Chávez insiste en que Bolívar fue asesinado

Según un estudio sobre sus restos, el prócer venezolano habría muerto por un tratamiento médico tóxico. Pese al resultado, el mandatario reiteró que el Libertador fue envenenado por enemigos colombianos

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En 2007, Chávez ordenó la costosa y polémica investigación en medio de un agudo conflicto diplomático con Colombia. Finalmente, los restos del Libertador fueron exhumados a mediados del 2010 a pesar de las fuertes críticas de la oposición.

"Queda abierta (...) la posibilidad de envenenamiento o intoxicación no intencional producto de la aplicación de tratamientos contaminados con arsénico", aseguró este lunes el vicepresidente, Elías Jaua, durante la presentación de los resultados del estudio.

Pese a las conclusiones de la investigación -que no pudo precisar la causa de la muerte de Bolívar-, Chávez insistió de nuevo en su teoría del asesinato, en contraste con la versión histórica de que falleció por tuberculosis, algo que se había descartado días atrás.

"Yo creo que lo mataron a Simón Bolívar. Creo que lo asesinaron. Lo digo y asumo mi humilde responsabilidad ante el pueblo y ante la historia. No tengo pruebas, no sé si las tendremos, pero son las circunstancias", dijo el mandatario en un contacto telefónico durante la presentación del informe.

Chávez venera la figura del cabecilla independentista, al punto tal que llegó a cambiar el nombre del país a República Bolivariana de Venezuela. También lo cita profusamente en sus discursos y utiliza su nombre para bautizar obras públicas, planes de gobierno y campañas electorales.

De hecho, el mandatario regresó el sábado de Cuba tras terminar la primera fase de quimioterapia de su tratamiento contra el cáncer para participar activamente en las celebraciones por el aniversario del nacimiento de Bolívar.

Chávez suele defender su proyecto socialista como heredero del legado político de Bolívar, quien batalló con la corona española por la independencia de Venezuela, Colombia, Panamá, Ecuador, Perú y Bolivia hasta su muerte en 1830. Sus adversarios critican que al mandatario ha tratado de adueñarse de la figura del Libertador para utilizarla como arma política contra la oposición.