En declaraciones al periódico suizo Schweiz am Soontag, Blatter afirmó que no reclamó nunca dinero a la Federación Alemana de Fútbol (DFB) y recordó un consejo de su padre: "nunca aceptes dinero que no te hayas ganado y no intentes nunca alcanzar tus metas con dinero".
Sus declaraciones son el último capítulo en la polémica que se ha desatado en Alemania tras una factura, hasta ahora inexplicable, de USD 10 millones en 2005 por parte de la federación de ese país para la FIFA.
El presidente de la DFB, Wolfgang Niersbach, intentó explicar esta semana la transacción en una rueda de prensa, pero sólo abrió nuevos interrogantes e hizo reaccionar a su predecesor Theo Zwanziger, quien asegura que sí hubo una "caja negra" en la candidatura alemana al Mundial.
Según el dirigente, en una reunión en Zúrich en enero de 2002 el presidente de la FIFA le ofreció a Beckenbauer una subvención de USD 257 millones para financiar las obras del mundial. Cifra similar a la otorgada a la organización del Mundial de Corea-Japón.
La condición para recibirla era transferir previamente USD 10 millones a la Comisión de Finanzas de la FIFA, pago que estuvo de acuerdo en asumir Beckenbauer y que finalmente efectuó el entonces jefe de Adidas, Robert Louis-Dreyfus, fallecido en 2008.
La DFB devolvió a Louis-Dreyfus su dinero en 2005.
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