Los puertos de África, punta de lanza de los Emiratos Árabes Unidos en el continente

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Bosaso (Somalia), 15 dic (EFE).- Cajas de dátiles, colchones y otros objetos variopintos que esperan ser exportados a países de la península arábiga conviven con grúas y materiales de construcción en el puerto somalí de Bosaso, en una imagen que ilustra la creciente presencia e influencia de Emiratos Árabes Unidos (EAU) en África.

"Soy una de las empresarias que exportan ganado, naranjas y cebollas a través de este puerto hacia Yemen, Omán, Dubái (EAU) y Arabia Saudí", explica a EFE la somalí Jawaahir Xuseen Muuse, de 48 años, subiendo la voz para hacerse oír entre los ruidos de mercancías que llegan y se despiden.

Situada en la costa del golfo de Adén, Bosaso es la capital comercial de la región de Puntland, en el norte de Somalia, y su puerto está gestionado por la empresa dubaití DP World, punta de lanza de la expansión económica de los EAU en África durante los últimos años.

Así, a través de esta y otras compañías, los Emiratos gestionan desde 2006 una docena de infraestructuras portuarias y logísticas en el continente, mientras buscan fortalecer sus vínculos con una región que ven como estratégica para sus ambiciones geopolíticas.

"África tiene algo que los demás no tienen. África tiene un crecimiento mayor que cualquier otro mercado potencial que hayamos visto", dijo en 2021 el presidente y director ejecutivo de DP World, el sultán Ahmed Bin Sulayem.

Esa empresa, junto con la compañía Abu Dhabi Ports Group, del emirato vecino, ha obtenido durante las dos últimas décadas concesiones para operar y ampliar puertos en todos los rincones del continente, desde Argelia y Egipto hasta Mozambique y Angola, pasando por Guinea-Conakri o Senegal.

Pero el foco principal de esta estrategia ha sido el Cuerno de África y, en concreto, Somalia, donde una empresa subsidiaria de DP World firmó un contrato de 336 millones de dólares para ampliar y operar el puerto de Bosaso en 2017.

De hecho, según un estudio de 2022, los EAU se han convertido en la última década en el cuarto inversor global en África, sólo por detrás de China, Europa y Estados Unidos.

"Las relaciones de los EAU con África tienen que ver con la geoestrategia y encajan con su idea de ampliar su poder a través de redes: cada puerto es un nodo que conecta potencialmente a los Emiratos con sus socios árabes, europeos y, sobre todo, asiáticos", señala a EFE Eleonora Ardemagni, investigadora del Instituto Italiano de Estudios Políticos Internacionales (ISPI).

Según la experta, la economía emiratí está orientada a la exportación y las empresas de transporte y logística juegan un "importante papel" en su proyección económica, así que "África ha sido una elección natural por sus largas costas y la búsqueda de desarrollo de infraestructura".

Pero Abu Dabi también ha visto el Cuerno de África como un territorio clave para su seguridad, después de haber participado en la guerra civil de Yemen o haber visto sus exportaciones de crudo amenazadas por la piratería que sacudió las costas somalís hace una década, por ejemplo.

Así, los acuerdos comerciales han ido acompañados en algunos países de cooperación en el ámbito de la defensa. Son los EAU quienes entrenan y financian, por ejemplo, a la Fuerza de Policía Marítima de Puntland (PMPF, en inglés).

Además, los Emiratos han demostrado que pueden expandir su influencia más allá de lo económico, con su determinante aportación para facilitar el acuerdo de paz firmado en 2018 entre Eritea y Etiopía tras dos décadas de hostilidades.

Aunque los EAU han traído oportunidades de desarrollo para sus socios africanos, expertos han alertado del riesgo de que las rivalidades entre los diferentes países del golfo Pérsico y su búsqueda de influencia en África acaben desestabilizando al continente.

Así sucedió en Somalia, donde la proximidad emiratí con algunas de las regiones frente al apoyo de Qatar al Gobierno federal somalí hizo tambalearse a finales de 2017 el frágil equilibrio de poderes en el país africano.

Pese a las tensiones, sin embargo, las obras continúan en el puerto de Bosaso para una primera extensión del muelle de 150 metros, que DP World espera completar a principios de 2024.

"(En el futuro) esperamos que los envíos lleguen directamente desde China hasta Bosaso", señala a EFE Ahmed Yasin Salah, ministro de Puertos y Transporte Marítimo de Puntland, al destacar que esta es la primera renovación del puerto en los cuarenta años de su historia moderna.

"Desde el Gobierno de Puntland, queremos que muchas compañías internacionales inviertan en el país", zanja el dirigente.

Mientras, el ajetreo en el puerto continúa bajo la atenta mirada de la empresaria Jawaahir Xuseen Muuse, cuyo hiyab negro contrasta con el abanico de colores que la rodean: desde la barandilla azul de uno de los barcos atracados hasta la barba teñida de henna (tinte) rojiza de un capataz.

Lucía Blanco Gracia