Entra en vigor nueva normativa europea para el comercio electrónico

Una nueva directiva europea sobre comercio electrónico impone nuevas obligaciones de información a vendedores, mercados y plataformas en línea. Esta establece que los comerciantes tendrán que facilitar mucha información que hasta ahora se han negado a proporcionar o de la que cual no se han creído responsables. La medida atañe, en particular, a la presentación de las ofertas y sus precios. 

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ILUSTRACIÓN - La nueva normativa europea sobre comercio electrónico apunta a otorgarle mayor transparencia a ventas y contratos. Foto: Silas Stein/dpa
ILUSTRACIÓN - La nueva normativa europea sobre comercio electrónico apunta a otorgarle mayor transparencia a ventas y contratos. Foto: Silas Stein/dpa

Una nueva directiva europea sobre comercio electrónico impone nuevas obligaciones de información a vendedores, mercados y plataformas en línea. Esta establece que los comerciantes tendrán que facilitar mucha información que hasta ahora se han negado a proporcionar o de la que cual no se han creído responsables. La medida atañe, en particular, a la presentación de las ofertas y sus precios. 

Los mercados y plataformas donde los consumidores celebran contratos con terceros deben indicar si el vendedor es una empresa o un particular. Esto se debe a que en una venta privada no hay derecho de desistimiento y, por regla general, no hay garantía.

Los portales de reserva y comparación de precios también deben indicar si asumen la ejecución de determinados servicios para los proveedores que enumeran, por ejemplo en el caso de los coches de alquiler. Esto es importante porque, de lo contrario, puede no estar claro quién es el responsable en caso de problemas y preguntas.

Los vendedores online deben resaltar los casos en que muestran precios personalizados a los consumidores, es decir, precios que se adaptan a una persona mediante un algoritmo que utiliza datos o características personales.

La nueva normativa no afecta los denominados precios dinámicos, que fluctúan de forma más o menos fuerte a lo largo del tiempo, pero que se aplican a todos por igual. 

Los portales de comparación de precios deben utilizar una lista para indicar qué proveedores han sido incluidos en la comparación. Esta medida apunta a evitar la impresión errónea de que han sido considerados todos los proveedores del mercado. Según las asociaciones de protección al consumidor, el problema es que los consumidores se quedan sin conocer a otros proveedores importantes para poder tenerlos en cuenta en su búsqueda.

Los portales también deben explicar cómo elaboran su lista de resultados. Una sección de información adicional debe indicar qué parámetros principales se tienen en cuenta y en qué medida influyen en el resultado global. Entre estos se encuentran, entre otros, el número de visitas, las valoraciones o el número de ventas, las comisiones y los honorarios.

Las tiendas y los portales deben explicar si toman medidas para garantizar que las reseñas solo provengan de clientes que realmente han comprado o reservado el producto o servicio correspondiente. También deben explicar en qué consisten estas medidas.

Desde el punto de vista de las asociaciones de protección al consumidor, esta especificación también entraña un problema: los proveedores no están obligados a introducir medidas para combatir las reseñas falsas. En este sentido, los expertos echan de menos una normativa más estricta, ya que las reseñas son una importante fuente de información para muchos a la hora de comprar en Internet, pero a menudo son manipuladas o falsificadas.

Quedan excluidos de los nuevos requisitos de información para el comercio en línea los contratos de servicios financieros, así como los préstamos, los seguros y las prestaciones de jubilación para particulares.

dpa