La foto la beneficiaría. ¡Y mucho! Porque en vivo se la vio peor… Sólo rescato el color. Porque si hay alguien que no puede usar todo ese escote cruzado, tramado, bordado, con manga larga y con ese volumen, era Adele. El diseñador la mató…
La industria la puso en un altar. Pero sabemos que si este vestido de Beyonce lo luce una de nuestras beldades locales, no sería más que un vestido sin estilo… Hoy no.
Puede entrar en un huevo, desnuda o cubierta por carne. Lady Gaga atravesó la alfombra roja de los Grammy rockeándola. ¡Sí!
Mucho se criticó su color porque ya se había visto, porque le faltó rock. También se apuntó a su flor. Sin embargo creo que Jennifer Lopez salió triunfante. Será el vestido más copiado por estos parajes, por novias, madrinas y conductoras.
Pelotas, pelotas, y nada más que pelotas… Lo de Girl Crush es simplemente antiguo, ella, su make up y su recurso. ¡No!
El extraño caso de Heidi Klum: cómo verse guapa sin importar la ocasión. Sólo lleva un vestido corto, unas sandalias, clutch… ¡y está perfecta!
El caso de cómo provocar sin estilo… Joy Villa no estuvo a la altura, y la superó más su ego que su apoyo a Donald Trump. ¡Hoy no!
¡La gran decepción! Aliada a Tom Ford, el mejor. Y ella tan bella y talentosa. Y siempre avant-garde. Pero esta noche algo no funcionó con Katy Perry. ¡¿Qué?! Todo…
Llevó un vestido de diseño, con un recurso de técnica y escote muy visto. Pero a Demi Lovato le queda muy bien. Hoy sí.
Ser compositora no te garantiza creatividad… Jacqueline Van Bierk lo demostró en los Grammy con el trabajo de un mediocre alumno de diseño de indumentaria. Los guantes haciendo juego con su pelo restan todavía más.
Es una estrella muy mimada por el mundo de la moda. Sin embargo, se esperaba más de Laverne Cox. Pese a sus sandalias fabulosas, hoy no.