En busca de la unidad europea para los futuros lanzadores espaciales

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El cohete Ariane 6 no volará hasta dentro de un año, pero los europeos, divididos y presionados por el éxito del estadounidense SpaceX, tratan de repensar una estrategia para garantizarse la autonomía de acceso al espacio en el futuro.

Estados Unidos, que dedica cinco veces más de presupuesto al espacio que los europeos, ha optado por comprar los servicios de lanzamiento en vez de desarrollar su propio programa, lo que ha favorecido el éxito de empresas como las del millonario Elon Musk, que proponen cohetes reutilizables.

La consecuencia es que "las normas de los lanzadores se definen actualmente fuera de Europa", advierte Thierry Breton, el comisario europeo encargado del dosier espacial.

"¿Teniendo en cuenta las perturbaciones del sector que observamos, nuestro enfoque actual nos llevará con éxito hasta 2050? Lo dudo mucho y creo que necesitamos una estrategia más ofensiva y más agresiva", dijo Breton en una conferencia espacial europea en Bruselas.

La cuestión es crucial. Sin acceso al espacio, no hay política espacial, y menos para un país como Francia ya que las tecnologías de los lanzadores las utiliza para su disuasión nuclear.

El cohete italiano Vega C volará este año y Ariane 6 en 2022, pero los europeos buscan reflexionar sobre cómo serán sus sucesores y cuál será el papel de lo público, que representa cerca del 80% de las necesidades de lanzamiento en el mundo.

¿Se debe renunciar, en nombre de la eficacia, a la denominada regla de retorno geográfico en vigor en el seno de la Agencia Espacial Europea ((ESA)? Esta prevé pedidos industriales proporcionales a las contribuciones de cada país.

¿Hay que pensar en una "Ariane Next" (que reemplazará a Ariane 6) sobre la que trabaja ArianeGroup con los programas Prometheus (motor de bajo costo reutilizable) y Themis (módulo del vehículo reutilizable), o dejar espacio para pequeños lanzadores para los que se multiplican los proyectos, en particular en Alemania?

- "El huevo y la gallina" -

Para Thomas Jarzombek, coordinador del gobierno alemán para el programa espacial, "Ariane debe volverse mucho más competitiva, lo que necesitará cambios organizativos importantes".

"La respuesta de la UE no puede consistir en decir que vamos a seguir con la misma organización que tenemos desde hace 20 años y simplemente modernizar la tecnología de los vehículos espaciales", dice a la AFP, antes de señalar que es favorable a la apertura de los vuelos de la ESA a otros lanzadores diferentes a Ariane y Vega.

Para el director general de ESA, Jan Wörner, se necesitaría "más competencia" en Europa para los futuros lanzadores. "Si tuviéramos un lanzador más barato, podemos lanzar más y si se lanza más, se puede reducir el costo del lanzamiento. Es el huevo y la gallina", resume.

Ante la tensión francoalemana, los ministros de Economía de los dos países, Bruno Le Maire y Peter Altmaier respectivamente, confirmaron en diciembre en un comunicado conjunto su determinación de "llevar a cabo" el proyecto Ariane 6, e instaron a la industria a "mejorar la eficacia y la competitividad", haciendo hincapié en la "orientación crucial" que supone el desarrollo de microlanzadores.

En cambio, se abstuvieron de mencionar la consolidación entre ArianeGroup, el italiano Avio y el alemán OHB -que participan en Ariane 6-, como hace meses deseaba el ministro francés.

De hecho, "Alemania hizo sus deberes", dice el presidente de Arianespace Stéphane Israël. Berlín contribuyó con 54 millones de euros de los 218 millones adicionales (65 y 264 millones de dólares, respectivamenteariabe

) acordados en diciembre por los Estados miembros de la ESA para el programa Ariane 6 que se retrasó debido a la pandemia.

Para Thierry Breton, "Europa no puede permitirse dividirse sobre estas cuestiones estratégicas" y debe ser "capaz de ir más allá de los intereses nacionales".

El comisario europeo espera reunir "en los próximos meses" a ESA, los industriales, los Estados miembros y el Parlamento Europeo en torno a una "alianza europea de lanzadores" para establecer una "hoja de ruta europea común para la próxima generación de lanzadores".

De ello depende su futuro, resume una fuente francesa, que asegura que "no hay ningún interés ni para los alemanes ni para los italianos ni para los franceses en competir (entre ellos) con SpaceX delante".

mra-jpl/ak/af/mar