Un robo a los 8 años, su expulsión del Nacional de Buenos Aires y otras 31 definiciones de Andy Chango

Parece despistado y caótico, pero cuando se compromete es responsable y metódico. Compositor, cantante, escritor y actor, el hombre que alguna vez escandalizó a la televisión se anima al Conteste 33 y demuestra que la inteligencia, la ironía y la sensibilidad, con él van de la mano

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Andy Chango (Instagram)
Andy Chango (Instagram)

1. —De chico soñabas ser…

—Inmortal. Ya de adolescente, a los 12, 13 años, pretendía ser rockero y presidente al mismo tiempo.

2. —Nacido Andrés Fejerman, pero el apellido original…

—El apellido paterno era Faierman, pero cuando emigró mi abuelo ucraniano, el funcionario de Aduana le preguntó el apellido y él, que no hablaba español, se lo dijo, supongo, en ucraniano. El hombre escribió Fejerman, con J, con lo cual, ahora que falleció mi padre, con mi hija somos los únicos Fejerman del planeta.

3. —¿Una travesura de la infancia?

—Más que travesura, un delito. Fue cuando con mi amigo Diego Streicher fuimos a la expenitenciaría que hoy, es el Parque Las Heras. De hecho, ahí Borges y Bioy Casares crearon a ese detective maravilloso, Isidro Parodi, que resolvía los casos desde la cárcel. En esa época, sería el 75, funcionaba una feria de juegos. En uno de los puestos había que voltear unos muñecos con unas medias y de premio te daban unos televisores de piedra, chiquititos, que decían “Recuerdo Mar del Plata”. Supongo que les habrían sobrado de la temporada marplatense y durante el año los ponían de premio en Capital. Como no acertamos con las medias, nos robamos uno en un momento que el tipo de la tienda se fue. Pero nos descubrió, nos persiguió, nos agarró y amenazó con llamar a la policía. Con lo cual, durante uno o dos meses, mi madre me quería llevar al parque y yo le decía: “No, no, vamos a la placita de Salguero”. Tenía una vergüenza loca de que nos reconocieran y le dijeran a mi vieja lo que había sido mi primer robo.

4. —Tu papá Natalio Fejerman fue…

—Un neuropediatra y epileptólogo tan prestigioso que tiene una enfermedad con su nombre: el síndrome Fejerman. Fue un pionero que formó a generaciones de neurólogos en la neurología infantil y la epilepsia.

5. —Los ancestros de tu mamá, Pegui Donnelly, eran…

—Unos irlandeses bravísimos. Aparentemente su apellido, Donnelly, es un anglicismo que deriva de Downhill, que fue un rey de Irlanda del Norte entre 1471 y 1475. En esa época para mantener el trono tuvimos que matar a mis hermanos… a todos los que se cruzaban por Irlanda del Norte los tuvimos que degollar. Una curiosidad con respecto a eso es que justo hace tres días me vine a hacer una ligera intervención en la zona del ano, una situación sin gravedad, y el cirujano me dijo que se llamaba Donnell. Al parecer se trata de mi primo misterioso desconocido, porque mi mamá tiene un pasado oscuro ya que la abandonó su papá y su mamá murió en un psiquiátrico, entonces había un personaje emblemático, que era el tío Edo, que la crio unos años en unos campos. Aparentemente ese tío es el abuelo de este cirujano que conocí; yo lo conocí, y lo que conoció fue mi culo.

6. —Tu hermana Laura se especializa en…

—Biología genética. Trabaja en la Universidad de California, una de las más prestigiosas del mundo. Tengo otra hermana por parte de padre, Daniela, que es directora de cine. Las amo a las dos.

7. —Y en esa familia vos siempre te sentiste…

—Con respecto a mis padres siempre me sentí muy amado, terriblemente amado, y muy solo, muy incomprendido.

8. —Te expulsaron del Colegio Nacional de Buenos Aires porque…

—En 1986 supe que me iban a expulsar por “drogadicto”. Hubo una reunión de la coordinadora de padres del colegio y un chico del Centro Estudiantes me contó: “Mirá, de quinto año mencionaron a 13 personas pero los van a dejar regresar, ya estamos en septiembre. Pero de cuarto, a vos solo te van a expulsar”. Recordemos que en esa época llamaban drogadicto a las personas que consumíamos marihuana, como consumo ahora marihuana terapéutica legal. Pero para evitar el escándalo y el dolor de cabeza a mis padres, esa misma mañana insulté a la profesora de Latín, una docente a la que todo el mundo odiaba y se llamaba Corchón. Así que no hizo falta que trascendiera el tema de los estupefacientes: me echaron directamente por ese insulto.

