Madonna, en los ojos de Jaime Bayly

Menos excitado que incómodo por el clima del show, Bayly subraya las diferencias que lo distancian del público.

Dice que salta a la vista que no pertenece a ese target glamoroso, que tiene algo de barriga, casi 40 años, y se considera un nerd (y quien dude de ello debería ver mi peinado o incluso mis libros, agrega al paso).

Más todavía. Va demasiado abrigado para esa noche de verano en Manhattan y nunca en su vida he ido a un concierto y, peor aún, el único concierto al que quiso ir, siendo adolescente, fue a uno de los Menudos, pero no fue porque papá le insistió en que todos los Menudos, y en general los cantantes de pelo largo, eran maricones.

Cabría entonces preguntarse: ¿por qué ha tomado la decisión, al parecer imprudente, de gastar 200 dólares para asistir al concierto de Madonna? La respuesta le resulta tan obvia como penosa. Bayly quiere fingir que es moderno, que tiene onda, que está a la vanguardia, que pertenece a la crema y nata, que Madonna y él son casi amigos y que...

Aunque, a lo mejor, se le olvidó la verdadera razón. Que quería escribir una reseña irónica para promocionar su nuevo libro, ?El huracán lleva tu nombre?, un remix de su biografía ya novelada en trabajos anteriores.