de rendimiento, antes de comprometerse con retos internacionales de máxima exigencia.

La deportista aclaró que mantener la posibilidad de competir al máximo nivel dependerá de dos factores principales: sentirse bien físicamente y conservar la disposición de luchar por puestos de vanguardia en las carreras. En sus palabras, "no tendría sentido" acudir a una cita paralímpica si no puede dar su mejor versión o pelear por la victoria. Si en tres años continúa en la élite, tiene previsto que su última participación sea el Mundial de 2028 en Nueva Zelanda, un escenario simbólico para ella porque allí disputó su primer Mundial en 2012, lo que supondría un cierre de ciclo destacado en su trayectoria.

Según Europa Press, Rodríguez mencionó que, durante el Mundial en Australia, experimentó un "pequeño contratiempo" en el segmento de ciclismo, al cometer un error que podría haberla dejado fuera de la competencia en otro momento de su carrera. Sin embargo, resaltó que se sintió satisfecha de gestionar mentalmente esa situación y recuperar la concentración para continuar compitiendo. "De lo que más contenta estoy de ese Mundial es que ese pequeño incidente no me sacara la cabeza de la carrera", explicó, en referencia a los avances personales en la gestión de la presión y los contratiempos.

En relación a la presión y al aprendizaje acumulado a lo largo de los años, la atleta gallega sostuvo ante Europa Press que el paso del tiempo la ha llevado a ponderar y equilibrar más sus decisiones, señalando la importancia de adaptarse a aquello que no se puede controlar. Insistió en que el deportista debe aprender a valorar el presente y partir los grandes objetivos en metas intermedias, pues, de otro modo, la focalización resulta más compleja.

Sobre el esfuerzo y las renuncias asociadas a la alta competición, Rodríguez rechazó el enfoque que considera cada sacrificio como una pérdida. En la entrevista con Europa Press, expresó: "No me gusta llamarlo renuncias, me gusta llamarlo decisiones, porque tenemos que elegir, y elegir es difícil". Matizó, además, que su extensa carrera le permite ahora desear mayor tiempo con su familia, aunque advirtió que, para seguir en el alto rendimiento, es indispensable cumplir con determinados compromisos en la organización del tiempo y recursos.

El medio explicó que, pese a haber alcanzado múltiples logros, Rodríguez no se percibe como ejemplo de deportista incansable. Al referirse a este aspecto, señaló que existen otros grandes referentes en España. Subrayó, sin embargo, que mientras el triatlón la motive y le genere ilusión, continuará buscando superarse y disfrutando del proceso competitivo. "Mientras me divierta la competición seguiré pensando de esta manera", dijo en la entrevista.

Al inicio de la temporada, según informó Europa Press, Rodríguez expresó su entusiasmo por explorar nuevas metas, aunque reconoció que, para las deportistas de su nivel, cada logro adicional se vuelve más trascendente debido a la dificultad de seguir mejorando. Atribuyó la posibilidad de alcanzar Los Ángeles a preservar tanto la motivación como la calidad física; insistió en que, si alguna de ambas faltara, replantearía su futuro inmediato sobre la base de estos parámetros.

En cuanto a su proyección de retirada, la triatleta estableció que, en caso de competir en los Juegos de Los Ángeles, esa no sería su última carrera. Explicó que ese mismo año se celebrará el Mundial en Nueva Zelanda, donde aspira a cerrar su ciclo de competencias internacionales, completando así una trayectoria iniciada en el mismo país en 2012.

Por otra parte, Rodríguez compartió su valoración sobre las pruebas disputadas en España, según reportó Europa Press. Relató que sus experiencias previas en campeonatos nacionales e internacionales en suelo español no resultaron especialmente favorables, y que, en términos personales, prefiere competir fuera del país. Si bien destacó que el público nacional es un estímulo en situaciones adversas, reconoce que siente mayor afinidad por las carreras internacionales. A pesar de ello, espera con interés el Mundial de 2026 en Pontevedra, lo que representará una nueva oportunidad de competir en casa y sumar vivencias a su dilatada carrera.

En la entrevista publicada por Europa Press, Rodríguez también habló sobre el apoyo institucional y las colaboraciones, al referirse a su participación como embajadora de la marca en la presentación del juego UNO Braille, poniendo en relieve el valor de iniciativas inclusivas. Este tipo de acciones se suman a su ya consolidada carrera deportiva y consolidan su figura como referente tanto en el deporte como en el compromiso social.

La historia reciente de la triatleta, marcada por la superación de afecciones médicas y la acumulación de logros deportivos, configura un presente de evaluación cuidadosa sobre el futuro, priorizando la salud y el equilibrio personal. De acuerdo con lo publicado por Europa Press, Susana Rodríguez continúa firmando una de las trayectorias más extensas y exitosas de la élite del triatlón, y deja abierta la puerta a los retos internacionales mientras las condiciones físicas y la motivación se lo permitan.