La liberación de Fujimori sella el desafío del Gobierno de Perú a la CorteIDH

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Lima, 7 dic (EFE).- El expresidente peruano Alberto Fujimori (1990-2000) fue liberado entre gran expectación este miércoles en cumplimiento de una orden del Tribunal Constitucional, a pesar de que la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH) pidió a las autoridades del país andino que se abstuvieran de hacerlo.

Desde que el martes el Tribunal Constitucional ordenara la libertad inmediata de Fujimori, en una la resolución firmada por tres de sus actuales seis miembros, con el voto dirimente del presidente del organismo, Francisco Morales, el país esperaba si el Gobierno iba a acatar esta decisión judicial, o si iba a prevalecer lo solicitado por la CorteIDH.

Este tribunal había publicado una resolución en la que requería al Estado peruano que se abstenga de liberar al exgobernante, con el fin de garantizar la justicia para las víctimas de violaciones a los derechos humanos.

El Gobierno, horas después de la liberación del expresidente, emitió un breve mensaje a través del canciller, Javier González-Olaechea, y el ministro de Justicia, Eduardo Arana, en el que ratificó su adhesión a la Convención Americana sobre Derechos Humanos (conocido como Pacto de San José), y señaló que había acatado una sentencia del TC.

Finalmente, Fujimori, de 85 años, abandonó la tarde del miércoles el penal de Barbadillo con unas gafas nasales que proveen de oxígeno y con una mascarilla.

Nada más salir del centro penitenciario abrazó a su hija, Keiko Fujimori, la líder del partido fujimorista Fuerza Popular, y a su hijo Kenji.

Y cuando el ex jefe de Estado dejó atrás el último control del penal, decenas de seguidores que lo esperaron durante toda la jornada lo recibieron con vítores, música y fuegos artificiales.

La expectación de su liberación era tal, que el coche se quedó retenido durante cerca de 30 minutos sin apenas poder avanzar por las calles próximas, rodeado de seguidores, policías y prensa que rodearon el vehículo.

Más tarde, sus hijos agradecieron a las puertas del domicilio de Keiko al expresidente Pedro Pablo Kuczynski, quien otrogó el indulto a Fujimori en 2017 por motivos de salud.

"Finalmente la justicia y la humanidad hoy se impusieron", afirmó Keiko entre aplausos de seguidores.

Lima, 7 dic (EFE).- El abogado Elio Riera, defensor del expresidente peruano Alberto Fujimori (1990-2000), afirmó este jueves que la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH) "no puede decidir sobre la soberanía de los Estados" al momento de determinar "a qué personal se libera o no" de prisión.

Antes de ingresar a la vivienda de Lima donde se encuentra el exgobernante desde que fue liberado el miércoles, Riera declaró que la resolución del Tribunal Constitucional (TC) que permitió la excarcelación de Fujimori "se ha forjado gracias a una comunión de esfuerzos".

Ofreció, en ese sentido, "el reconocimiento a los señores magistrados del TC" que emitieron un "pronunciamiento valido, pertinente" que, según consideró, dejó "constancia de los límites de la convencionalidad" de la intervención de la CorteIDH.

"Tiene que primar el principio de la soberanía", sostuvo antes de remarcar que los magistrados del Constitucional peruano han determinado que "la Corte Interamericana tiene límites y no puede decidir, sobre la soberanía de los Estados, a qué persona se libera o no".

Riera también dijo que ahora continuarán "con las batallas legales" en otros procesos que Fujimori enfrenta, entre ellos por la masacre de Pativilca, una localidad del norte de la región de Lima en la que seis comuneros fueron asesinados por el grupo militar encubierto Colina en 1992.

Comentó, en ese sentido, que recibió "de manera sorpresiva" la información de que la Fiscalía solicitó que Fujimori afronte este proceso en arresto domiciliario.

Aseguró que esta petición "no es proporcional" ya que, en su opinión, no existe el riesgo de fuga o de obstaculización a la Justicia, por lo que dijo que está "convencido de que en la audiencia donde vamos a debatir la pertinencia vamos a ganar".

Riera informó, además, que su intención es cuestionar la tesis de la "autoría mediata" (con dominio del hecho) que se utilizó para condenar a Fujimori en 2009 a 25 años de cárcel por las masacres de Barrios Altos y La Cantuta, cometidas por el grupo Colina, así como por el secuestro de un periodista y un empresario.

"Mi labor como defensa es buscar la inocencia del expresidente", sostuvo antes de considerar que "existen mecanismos constitucionales" para revertir la sentencia dictada hace casi 15 años.

Aunque no ofreció mayores detalles sobre el procedimiento al que piensa recurrir sostuvo que también está convencido de que van "a ganar" en esa instancia.

Tras haber sido liberado durante la tarde de este miércoles, el expresidente Fujimori pasó la noche en la casa de su hija Keiko Fujimori, en el distrito limeño de San Borja.

Horas después de su liberación, el Gobierno peruano ratificó su adhesión a la Convención Americana sobre Derechos Humanos (conocido como Pacto de San José), y señaló que solo acató la sentencia del máximo tribunal constitucional del país, a pesar de que la CorteIDH le pidió no hacerlo.

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