Vivir cerca de parques y zonas verdes fortalece los huesos y reduce el riesgo de padecer osteoporosis

Los árboles y plantas de los jardines actúan como filtradores naturales de la contaminación del aire

Compartir
Compartir articulo
Una pareja de jóvenes pasea por un parque (Europa Press)
Una pareja de jóvenes pasea por un parque (Europa Press)

Parece ser que la naturaleza nos aleja de ciertas enfermedades. O eso podemos extraer de un estudio de la Central South University de China, publicado en Annals of the Rheumatic Disease, que ha demostrado que vivir en áreas frondosas cerca de jardines, parques y espacios verdes puede aumentar la densidad ósea y reducir el riesgo de osteoporosis. Esto se debe en parte gracias a unos niveles más bajos de polución del aire.

La osteoporosis debilita los huesos, volviéndolos frágiles y propensos a fracturarse, además de que puede provocar dolor crónico, disminución de la movilidad y peor calidad de vida. Los investigadores señalan que su prevalencia global, que ya es un problema de salud importante en todo el mundo, aumentará con el rápido envejecimiento de la población y los cambios en el estilo de vida.

Te puede interesar: Estos son los alimentos recomendados por Harvard para luchar contra el colesterol

La osteoporosis es causada por factores genéticos, hormonales y ambientales, y si bien la exposición a espacios verdes se ha relacionado con menores riesgos de mala salud, no está claro si esto se extiende al riesgo de osteoporosis y en qué medida la susceptibilidad genética podría influir. Para explorar esto más a fondo, los investigadores analizaron datos conservados en el Biobanco del Reino Unido sobre 391.298 personas, con una edad promedio de 56 años, poco más de la mitad de las cuales (53%) eran mujeres.

Traumatólogo observa unos rayos X (Shutterstock)
Traumatólogo observa unos rayos X (Shutterstock)

Todos tenían información registrada sobre su densidad mineral ósea y factores potencialmente influyentes, incluido el origen étnico, el ingreso familiar anual, el nivel educativo, la situación laboral, la zona residencial, el consumo de alcohol, los niveles de actividad física, el tabaquismo y la dieta. Su riesgo genético de osteoporosis se calculó utilizando una puntuación de riesgo poligénico, y una medida ampliamente utilizada, llamada índice de vegetación de diferencia normalizada (NDVI), que se basa en imágenes de satélite, se utilizó para determinar la cantidad de espacio verde en su zona residencial.

Te puede interesar: Beber aceite de oliva: ¿elixir de salud y belleza o moda efímera entre famosos?

La exposición media anual a los contaminantes óxido de nitrógeno (NO2) y partículas PM2,5 se estimó basándose en el código postal residencial y los datos del proyecto ESCAPE, que analiza los efectos a largo plazo sobre la salud humana de la exposición a la contaminación del aire en Europa. Cada participante fue monitoreado hasta el diagnóstico de osteoporosis, muerte o el 31 de marzo de 2021, lo que ocurriera primero. Durante un período medio de seguimiento de 12 años, surgieron nuevos casos de osteoporosis en 9.307 personas. Eran más propensos a ser mayores, mujeres, fumadores y jubilados. También tenían más probabilidades de tener un nivel educativo más bajo y estar en mayor desventaja económica.

Las personas que viven en las zonas más frondosas estarán expuestas a un riesgo menor porque los árboles y plantas actúan como filtros naturales, eliminando los contaminantes del aire. Ser físicamente activo también se asoció con un menor riesgo de osteoporosis, posiblemente porque vivir en áreas con espacios verdes ofrece más oportunidades para hacer ejercicio, sugieren los investigadores.

Episodio: Los huesos y el calcio.

Los investigadores también reconocen varias limitaciones, incluido el hecho de que el cálculo del NDVI se basó en direcciones residenciales, por lo que es posible que no haya definido con precisión la cantidad real de espacios verdes. Y los participantes del estudio en general estaban sanos, por lo que no se puede descartar el potencial de sesgo de selección.

Sin embargo, los investigadores concluyen que los hallazgos de este estudio presentan la primera evidencia que indica que el verde residencial se asocia con una mayor densidad ósea y un menor riesgo de desarrollar osteoporosis. Igualmente, añaden que los hallazgos proporcionan información valiosa sobre el potencial del verde para prevenir la aparición de la osteoporosis y enfatizan la importancia del verde urbano en el desarrollo de estrategias de prevención efectivas.

* Información elaborada por Europa Press