Para recordar el hecho hay que remontarse a 1994, cuando Mauro Camoranesi jugaba en la liga de la ciudad bonaerense de Mar del Plata. Su equipo, Aldosivi, enfrentaba a su clásico rival, Alvarado. Durante el partido, el actual delantero de Racing fue a disputar una pelota dividida con Roberto Pizzo, de 18 años, y le provocó una seria lesión.
Pizzo perdió el 39% de la capacidad de su rodilla izquierda y tuvo que poner fin a su incipiente carrera futbolística. Entonces, decidió acudir a la Justicia, que falló a su favor: la Cámara Civil y Comercial de la ciudad había condenado al ex campeón del mundo con Italia a pagarle 200 mil pesos argentinos (poco más de 42 mil dólares) y este lunes la sentencia fue ratificada por la Suprema Corte de la provincia.
"Si bien no se puede calificar el accionar como intencional, denota una notoria torpeza, un exceso en la práctica del deporte, anormal y evitable y un grosero apartamiento de las reglas del deporte", habían concluido los magistrados de la segunda instancia judicial.
Reincidente
El caso hizo recordar, en Argentina, el incidente que Camoranesi protagonizó hace poco tiempo, cuando jugaba en Lanús y cometió un acto de violencia contra el volante de su actual club Patricio Toranzo, quien sufrió un golpe muy brusco.