En los últimos años hemos visto actores latinos en la mayoría de las series más exitosas. Incluso en algunas ficciones-muy de a poco-van logrando roles más allá de su aspecto físico o apellido. Varios de ellos son actores "de exportación" y otros tienen su ascendencia en el continente americano.
El caso de Pedro Pascal es notorio sin dudas. Nacido en Chile en 1973, su familia se vio obligada a abandonar su país natal durante la dictadura de Augusto Pinochet. Tras un paso previo por Dinamarca, la familia se instaló en San Antonio (Texas) y luego en California. Pascal saltó a la fama por su paso por la serie "Game of thrones" donde interpretó a Oberyn Martell, que tuvo un final en la serie muy comentado dentro de los fanáticos. Esto le valió la atención de los productores para convocarlo para el papel de Javier Peña, el agente de la CIA de la serie Narcos de Netflix, quien tiene como misión capturara a Pablo Escobar.
Enrique Murciano interpreta a un policía, Marco, en la serie Bloodline, de Netflix. Será el encargado de desenmascarar a la familia Rayburn mientras tiene un romance con una de ellos. A pesar de haber nacido en Miami, Murciano se reconoce también como cubano (sus padres lo son) y es considerado una de las nuevas promesas dentro de los latinos.
La mexicana Karla Souza interpreta a una estudiante de derecho en la serie de Shonda Rhimes, How to get away with a murder. Esta treintañera nació en la Ciudad de México y es una bomba sexy. Modelo, cantante y actriz es una de las todavía "escondidas" dentro de los Estados Unidos, pero que con esta serie está saltando a la fama.