El críquet internacional vuelve a Pakistán tras décadas de olvido por falta de seguridad

Amjad Ali

Islamabad, 19 feb (EFE).- Después de casi tres décadas, Pakistán vuelve a acoger un gran evento internacional de críquet con la presencia de equipos de varios continentes que desde este miércoles se disputarán el título bajo estrictas medidas de seguridad, en un torneo marcado por la participación a distancia de la India, que jugará en sede neutral.

El Trofeo de Campeones 2025 es el primer torneo del Consejo Internacional de Críquet (ICC, en inglés), el ente mundial de este deporte, que Pakistán acoge desde 1996, cuando organizó la Copa del Mundo junto a la India y Sri Lanka.

Esta cita, cuya gran final tendrá lugar el 9 de marzo, marca un hito significativo para esta nación apasionada por el críquet, pero se desarrolla bajo una fuerte seguridad con miles de efectivos desplegados para proteger a los jugadores, los equipos y las sedes.

En los últimos años, los equipos internacionales han evitado en gran medida jugar en el país debido a preocupaciones de seguridad, particularmente después del ataque terrorista de 2009 al equipo de críquet de Sri Lanka en Lahore, que dejó a seis jugadores heridos y convirtió a Pakistán en un paria deportivo durante casi una década.

El críquet internacional regresó en 2019 cuando el equipo de prueba de Sri Lanka visitó Pakistán, allanando el camino para otros equipos. Desde entonces, Pakistán ha hecho esfuerzos persistentes para albergar torneos que lo volvieran a situar en la arena mundial del críquet.

El Trofeo de Campeones de la ICC es muestra de ello, aunque se ha visto empañado por la decisión de su archirrival, la India, de jugar sus partidos en Emiratos Árabes Unidos por motivos de seguridad.

El equipo indio no ha viajado a Pakistán desde 2008, después de los ataques de Bombay que mataron a 166 personas. La India culpó a Pakistán y su agencia de inteligencia, ISI, por el ataque, lo que paralizó por completo las relaciones diplomáticas -y en el críquet- entre ambas naciones.

Esto dio paso a que ambas naciones solo se enfrentasen durante años en torneos internacionales en sedes neutrales, hasta que Pakistán viajó a India en 2023 para participar en la Copa Mundial de la ICC.

La India pudo devolver el gesto este año viajando a Pakistán para el Trofeo de Campeones, pero la negativa del combinado indio llegó a poner en dudas la viabilidad del torneo. El formato híbrido, con la India jugando todos sus encuentros -incluida una hipotética final- en Emiratos Árabes Unidos fue la única solución.

En este sentido, Pakistán y la India se enfrentarán el próximo 23 de febrero en un duelo que generará gran expectación, pero que conforme a las condiciones acordadas, tendrá lugar en Emiratos en lugar de en suelo paquistaní.

Dadas las tensiones políticas en curso, ambos países acordaron recientemente jugar en sedes neutrales durante el ciclo de derechos de la ICC 2024-2027.

Este formato híbrido ya se adoptó durante la Copa de Asia de 2023, cuando Pakistán fue anfitrión pero la India jugó sus partidos en Sri Lanka.

A diferencia de aquel torneo continental, organizado por el Consejo Asiático de Críquet (ACC, en inglés), y en el que solo participan equipos asiáticos, el actual Trofeo de Campeones cuenta con la presencia de combinados de otros continentes, como Inglaterra o Sudáfrica.

El partido inaugural tendrá lugar a las 14:00 hora local (9:00 GMT) y enfrentará a Pakistán con Nueva Zelanda en el Estadio Nacional de Karachi.

Decenas de miles de agentes de policía están desplegados en esta ciudad y el resto de sedes del torneo -Lahore y Rawalpindi- para garantizar la seguridad.

“Para los partidos de Lahore y Rawalpindi, más de 12.000 agentes de policía y personal desempeñarán funciones de seguridad”, dijo en un comunicado un portavoz de la Policía el lunes.

Además, se están realizando patrullas alrededor de las residencias de los equipos y las rutas de viaje, mientras que las cámaras de vigilancia monitorearán los estadios y los hoteles.

Las autoridades paquistaníes también aprovecharon este torneo para renovar varios de los estadios en los que jugarán los equipos, con la esperanza de que la competición sea un escaparate para disipar las persistentes preocupaciones de seguridad en Pakistán, y allane el camino para acoger otros torneos en el futuro. EFE

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