Paz Cornú dio a luz a su segundo hijo en su casa: "Hay que volver a lo natural"

Ítalo nació en perfectas condiciones. La diseñadora habló con Teleshow y contó cómo fue el trabajo de parto: “Fue una experiencia inigualable. Hay una conexión diferente con el bebé”

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Paz Cornú presentó a Italo
Paz Cornú presentó a Italo

Todos quedaron sorprendidos cuando Paz Cornú realizó una producción de fotos, a días de dar a luz. Su templanza y belleza se destacaban por sí solas. Un año atrás fue madre por primera vez –Milan es el nombre de su primer hijo- y eso parecía tenerla más tranquila. Sin embargo, había confesado que quería que el parto fuera en su casa. Para lo que muchas personas puede resultar alarmante, la diseñora se lo tomó con la paciencia necesaria, y así fue: este martes 5 de julio nació Ítalo.

"La mejor experiencia que tuve en mi vida", le respondió a Teleshow cuando se le preguntó sobre el trabajo de parto en su cuarto. "Me costó tomar la decisión para que sea más natural. Mi pareja no quería, le parecía arriesgado. Por suerte tengo mucha flexibilidad corporal y eso ayudó", agregó sobre el nacimiento de su segundo hijo.

La mejor experiencia que tuve en mi vida

Todo comenzó cuando estaba en su casa. Sintió dolores y salió a caminar. No era fuertes, por eso no se preocupó pero, de todos modos, llamó a su partera para que esté presente por si llegaba a suceder. "Con Milan había llegado a la clínica con el tiempo justo, entonces le dije a la partera que venga rápido, y cuando llegó, enseguida rompí bolsa", dijo y agregó: "Fue tan rápido que mi pareja [el empresario Jorge Basile, que está a su lado desde hace 13 años] llegó cuando ya había nacido".

Paz Cornú dio a luz en su casa a su segundo hijo
Paz Cornú dio a luz en su casa a su segundo hijo

"Hay que volver a lo natural", aseguró Paz porque "es una experiencia inigualable": "Un trabajo que hicimos el bebé y yo un cincuenta y cincuenta, él me mandaba la señal y yo lo hacía. Nació en diez minutos". "Lo importante es fue no dejarme llevar tanto por la cabeza sino por lo que el cuerpo me iba pediendo", comentó después con una voz pausada, dulce y relajada, como quien supera un momento cúlmine de la mejor manera. "Quería estar en casa sin tanta intervención de gente, estar sola y tranquila, y fue alucinante porque cuando uno está en sintonía con lo que el bebé te está pidiendo todo sale bien".

Hay que volver a lo natural

"Es una experiencia mágica y transformadora, y que te da fuerza, no te la saca como uno piensa", alentó. Luego se refirió a la forma tradicional de dar a luz: "Te metés en un sistema donde te dicen lo que tenés que hacer, y es tan al revés. Si estás sola estás tranquila, estás con fe… El parto necesita del bebé y la mujer… la conexión, con eso ya es suficiente. No tengo nada contra las clínicas, me parece que está muy bien porque te pueden sacar de una situación riesgosa. Pero si no tenés ningún problema, vivir la experiencia de esta manera, la recomiendo con el corazón. La pareja es importante porque te sostiene y acompaña pero el trabajo es cien por cien de la mujer".

Paz Cornú, antes de dar a luz
Paz Cornú, antes de dar a luz

No tuvo que prepararse de sobremanera porque "es un tema de la cabeza, no es un tema del cuerpo, se trata de la predispoción que tengas de vivir algo así y de la conexión con tu cuerpo y con el bebé". No hay ninguna clave, pero dio su recomendación: "Si lo acompañás con un poco de yoga y con un poco de meditación es una experiencia inigualable".

"La base está en confiar, en saber que es algo lindo y en animarse, y obviamente acompañada de gente profesional. Fueron unos resultados tan buenos, tan positivos… Además leí y los bebés tienen más beneficios y necesitan menos medicamentos". Hay un miedo a no tener esta experiencia, y Paz lo explica a partir de diferentes elementos como "el comercio de la cesarea, de la cosa rápida y el miedo al dolor, pero es un dolor con placer, o sea, agradable".

La base está en confiar, en saber que es algo lindo y en animarse

"Si naciste siendo mujer esto lo podés vivir. Yo viví las dos experiencias, las dos fueron buenas, pero esta no fue ni dolorosa. No es que salí de ahí y me fui a bailar, pero fue una experiencia que me dio fuerza y me dio poder", relató. Con apenas cuatro días de vida, el pequeño Ítalo está muy bien: "Toma la teta y me mira, hay una conexión diferente con el bebé y un etado diferente de él, de poco estrés, se siente en paz. No llora desaforadamente como me pasó con el otro. Él sigue su crecimiento".