Pablo Rago: "Ahora todos los canales son militantes"

En una extensa charla con Infobae el actor habló de su nueva película, el vínculo con Carlos Calvo, qué lo enamora y una crítica a los medios de comunicación.

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Se convirtió en un actor cábala para los directores, aunque se ríe de eso, sabe que si está en una terna haber participado en dos películas que ganaron un premio Óscar le juega a favor.

Acaba de estrenar El jugador, la película que filmó íntegramente en Mar del Plata, junto a Alejandro Awada: "Nos enamoramos, es un actor extraordinario y como persona es igual a cuando actúa, un apasionado". Lali González también es de la partida en el papel de su hermana: "Mi personaje es un hermano muy equivocado. Una familia bastante disfuncional", explica. Y por esas cosas del destino, si de hermanos se trata, días antes del estreno, su hermano en la vida real, Lucas, de 26 años, fue detenido por conducir una moto robada. Al ser consultado sobre este tema el actor no quiso hacer ningún tipo de declaración a la espera de que la Justicia avance. Mientras tanto, la ópera prima de Dan Gueller, un clásico de la literatura rusa covertido en policial, disputa su primer fin de semana en la cartelera.

—¿La televisión cómo la estás viendo?

—A mí me encanta la tele, nunca me quiero enojar con la tele, aunque haga muchas cosas para que me enoje. Pero ahora son todos canales militantes; hay una protección de parte de los medios, hay muy pocos lugares donde uno puede escuchar otra cosa que no sea: "Estamos bien, estamos muy bien". Extraño mucho TVR. Ayer a la noche estaba viendo a [Alejandro] Fantino y había una diputada del sector de [Elisa] Carrió que analizó cuántas veces Kirchner fue a las sesiones cuando fue diputado. Fue dos veces, parece. ¿Cuántas veces fue Carrió? Nadie se preguntó en la mesa, había gente muy importante y nadie dijo cuántas veces fue Carrió.

— ¿A Carlín [Calvo] hace cuánto no lo ves?

—Dos o tres años. Hablé hace un año, nos íbamos a ver para los 25 años de Telefe y no pudo.

Siempre fui más maduro que Carlín

—¿Cómo fue esa época de trabajo?

—Una locura. Yo lo estaba mirando a Carlín todo el tiempo a ver cómo él surfeaba las olas y era fantástico. Era un imán, entrabas a un lugar y no existía nadie más que él. Magia.

—¿Descontrolaron mucho?

—No, Carlín no me habilitó nunca mucho (risas). No, yo era chico, lo conocí con 18 años y él era muy reservado. Es como un chico, yo siempre fui más maduro que él, como en Amigos son los amigos, igual.

—¿No se iban de fiesta juntos como yo puedo imaginar?

—No, Carlín tampoco se iba mucho de fiesta, era más de estar en su casa. Pero sí haría locuritas en su momento, era un top del momento, estaba soltero. Yo estaba casado, me casé a los 21 años. Me fui más de joda con [Alejandro] Awada que con Carlín.

—Mirá vos.

—Eso es lo que tiene de copado la vida, por ahí te aparece un Awada en la vida.

—¿Estás en pareja?

—No. ¿Tenés alguien para presentarme? No lo hagas.

—¿Qué lo enamora a Pablo Rago?

—Que sepa chiflar, por ejemplo.

—¿Me estás hablando en serio?

—Sí, eso me gusta. Eso define una personalidad, y que en la foto parezca la vida real, por ejemplo.

—¿Levante por redes sociales?

—Hay, gracias a Dios.

—¿Estamos hablando de Twitter o estamos hablando de Tinder?

—No, jamás, Tinder, no.

—Volviendo a los excesos, ¿no jugás tan al límite como tu personaje? ¿Ni con la plata, ni con las drogas ni con nada?

—No, soy grande, conozco mis límites también. Cuando era más chico, cuando empecé a ir al casino, me iba al departamento a buscar más plata para seguir jugando.

—¿Ganaste o perdiste?

—Según la temporada, siempre gana el casino. La que va al casino es para perderla.

—¿A qué jugás?

—La ruleta, sale rápido, segunda docena, el 36 porque mi mamá me cagó la vida un día y me dijo: "Si vas al casino, ponele al 36 y chau".

Entrevista completa en Infobae