Plasma rico en plaquetas: de la medicina estética al tratamiento del dolor

La técnica se hizo conocida por su uso para reducir arrugas y contrarrestar la tan odiada celulitis, pero ahora se supo que su capacidad de "regeneración" de tejidos produce mejoras en casos de artrosis, tendinitis y un gran número de lesiones deportivas

Compartir
Compartir articulo
El plasma rico en plaquetas forma parte de lo que se conoce como terapias regenerativas (iStock)
El plasma rico en plaquetas forma parte de lo que se conoce como terapias regenerativas (iStock)

El plasma rico en plaquetas forma parte de lo que se conoce como terapias regenerativas, que son aquellas que trabajan en base a elementos biológicos extraídos del propio cuerpo, como células madre o plasma.

Si bien hasta ahora sólo se conocían sus usos en medicina estética, en el tratamiento de la celulitis, o bien para borrar las señales del paso del tiempo en el rostro, se descubrió que puede utilizarse para reparar tejidos y mejorar el tratamiento del dolor.

Es un método que utiliza la propia sangre del paciente y consiste en la obtención de los factores de crecimiento liberados por las plaquetas, que al aplicarse en el sitio de lesión estimula la producción de factores de crecimiento que intervienen en la regeneración y reparación del tejido.

Se demostró que el plasma rico en plaquetas produce reparación en las articulaciones y mejora el tratamiento del dolor

El doctor Gonzalo Yamauchi es presidente de la Asociación Latinoamericana de medicina musculoesquelética (LAOM) y médico de familia del Hospital Italiano de Buenos Aires y respondió las dudas más frecuentes sobre los nuevos usos de esta técnica.

¿Por qué alivia el dolor crónico?

Porque se demostró que produce reparación en las articulaciones (cartílago) y mejora el dolor como, por ejemplo, en la artrosis de rodilla, cadera, columna; y en tendones reparando completamente los tejidos como en patologías del manguito rotador o tendinitis de pata de ganso, trocanteritis, codo de tenista, o en ligamentos de la rodilla (en la actualidad en los jugadores de fútbol profesional es la técnica más utilizada) o de la columna.

Se demostró que el PRP mejora el dolor en casos de artrosis de rodilla, cadera y columna (iStock)
Se demostró que el PRP mejora el dolor en casos de artrosis de rodilla, cadera y columna (iStock)

Genera en primera instancia una inflamación, que es la base de la proliferación y curación; por lo cual, en los primeros momentos puede generar algo de dolor que puede durar entre uno y cinco días. Pero luego produce alivio ya que comienza la reparación de los tejidos.

Es considerado el futuro de las terapias para el dolor porque al inyectar plasma enriquecido a un tejido dañado se estimula su regeneración y le supone un impulso extra para su cicatrización. Consiste en la activación de las plaquetas del propio paciente para obtener factores de crecimiento responsables de la reparación y regeneración de tejido, formando colágeno y elastina.

Varios deportistas de élite la usan para mejorar los dolores y lesiones producidas en el deporte. Algunos como Rafael Nadal y Sergio Agüero, realizaron el tratamiento para volver rápido al más alto nivel en deporte antes de los tiempos estipulados de sus lesiones.

¿Cómo se realiza el procedimiento?

La sangre está formada por diferentes tipos de células (glóbulos rojos, glóbulos blancos, plaquetas). En los últimos años se descubrió que en la pared de las plaquetas se encuentran unas proteínas que presentan un altísimo poder regenerativo. Mediante un proceso de centrifugación se pueden separar estas células de la sangre.

Se extrae sangre al paciente, la muestra se centrifuga para separar la parte de plasma donde se encuentran concentradas las plaquetas e inyectarla en el lugar de la lesión. La efectividad de esta técnica depende de la habilidad del profesional y de la concentración de plaquetas inyectadas: concentración mayor a 1.000.000.

Mediante un proceso de centrifugación se pueden separar las plaquetas de la sangre (iStock)
Mediante un proceso de centrifugación se pueden separar las plaquetas de la sangre (iStock)

Hoy se sabe que el plasma es más efectivo en articulaciones de la cadera y rodilla cuando se prepara a altas concentraciones de plaquetas. Mientras que cuando se prepara sin glóbulos blancos es más favorable para pacientes con dolores producidos en tendones y ligamentos.

Por último, al congelar y descongelar se forma lo que se llama lisado de plaquetas, que es especialmente beneficioso para pacientes con artritis y para aquellos que tienen dolor producido por los nervios o dolor neuropático cuando se lo coloca en la cercanía de esos nervios como por ejemplo la neuralgia del trigémino. En los Estados Unidos las últimas tendencias es también utilizarlo en dolores de columna producidos por artrosis y hernias de disco.

¿Cuáles son sus contraindicaciones?

Es completamente natural, no tóxico, porque utiliza la propia sangre del paciente y no tiene efectos secundarios. Los beneficios son múltiples y si bien tomó relevancia por su uso en estética, es una técnica que tiene múltiples aplicaciones médicas con excelentes resultados.

¿Es realmente efectiva?

La tasa de efectividad del PRP para el tratamiento del dolor es entre el 70% al 90%, con excelente poder regenerativo para lesiones músculo-esqueléticas. Entre los tres y seis meses se pueden apreciar los resultados. Al inyectar plaquetas se favorece naturalmente a la regeneración, permitiendo al paciente recuperar su vida normal.

Para contribuir con el éxito del tratamiento es importante sostener un estilo de vida saludable y realizar ejercicios que desarrollen el músculo. Al realizar actividad física, se ayuda al cuerpo y al fortalecimiento muscular, muy necesario durante el tratamiento. Mientras el plasma lo acompañemos de ejercicios, se fortalece la masa muscular, contribuyendo al sostén y permitiendo que sean mejores los tiempos de regeneración.

LEA MÁS:

La extraña relación entre el dolor de espalda y la depresión

Tutorial: cómo corregir la postura con 5 simples ejercicios

Cómo afecta la menstruación a la capacidad cognitiva de las mujeres

A los 20, a los 30 y a los 40: cómo cuidar la fertilidad en cada etapa