Cómo preparar y tomar la gelatina sin sabor para la flacidez

La piel suele perder su consistencia con el avance de la edad, pero este proceso natural puede recuperarse con alimentos ricos en colágeno

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Gelatinas ricas en colágeno, un postre saludable lleno de beneficios para la piel y las articulaciones. - (Imagen Ilustrativa Infobae)
Gelatinas ricas en colágeno, un postre saludable lleno de beneficios para la piel y las articulaciones. - (Imagen Ilustrativa Infobae)

Con el paso de los años, la cantidad de colágeno presente en el cuerpo humano puede reducirse, así que tanto la piel como las articulaciones se ven debilitadas. Ya que la gelatina tiene concentraciones de colágeno, comer este alimento puede ayudar a que el organismo recupere la proteína que ha perdido.

Aunque las gelatinas comerciales pueden ayudar, la gelatina que tiene más colágeno es la neutra o sin sabor, pero hay que beberla de forma específica para que ayude con la flacidez de piernas y brazos.

Estos son los pasos que debes seguir para beber gelatina y mejorar la consistencia de la piel:

Olla humeante preparando caldo de huesos rico en nutrientes esenciales para la salud - (Imagen Ilustrativa Infobae)
Olla humeante preparando caldo de huesos rico en nutrientes esenciales para la salud - (Imagen Ilustrativa Infobae)
  1. Conseguir gelatina neutra o sin sabor (grenetina), aunque también se puede preparar a partir de caldo de huesos (Aproximadamente 50 gramos por porción)
  2. Si lo prefieres, se puede mezclar con una dosis pequeña gelatina de algún sabor
  3. Disolver el contenido en agua caliente y revolver vigorosamente hasta que llegue a una temperatura soportable para beber
  4. Beber el contenido antes de que cuaje

La gelatina es frecuentemente mencionada como un remedio casero para combatir la flacidez debido a su alto contenido en colágeno, proteína esencial para mantener la elasticidad e integridad de la piel. Según estudios, el colágeno contribuye a la firmeza y elasticidad de la piel, y su producción disminuye con la edad, lo cual puede resultar en pérdida de firmeza y aparición de flacidez.

Al consumir gelatina, que se obtiene del procesamiento de colágeno de origen animal, se aporta al cuerpo aminoácidos que son precursores del colágeno endógeno, potencialmente ayudando a estimular su síntesis y, por ende, podría tener efectos positivos en la apariencia de la piel.

Además, la gelatina contiene otros nutrientes importantes, como proteínas y minerales, que pueden contribuir a la salud general de la piel y del cuerpo. Su ingesta puede ser una parte de una dieta equilibrada, siempre y cuando se tenga en cuenta que el tratamiento de condiciones específicas de la piel, como la flacidez, debe abordarse de manera integral, incluyendo hábitos saludables como una alimentación balanceada, hidratación adecuada, ejercicio regular y protección contra daños solares.

Es vital recordar que, aunque algunos estudios sugieren beneficios del consumo de colágeno o gelatina para la piel, la evidencia es limitada y aún se necesitan más investigaciones para confirmar su efectividad. Por ello, para decisiones relacionadas con la salud y tratamientos específicos, siempre es recomendable consultar a un profesional de la salud.

Es importante señalar que ninguna presentación de gelatina contiene tanto colágeno como la gelatina neutra o gelatina sin sabor y se puede preparar de la siguiente manera:

(Imagen Ilustrativa Infobae)
(Imagen Ilustrativa Infobae)

Materiales

  • 4 tazas de caldo de huesos (preferentemente de elaboración casera para asegurar una alta concentración de colágeno)
  • 1 cucharada de gelatina en polvo (asegúrate de que sea de buena calidad)

Instrucciones:

  • Hidratación de la gelatina: Vierte 1/2 taza del caldo de huesos frío en un bol pequeño. Espolvorea la gelatina en polvo sobre el líquido y déjala reposar durante unos 3-5 minutos. Esto se llama “florecer” la gelatina, y permitirá que se hidrate y absorba el líquido, facilitando su disolución posterior sin grumos.
  • Calentar el caldo: Mientras la gelatina se hidrata, calienta las 3 1/2 tazas restantes de caldo de huesos en una olla a fuego medio hasta que esté caliente, pero no hirviendo.
  • Disolver la gelatina: Añade la gelatina ya hidratada al caldo caliente. Revuelve constantemente hasta que la gelatina se disuelva completamente. Es importante que el caldo esté caliente para asegurar que la gelatina se disuelva por completo, pero evitar hervir para no dañar las proteínas.
  • Enfriamiento: Una vez que la gelatina se haya disuelto completamente, retira la olla del fuego. Deja enfriar la mezcla a temperatura ambiente.
  • Refrigeración: Vierte la mezcla en moldes o en un recipiente grande y refrigéralo durante al menos 3 horas, o hasta que la gelatina se haya solidificado por completo.
  • Desmoldar y servir: Si has utilizado moldes individuales, puedes desmoldar la gelatina sumergiendo brevemente la base del molde en agua caliente. Si usaste un recipiente grande, simplemente corta la gelatina en porciones.