El regreso del Mariscal: Gabriel Milito arregló con Independiente y será el nuevo entrenador

El ex defensor llegó a un acuerdo con la dirigencia y se convertirá la próxima semana en el flamante técnico del club. Llega por 18 meses y con el mismo cuerpo técnico que lo acompañó en Estudiantes

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"Mi deseo es dirigir Independiente y pienso que, tarde o temprano, lo voy a hacer". No había dudas que la relación entre el Rojo y Gabriel Milito iba a tener un nuevo capítulo luego de años de amor corporal y a la distancia. El Mariscal supo representar a la perfección el ideal del hincha de Independiente en épocas donde las vacas flacas coparon los límites de las fotos.

Y esa nueva etapa comenzará en los próximos días, cuando le ponga la firma al acuerdo que alcanzó hoy con la dirigencia de Independiente luego de una reunión en la que no se habló de números pero sí de proyectos. Mañana se volverán a juntar para sí limar el tema económico y finalizar la negociación. Igualmente, lo más importante ya está cerrado: Milito será el reemplazante de Mauricio Pellegrin y será presentado la próxima semana.

El iGaby/i firmará por 18 meses (hasta diciembre del 2017), acompañando a la actual dirigencia hasta el final de su mandato. Todavía no hay casos específicos de continuidades y salidas, pero sí se sabe que seguramente Fernando Beron siga como DT de Reserva. ¿Su cuerpo técnico? El mismo de Estudiantes: Leandro Ávila y Francisco Berscé como ayudantes de campo, Horacio Ferrera y David Filomento en la preparación física, más la presencia de Sergio Di Bartolo como entrenador de arqueros.

La carrera del Mariscal hasta aquí es tan corta como resonante, a juzgar por los elogios de quienes lo rodearon. Pep Guardiola coqueteó con llevarlo como ayudante de campo y desde Estudiantes, única experiencia en Primera, lo elogiaron sus ex dirigidos. "Sacando a Sabella, Milito es el mejor DT que tuve en mi carrera", se animó la Gata Fernández; y se le sumó Cerutti: "Es uno de los mejores técnicos que tuve".

Lo cierto es que en La Plata duró poco más de siete meses en los que tuvo más del 60% de efectividad gracias a los 16 partidos que ganó y 8 que empató (perdió 6). Aunque, claro está, por Avellaneda los números poco importan. "Creemos que con Milito se va a consolidar el deseo de ser campeones", ajustó la vara el directivo Maldonado, dejando en claro que la obligación del Mariscal será levantar una de las tres competencias que disputará el club (Copa Argentina, Copa Sudamericana y torneo local).

La base que recibirá el flamante entrenador de apenas 35 años es de importancia y que viene en alza desde lo estadístico: sumó el 50% de efectividad con Almirón y la elevó a más del 60% con Pellegrino. Sin embargo, a ninguno de los dos le alcanzó eso para seguir en un club que está desesperado por volver a llenar las vitrinas.

LOS DESENCUENTROS DEL PASADO

Más allá de su rico romance con el Rojo desde lo futbolístico, el Mariscal ya tuvo un paso como entrenador de la Reserva por el club y estuvo cerca de agarrar la Primera cuando se fue Omar De Felippe, pero entendió que ese no era su momento. En aquel entonces, y enfrentado con algunos dirigentes del día a día, pegó un portazo como coordinador de las inferiores que hizo tambalear las estructuras.

"Pretendían otras cosas. Me sentí casi con la obligación de tomar esa decisión", explicó por entonces el Mariscal la decisión de su salida. En las últimas horas, Noray Nakis, uno de los pesos pesados que está cercano al fútbol, recogió el guante y reconoció algunos resquemores. "Si para que esté Milito no tengo que estar en Independiente, no estaré", avisó en Sportia. Más allá de eso, Moyano hijo trajo tranquilidad: "Le vamos a dar todo lo que necesite para que pueda desarrollarse sin problemas".

En aquella ocasión el hombre que brilló en el Barcelona no soportó que le quisieran tocar a sus colaboradores más cercanos para poner hombres de la dirigencia y optó por irse. Igualmente, siguió aportando a la institución con una fastuosa obra que se inaugurará próximamente. Ahora, con la responsabilidad de ganar un título y la exposición de ser el máximo jefe del plantel profesional, deberá mostrar su temperamento para soportar la presión que tiene un club ávido de triunfos.