Una orca quedó atrapada en la bahía de Hartley en Columbia Británica, Canadá. Todo comenzó cuando un grupo de cetáceos aparentemente trataba de cazar lobos marinos y uno de ellos se acercó demasiado a la costa.
La pequeña hembra comenzó a llorar como si estuviera pidiendo ayuda al no poder moverse ni escapar. Guardacostas y voluntarios trataron de calmar al animal mientras intentaban salvarle la vida.
Los rescatistas la mantuvieron con vida durante 8 horas arrojándole agua y cubriéndola con prendas de ropa para protegerla de los rayos del sol. Su liberación se tornó dificultosa, ya que no podían arrastrarla con cuerdas.
Cuando la marea subió, fue capaz de liberarse y se alejó nadando. Al parecer, su familia no estaba lejos. Según los investigadores, se escuchó cómo el animal se comunicaba con ellos mientras esperaba ser liberada.