Carlos Souto: "Los debates son como las primeras citas, nunca se sabe lo que puede pasar"

El multipremiado creativo y consultor político argentino Carlos Souto habló con Infobae TV sobre las técnicas para salir airoso en un debate presidencial como el que se realizará el domingo. "Hay técnicas para golpear y también técnicas para amortiguar los golpes", precisó, y consideró que lo importante es cómo llegue cada candidato a la cita. Dijo que a Joao Santana le va mal en la Argentina "no por falta de suerte, sino porque no sabe cómo hacerlo", ya que "el electorado argentino es más sofisticado". También habló de las amenazas que recibió por trabajar en una campaña contra la ley de medios, que lo llevaron a tomar la decisión de irse del país.

— En la Argentina hay una expectativa importante sobre el debate presidencial que se realizará el próximo domingo. Sos un experto en el tema, ¿qué debemos esperar?

— Bueno, gran parte de mi carrera la hice en la Argentina, donde no hubo debates presidenciales, pero sí hubo debates relativamente importantes, aunque ninguno como éste. En el exterior uno puede ver la importancia de los debates en las democracias, así que estamos frente a algo histórico. Lo esperable es que haya mucha preparación técnica de parte de los candidatos y que el que está atrás, que en este momento es Daniel Scioli, ataque rudamente y tenga alguna sorpresa bajo el brazo. Eso dependerá del qué y del cómo. Qué le diga, de qué lo acuse, y cómo lo haga. En cuanto a Macri, él es un hombre que está mucho mejor que Scioli. Igual, los debates son como las primeras citas, uno va preparado pero nunca sabe lo que de verdad puede pasar.

— Sabemos que cada uno tiene su equipo experto que los está ayudando, sabemos que tienen coach para entrenarse. ¿Hay técnicas generales para experiencias de este tipo?

— Sí, las hay. Se dividen en dos, hay coach que entrenan muy bien el cómo, tu actitud gestual, que mires para acá, que cuando lo ataques lo mires a los ojos, y que luego mires a la cámara. Son movimientos que van a suceder el domingo, podría anticiparlo. Si ven que Scioli se da vuelta, lo señala con el brazo izquierdo extendido y luego mira a la cámara y le dice a la gente, "ven tal cosa", todo eso es cómo se encara un debate y cuál es la actitud gestual. Pero hay un gran bagaje de importancia en el qué, de qué lo acusás al tipo, o qué aspecto negativo resaltás. Estoy pensando más en Scioli, que es quien más necesita este debate. Evidentemente, Macri es un gran tipo, porque en la primera vuelta le convenía debatir y el otro no quiso. Y en este momento no le conviene hacer nada, y va a debatir porque está convencido, y me enorgullece que en la Argentina suceda esto.

— Creo que de todos modos frente a su electorado no hubiera quedado bien que se resistiera al debate presidencial. Ahora, ¿hay técnicas para reaccionar frente a lo inesperado, o no?

— Sí, claro, hay técnicas para golpear, y hay técnicas para amortiguar los golpes. Yo preparé debates en la Argentina, como Ibarra contra Cavallo, que fue un debate muy fuerte, y muchos. Sin embargo, la verdad es que a medida que la especialización crece ahí necesitás gente muy enfocada muy precisa, que te enseñe también cómo defenderte. Si tu actitud en ese momento no es la correcta, se dice que podés agrandar los alcances del ataque hasta cinco veces. Esto es, si te reís con lo que te están diciendo cuando no se debe, o hacés cualquier tipo de gesto incorrecto, puede ser muy malo. La preparación específica es importantísima, pero claro, depende cómo llegue cada candidato, porque creo que los principales problemas que tiene Scioli son de actitud gestual. Circulan fotos que realmente son muy negativas para él, cuando uno tiene un equipo tan importante también tiene que cuidar las fotos, no digo traer a Pit Souza, el fotógrafo de Obama, pero sí tenerlo cuidado por ese lado.