9. —Elegís vivir en Merlo en vez de Palermo Soho porque…

—Prefiero mirar un árbol antes que una pared.

10. —¿Un recuerdo de Mauro Viale?

—No tengo recuerdos de Mauro Viale y no significó nada en mi vida. Habrá significado para los consumidores de televisión.

11. —En los 90 te fuiste a vivir a España porque…

—Al igual que todas las consignas que terminan en “porque”, es porque tenía ganas o quería.

Andy Chango
Andy Chango

12. —Publicaste Boris Vian, un disco de jazz en colaboración con Javier Krahe, un cantautor español, conocido por usar la ironía y la comedia en sus canciones.

—Fue maravilloso y hermoso, primero porque tuve la posibilidad de conocerlo y hacerme amigo. Fue un trabajo metódico, nos juntamos 14 días seguidos de 12 a 15 a la hora del aperitivo español. Tomábamos seis latas de cerveza, tres cada uno, y después nos íbamos a comer a un restaurante que se llamaba El Bocho, muy emblemático. Tomábamos un vinito y comíamos las delicias que preparaban. Me encantaban los chipirones, pero sentía un poco de bronca porque como Javier era cliente habitual le servían seis a y a mí cinco.

13. —Tu experiencia como miembro del jurado en la Cannabis World Cup fue…

—Mis experiencias como jurado de marihuana son dudosas. Siempre soy como un jurado honorario, no un jurado de verdad, al que le dan las plantas 14 días antes y las va catando. Yo tengo que fumarme todo junto. Además ese día me encuentro con amigos, bebo otras cositas. Entonces mi experiencia siempre es confusa, borrosa y difusa.

14. —¿El artista no termina de madurar nunca?

—No creo en la madurez, no creo que nadie madure nunca, no conozco a nadie maduro. Conozco gente seria, careta, pero maduro no sería la palabra.

15. —La diferencia entre los rockeros de Argentina y de España es…

—Depende. Digamos que hay un alto porcentaje a esta altura del siglo de rockeros que a mí me parecen patéticos, sean del país donde sean. Por otro lado la diferencia entre Charly García, Fito Páez y el Flaco Spinetta, comparado con cualquier músico de España, es la misma que la de Maradona o Messi comparada con cualquier futbolista español.

16. —Según vos, “hay demasiada música en el mundo” porque…

—Según , hay demasiada música en el mundo porque hay demasiada música en el mundo.

17. —Findelmundo, fue…

—Una experiencia alucinante. El Diario 16, de España, cuando volvió a salir en su nueva versión, nos contrató a Calamaro y a mí para escribir la página 6. O sea, en medio de la política, una página entera absolutamente a nuestro criterio, es decir, disparatado, porque estábamos en una etapa ligeramente tóxica. Escribíamos en su casa cualquier cosa y salía publicada al otro día. Hay que añadir que es verdad que a veces hacíamos el esfuerzo de llamar a algún colaborador brillante, como Rodrigo Fresán. Teníamos a Federico Oldenburg de editor, que también era muy culto y muy capo, y a Sergio Makarov un cantante, músico, compositor, autor e intérprete argentino que a veces nos colaboraba desde Barcelona. Pero lo nuestro era puro delirio.

18. —¿Leer en tu casa o asistir a un concierto de rock?

—En general disfruto más en mi casa leyendo que yendo a ver cualquier tipo de espectáculos. Hay conciertos de rock que me resultan más agradables que estar en casa, por ejemplo, ver a Paul McCartney, pero son excepciones pequeñas.

19. —“Ahora que estoy sobrio estoy más colgado”: ¿verdadero o falso?

—En realidad no es ni verdadero ni falso: siempre fui un colgado en cualquier estado. Pero cuando me tengo que poner serio siempre soy responsable, también en cualquier estado. Por ejemplo, con respecto a mi hija o al trabajo.

Andy Chango con su hija, Martina Fejerman (Instagram)
Andy Chango con su hija, Martina Fejerman (Instagram)

20. —Tu relación con el dinero es…

—Al igual que mi relación con las personas, es caótica.

21. —Entre salir de tapas con Calamaro o improvisar en el piano con Fito elegís…

—Afortunadamente elijo las dos cosas porque hice y puedo hacer ambas.

22. —¿Tres libros que marcaron tu vida?

—Un libro no marca una vida y tres tampoco: lo que realmente te la transforma y te la marca es el hábito de leer, sobre todo en la adolescencia, niñez y temprana juventud.

