EEUU lanza campaña de presión contra líder sirio Asad con batería de sanciones

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Estados Unidos anunció este miércoles "una campaña de presión económica y política" contra el gobierno sirio, con sanciones a decenas de personas y entidades oficiales, incluyendo al presidente Bashar al Asad y su esposa.

"A partir de hoy (...) cualquiera que haga negocios con el régimen de Asad, en cualquier parte del mundo, está expuesto a restricciones de viaje y sanciones financieras", dijo el secretario de Estado, Mike Pompeo, en un comunicado.

"Anticipamos más sanciones y no nos detendremos hasta que Asad y su régimen detengan su innecesaria y brutal guerra contra el pueblo sirio" y "acepte una solución política", aseguró Pompeo.

La primera andanada de sanciones está dirigida a 39 personas o entidades a las cuales se les congelará cualquier activo en Estados Unidos.

Entre ellas, figuran muchos miembros de la familia del presidente sirio. Algunos ya estaban en otras listas negras estadounidenses, pero otros, como su esposa Asma al Asad, son sancionados por primera vez por Washington.

Según el jefe de la diplomacia estadounidense, muchas de las personas y compañías señaladas en las sanciones "jugaron un papel clave en la prevención de una solución política pacífica al conflicto", mientras que otras "ayudaron y financiaron las atrocidades del régimen de Asad" con el objetivo de "enriquecerse".

Asad es objeto de sanciones de Estados Unidos desde que comenzó a aplastar un levantamiento opositor en 2011.

Pompeo subrayó que el objetivo de las sanciones es obligar a Asad a aceptar la Resolución 2254 del Consejo de Seguridad de 2015, que pide un alto el fuego, elecciones libres y una transición política en Siria.

Más tarde, la Casa Blanca justificó el anuncio al señalar que los afectados eran "leales al régimen, financistas sirios que apoyan un esfuerzo de reconstrucción corrupto e individuos involucrados activamente en los ataques de alto el fuego en el norte de Siria ".

- Beneficios de la guerra -

Por su parte, Asma al Asad, nacida en Gran Bretaña e hija de un cardiólogo y una diplomática, es una exbanquera de inversiones que había sido considerada una partidaria de reformas progresistas y una cara moderna en la familia Asad.

Pero en su declaración, Pompeo la acusó de convertirse, con el apoyo de su esposo y su propia familia Akhras, "en una de las personas que más se ha beneficiado de la guerra en Siria".

El anuncio de las sanciones se realiza al amparo de la "ley César", promulgada en diciembre por el presidente Donald Trump. César es el seudónimo de un exfotógrafo de la policía militar siria que desertó en 2013 y difundió unas 55.000 imágenes que ilustran la brutalidad y los abusos en las cárceles sirias.

Entre los sancionados, figuran también Mohamed Hamsho, uno de los empresarios más destacados de Siria, y los Fatemiyoun, una división comandada por Irán de combatientes musulmanes chiítas afganos que se desplegó para apoyar a Asad.

El Tesoro de Estados Unidos también ha incluido en la lista negra a personas y compañías acusadas de malversar el esfuerzo de reconstrucción al usar tierras "expropiadas" que favorecieron el desplazamiento masivo de poblaciones enteras para "construir propiedades lujosas", particularmente en "áreas de Damasco que todavía eran recientemente vecindarios de clase trabajadora cercanos a la oposición ".

Asad, que cuenta con el respaldo de Rusia e Irán, ha logrado recuperar prácticamente toda Siria, excepto el área de Idlib, después de una guerra que ha provocado más de 380.000 muertos.

Un proceso de conversaciones de paz impulsado por la ONU no logró avanzar y Asad lanzó el año pasado una gran ofensiva respaldada por el poder aéreo ruso para recuperar Idlib.

Ahora, Alemania y Bélgica enviaron el miércoles un proyecto de resolución al Consejo de Seguridad de la ONU que extiende la autorización para cruzar la frontera siria por un año para entregar ayuda humanitaria.

El borrador, al que accedió la AFP, establece que más de 11 millones de personas en Siria "requieren asistencia humanitaria" y que autorizar los cruces fronterizos "sigue siendo una solución urgente y temporal para abordar las necesidades humanitarias de la población".

En enero, los cruces fronterizos autorizados hacia Siria se redujeron de cuatro a dos, ambos en la frontera con Turquía.

El proyecto de resolución también pide "una excepción" para permitir el uso de un cruce fronterizo en la frontera de Siria con Irak durante seis meses para enviar ayuda en beneficio de unas 1,3 millones de personas en la región.

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