— Ahora, lo que se plantea en esta etapa de la cultura, es que las redes sociales son incontrolables. Vos aludís a fotos donde se lo ve muy incómodo a Daniel Scioli muy incómodo frente a gente que se acerca a saludarlo, y donde él reacciona mal. ¿Cómo se hace para que las redes no intervengan en una campaña?

— No se puede evitar hoy en día eso, no se puede evitar nada de lo que sucede en las redes sociales, gracias a Dios. Pero sí se puede es trabajar positivamente para cargar el otro plato de la balanza. Yo no veo ninguna foto de Scioli buena.

— ¿Qué le recomendarías a Daniel Scioli si fueras su consultor en este debate del domingo?

— Que cambie de coach.

— ¿Y qué le recomendarías a Mauricio Macri?

— Que esté tranquilo. Yo creo que va a estar tranquilo, porque hace mucho que viene trabajando en este proyecto. Hay que reconocerle que armó el PRO y lo mantuvo, y fue siempre coherente, no cambió su equipo aún cuando tuvo problemas y cometió errores, lo que habla muy bien de él. Si sigue así, pues ganará.

— ¿Creés que las campañas negativas tienen impacto en la Argentina? Aquí hubo muchas notas sobre Joao Santana, un consultor brasileño, que fue consultado por el oficialismo.

— Brasil es una isla en sí misma por su tamaño, por el idioma, a pesar de que tenemos tanta afinidad y somos tan amigos con ellos, y tenemos tanto en común, pero en Brasil sí funcionan las campañas de contraste, negativas, inclusive las sucias, las que dicen mentiras o difamaciones. Sin embargo, en Argentina no. Somos un poco más sofisticados. La prueba está en que este señor Santana que gana elecciones para dictaduras africanas o para Chávez, en Argentina nunca ganó. En el 99 perdió frente a un equipo del que yo formaba parte, y luego lo único que pudo hacer es ganar la provincia de Córdoba, y después perdió siempre, yo recomendaría que abandone este mercado. Su estrategia es demasiado para la Argentina, se le ven los hilos. En otros lugares tiene mucho éxito, reformando constituciones y haciendo eternos algunos presidentes, pero en nuestro país no es que no tiene suerte, sino que no sabe cómo hacerlo.

— Carlos, ¿dónde estás ahora?

— Estoy en Qatar, en Doha. Aquí mi organización tiene una oficina, tenemos sede en Miami, en Madrid, en México, y aquí. Ahora estamos participando en la comunicación del día nacional de Qatar, que es el 18 de diciembre.

— No sé si querés hablar de esto, o no, vos te fuiste del mercado argentino, tu oficina central ahora está en Miami.

— No solo mi oficina central está en Miami, también mi familia. Sí, me fui, en el 2009 hice mi última elección. Las dos elecciones grandes que quiso ganar Kirchner se la ganamos. Una, con Carlos Menem en el 2003 porque pensé que así salvaba la Argentina de Duhalde, y entró Kirchner. Y en el 2009 cuando perdió por muy poquito. Después, yo estaba trabajando en contra de la ley de medios, me contraron porque yo tenía una gran experiencia en Venezuela y en Ecuador sobre estas leyes de medios, que son una copia en todos los populismos. Yo conocía muy bien el caso de Venezuela, había estado trabajando para difundir los problemas que tenía esa ley. Y en la Argentina eso me valió una persecusión política muy grande, muchas amenazas muy subidas de tono. Así que en el 2011 creí que tenía que irme, y me fui.

— ¿Te fuiste de Argentina porque te sentiste amenazado?

— No, porque fui amenazado. En Argentina, la dirección de nuestra agencia era nombrada por lo menos una vez por semana por un programa que hay en Contienental por este señor uruguayo que daba la dirección de nuestra agencia. Recibimos piedrazos, botellazos, y había muchas amenazas que mis abogados tienen documentadas. Decidí irme, y tengo una hermosa familia que pude armar en Miami, tengo un niño muy pequeño ahí, que es una maravilla, así que vuelvo cuando puedo.