El boxeador de origen cubano Lorenzo Sotomayor, pariente del histórico saltador Javier Sotomayor, cayó eliminado este sábado en su debut en los Juegos de Tokio, cinco años después de su inesperada plata en Río, representando a Azerbaiyán.
Sotomayor, de 36 años, perdió ante el georgiano Eskerkhan Madiev en la categoría de peso welter (63-69 kg) después de que el árbitro parara la pelea con un minuto y 27 segundos por disputar debido a una lesión en un ojo del representante de Azerbaiyán.
El púgil, nacido en La Habana, estaba en desventaja en el marcador al arrancar el tercer asalto en la arena Kokugikan de Tokio.
Sotomayor, que había recibido varios fuertes golpes consecutivos, encajó con furia la decisión del árbitro peruano Miguel Anco Bobadilla y, volteando la cabeza, estrelló un puñetazo contra una de las protecciones del ring.
Visiblemente molesto, el púgil también pasó por la zona mixta sin hacer declaraciones.
La temprana eliminación es un jarro de agua fría para un boxeador que en Río dio una gran sorpresa al plantarse en la final de los 64 kilos cuando apenas dos años antes era vendedor ambulante en las calles de La Habana.
Primo del legendario recordista mundial y campeón olímpico de salto de altura Javier Sotomayor, Lorenzo había dejado el boxeo para dedicarse a vender viandas y zapatos para mantener a sus dos hijos pequeños.
Tras marcharse de Cuba y casarse con una joven rusa asentada en Bakú, capital de Azerbaiyán, Sotomayor fue descubierto en un gimnasio local por el entrenador cubano Pedro Roque, quien ha preparado también a otros notables púgiles estadounidenses que hicieron carrera en el profesionalismo.
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