Aficionados al motor: cómo comprar un Porsche 911 de segunda mano

Para los entusiastas del motor, el Porsche 911 es el deportivo por excelencia. La forma, la tecnología y sus éxitos en competición son los pilares en los que se basa el mito de Porsche, y especialmente el mito del 911. 

Compartir
Compartir articulo
HANDOUT - Un Porsche 911 Serie G. Foto: Porsche AG/dpa - ATENCIÓN: Sólo para uso editorial con el texto adjunto y mencionando el crédito completo
HANDOUT - Un Porsche 911 Serie G. Foto: Porsche AG/dpa - ATENCIÓN: Sólo para uso editorial con el texto adjunto y mencionando el crédito completo

Para los entusiastas del motor, el Porsche 911 es el deportivo por excelencia. La forma, la tecnología y sus éxitos en competición son los pilares en los que se basa el mito de Porsche, y especialmente el mito del 911. 

"Durante años, el 911 fue un coche puramente deportivo de un fabricante de coches deportivos, como (también es el caso de) Ferrari, y no un coche deportivo de una empresa mixta como BMW o Mercedes", señala Frank Wilke, de la empresa alemana de análisis de mercado Classic Analytics. "Así es como surgió este mito", añade.

"Un garaje sin un Porsche 911 es solo un agujero negro y vacío", dijo una vez el alemán Walter Röhrl, icono del mundo del rally.

El 911 ha sido el epítome del coche deportivo durante décadas y es el coche con el que muchos conductores siempre han soñado. Como los nuevos cuestan mucho más de 100.000 euros (aproximadamente 105.000 dólares estadounidenses), muchos aficionados con menos poder de adquisición eligen un coche usado. 

"Técnicamente, el 911 ha avanzado con el tiempo, pero sigue teniendo la fascinación de antaño. Se conduce de forma deportiva, pero es adecuado para el uso diario", afirma Henning Hinze, director editorial de la publicación alemana "Auto Bild Klassik". 

Con el motor bóxer de seis cilindros en la parte trasera, el 911 también ofrece un concepto de motor y un comportamiento de conducción únicos. Según Heinze, un 911 es práctico en cualquier situación. "Con el 911, se puede conducir lentamente en la ciudad y a más velocidad en los puertos de montaña. El rugido del motor trasero es una experiencia única", explica el experto.

Todo esto tiene su precio: conducir un Porsche nunca ha sido barato y nunca lo será. En el caso de los 911 refrigerados por aire, Hinze señala que los modelos de la serie G entre 1973 y 1989 son una buena opción, especialmente los modelos de finales de los 70 y principios de los 80 con motores bóxer de 2,7 y 3,0 litros. 

La primera serie F (1963 a 1973), prosigue, es purista, cara y sensible, mientras que el posterior tipo 964 (1989 a 1994) es muy caro de mantener. El último bóxer refrigerado por aire, el tipo 993 (1993 a 1998), nunca ha sido asequible.

La opción más económica en el mundo del 911 la ofrece actualmente el modelo conocido internamente como 996, lanzado al mercado hace 25 años. "A pesar de que el cambio de la refrigeración por aire a la refrigeración por agua representó para los férreos seguidores de Porsche el fin del mundo y de que los faros ovalados fueron muy criticados, el 996 sigue ofreciendo hoy en día un manejo deportivo y confortable", afirma Frank Wilke.

Según Hinze, los modelos a partir de los cambios introducidos en 2001 son adecuados para el uso diario y ofrecen "mucho Porsche por su precio", y los hay en buen estado por menos de 25.000 euros. Los modelos con transmisión automática, añade, son más asequibles porque tienen menos demanda, pero el cambio automático de convertidor de par es menos ágil.

Sin embargo, después de haber tocado fondo hace ocho años, los precios de los 996 están subiendo ligeramente. Según Classic Analytics, los modelos en buen estado valen unos 27.000 euros.

"Aunque el 996 sea el 911 más económico, no significa que sea barato. Las piezas de recambio y las reparaciones pueden costar mucho dinero, ya que el modelo monta componentes más complejos", advierte Wilke. Por ello, Henning Hinze aconseja comprar el coche más caro, ya que el 20 por ciento de vehículos más económicos suelen estar en mal estado, y, además, la diferencia de precio entre un coche bueno y uno mejor es pequeña.

"En el caso de un coche barato, puede ser que el dinero ahorrado tenga que ser destinado a las reparaciones y que solo alcance para pagar la mitad de los costes", enfatiza Hinze. Como regla general, el experto explica que cualquier pieza cuesta al menos 1.000 euros, independientemente de si se trata de los frenos, los neumáticos, los muelles o el sistema de calefacción. Según Hinze, una revisión del motor con desmontaje cuesta al menos 15.000 euros.

El mantenimiento es especialmente importante en los modelos usados, también debido a los elevados costes de reparación. En el caso de reparaciones extensas, se recomienda encargar a un experto un peritaje que deberá incluir fotos y factura. 

También se recomienda disponer de un historial bien documentado. Los trabajos de mantenimiento y reparación no tienen por qué haber sido realizados en un Centro Porsche. "En la mayoría de las ciudades hay especialistas para los modelos más antiguos de Porsche que suelen tener más experiencia", señala Hinze. 

Thorsten Rechtien, de la organización certificadora alemana Tüv, opina que la inspección de un coche deportivo usado no difiere de la de otras categorías de vehículos. "Sin embargo, si un coche deportivo se conduce como tal, es decir, de forma más deportiva y a menudo a plena carga, los interesados deberían examinar detenidamente las piezas de desgaste", afirma el experto. Además, recomienda inspeccionar el vehículo acompañado de alguien que tenga conocimientos sobre coches deportivos y sus peculiaridades.

dpa