Argentina pretende dejar de exportar gas a Chile en el mediano plazo

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El gas argentino en Chile puede convertirse en historia, según el ministro de Planificación de Argentina, Julio de Vido.

"Argentina es un país que en el corto o mediano plazo pretende dejar de ser un exportador de gas, porque no tenemos volúmenes de excedentes como los que tiene Bolivia", dijo De Vido a la agencia UPI en La Paz.

Chile, que recibe 22 millones de metros cúbicos diarios, es el mayor importador de gas argentino y el sistema eléctrico que abastece a su zona más poblada, el SIC, tiene un parque generador que en un 40% se abastece de ese combustible.
En el norte, donde funcionan las grandes mineras, la dependencia es aún mayor. Las inversiones concretadas en Chile a partir de que se autorizaron las exportación de gas argentino suman cerca de US$ 5.000 millones en gasoductos, centrales eléctricas y redes de distribución.

Según De Vido, es el crecimiento económico de Argentina el que aumenta la demanda de gas en ese país y limita su capacidad para exportar.
El secretario de Energía de ese país, Daniel Cameron, fue menos categórico, pero insistió en La Paz en que el consumo argentino tiene prioridad sobre el chileno.
 "No hay restricciones, pero cuando nosotros requerimos un redireccionamiento de dos millones de pies cúbicos de gas, a lo mejor a Chile no le redireccionan nada", dijo.

Los responsables chilenos, que ayer no se pronunciaron de manera oficial, restaron dramatismo a las palabras de De Vido e hicieron saber a través de un vocero que éstas deben entenderse dentro del contexto en que las dijo, en La Paz y en medio de una negociación de precios para el suministro de gas boliviano a Argentina.
Además señalaron que en el caso del sistema eléctrico las empresas cuentan con respaldo y, en la parte domiciliaria, se puede suplir el gas natural (con propano).

De Vido y Cameron se llevaron ayer de Bolivia un compromiso para aumentar el suministro de gas de ese país desde 4 millones de metros cúbicos diarios a 6,5 millones, aunque los precios de compra del combustible deberán ser definidos por las empresas.

Reservas

Al conocer estas declaraciones, el gerente general de la Asociación de Gas Natural, Carlos Cortés, dijo que es el momento de pasar de "el diálogo amistoso a evaluar acciones jurídicas más concretas".
Chile puede argumentar el incumplimiento de un protocolo de 1995 con Argentina, que considera que no se le puede discriminar en caso de escasez de gas.

Sin embargo, Cortés -que representa a empresas como Metrogas, Energas, GasValpo, GasSur y Gasco- no coincide con De Vido en que no haya reservas.
Cree que el problema es de señales de precios que no incentivan a explorar nuevas recursos, que ampliarían las reservas privadas, y que aumentan la demanda en Argentina de gas natural.

En esa dirección, Repsol YPF, el mayor productor de combustibles en Argentina, anunció el viernes que descubrió dos nuevos pozos en la cuenca de Neuquén, la que abastece a la zona central de Chile.
La producción inicial de estos pozos, 120.000 y 350.000 metros cúbicos, respectivamente, en ningún caso es suficiente para suplir ni el aumento de la demanda en Argentina, ni cubrir los recortes que sufre Chile.

Cortes

Chile ha estado sometido a recortes intermitentes del suministro de gas argentino desde el primer semestre del año pasado, pero se acabaron con el fin del invierno.
"No sé por qué hay tanta inquietud, cuando no hay ningún problema", dijo el ministro de Economía y último responsable del sector eléctrico, Jorge Rodríguez, el pasado miércoles 22 de diciembre, para referirse a los temores de los que considera los agoreros de una nueva crisis energética en 2005.

Once días después, Chile enfrentó el primer recorte de gas de la temporada. El gobierno argentino obligó a los exportadores de gas natural a redireccionar parte de su producción, dado el aumento de las temperaturas, que a su vez incrementaron el uso del aíre acondicionado y la demanda por electricidad, que a su vez provocó más pedidos de gas.

Ramón Galáz, de la consultora Valgesta, piensa que los recortes aún no son relevantes y que tenderán a bajar en la medida que la actividad económica se modere en las próximas semanas a raíz de las vacaciones, pero en marzo podrían volver los problemas.

"Nosotros vemos dos escenarios. Con un año normal o de humedad, la crisis no debiera ser grave.
 Pero si es un año con pocas lluvias, nuestros modelos indican que hay riesgo medio de racionamiento en algunos períodos para los meses de mayo, junio y julio", indica.

Las personas en Chile no han sentido ni cortes gasíferos ni eléctricos y, probablemente, no los sentirán, salvo que la situación se vuelva extrema, pero la crisis llegó este año para instalarse entre los verdaderos afectados.
Las generadoras de electricidad y las distribuidoras de gas locales deben buscar combustibles alternativos o comprar electricidad más cara para cumplir sus contratos.
Las industrias que aún dependen del gas argentino para su funcionamiento tendrán que invertir en respaldo. Este grupo oyó con desazón cómo el secretario ejecutivo de la CNE (Comisión Nacional de Energía), Luis Sánchez, afirmó el pasado miércoles que el "corte de gas es un problema de privados".