23. —¿Un verso que te hubiera gustado escribir?

—Desgraciadamente mi sensibilidad no incluye la poesía ni el ballet, cosa que por cierto lamento profundamente y que intento vencer leyendo poesía. Hay algo que no alcanzo a disfrutar o comprender, como también me pasa con la pintura moderna. Hay algo que está bloqueado, que otras personas disfrutan y yo no puedo disfrutar.

24. —Recorriste 8.836 kilómetros y pasaste por 27 puntos geográficos para…

—Escribir un libro para Editorial Planeta. Estaba en el bar Mamita con mi amigo Nacho Iraola, que era subdirector editorial, y le propuse escribir un libro. Le ofrecí un texto de viajes que iba a ser como una especie de On the Road o uno de Hunter Thompson viajando por el país. Lo que pasó es que me agarró de grande, yo ya no me drogaba como cuando era joven, entonces fue mucho más aburrido.

25. —¿Algo de lo que te arrepentís?

—El arrepentimiento no sirve para nada, solo para los que creen en Dios, en Mahoma o en Papá Pitufo, o sea, para la gente que cree que hay alguien que les puede perdonar porque se arrepintieron. El resto, las cagadas que me mandé ya pedí perdón en su momento, y las que me quedan, me las seguiré mandando.

26. —¿Algo de lo que te enorgullezcas?

—Acá viene la primera respuesta grasa del día: mi hija. Obviamente, me enorgullezco de mi hija Martina.

27. —El mayor desafío de interpretar a Charly en la serie de Fito fue…

—Interpretar a Charly en la serie de Fito.

Andy Chango como Charly García, en la serie de Fito Páez de Netflix
Andy Chango como Charly García, en la serie de Fito Páez de Netflix

28. —¿Una persona que te hizo reír en un momento de dolor, como Charly lo hizo reír a Fito?

—Del humor en los momentos de dolor suelo ocuparme yo mismo. Supongo que es una reacción nerviosa, pero por lo general suelo hacer chistes en los peores momentos de mi vida.

29. —Lo que queda del 2023 viene con…

—En lo personal viene muy interesante porque me voy de gira después de muchos años. Con Hernán Jacinto, que para mí es el mejor pianista que conozco, presentamos Un piano a cuatro manos. El 5 de octubre estaremos en Rosario, el 8 vamos al Festival de Jazz de Merlo, el 12 de octubre en Neuquén, el 13 en Córdoba, el 19 en el porteño Café Berlín y el 29 de octubre en La Plata. Espero disfrutarlo porque hace mucho que no salgo de viaje para tocar. En cuanto al mundo o al país son solo tres meses, pero lo que se viene en general lo veo todo muy muy oscuro.

Andy Chango presenta Un piano a cuatro manos, junto a Hernán Jacinto; este sábado, en Vila Devoto
Andy Chango presenta Un piano a cuatro manos, junto a Hernán Jacinto; este sábado, en Vila Devoto

30. —¿Un artista al que resucitarías?

—Las preguntas imposibles me vuelven loco. De todas maneras, si tuviera el poder de resucitar, lo primero que haría sería, por un tiempo al menos, ser yo inmortal; también mi hija, mis seres queridos. Además, tener un hígado de titanio, un pulmón de hierro. O sea, tengo miles de prioridades antes que resucitar a otros.

31. —Entre escuchar a Arjona o Daddy Yankee, elegís…

—No lo sabría decir porque no escuché nunca a ninguno de los dos.

32. —Cumplir 40 años de democracia ininterrumpida te genera…

—En este momento no me genera nada. Desde ya que los militares no tienen que volver nunca más. Pero recuerdo la alegría que tuve en el 82, 83, cuando se acabó la dictadura. Yo tenía 12 años, era niño, me salvé de muchas cosas, pero sin embargo perdí a mi hermana, que se tuvo que exiliar con su mamá cuando tenía seis años. Eso fue súper doloroso. Mis padres tuvieron amigos que se tuvieron que exiliar, otros torturados. Y entonces la llegada de la democracia para mí fue una felicidad enorme que se fue disipando con el correr de los gobiernos.

33. —Cuando seas grande querés ser…

—Lamentablemente ya soy grande. En términos de fantasía sigo deseando lo mismo que cuando era niño: es decir, ser inmortal. Y en términos reales, lo único que deseo es estar tranquilo, cosa que parece fácil, un deseo fácil, pero en mi caso prácticamente imposible. Como todo padre deseo que mi hija esté bien y que exista un mundo para que mi hija y sus contemporáneos estén bien.

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