El Barça sí convence del todo ante el Getafe y mete presión a Madrid y Girona

En Liga, las ocasiones de los de Xavi sí se tradujeron en goles y en victoria, por lo que se colocan segundos y pueden apretar la tabla en función de lo que ocurra en las próximas horas (4-0)

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Raphinha y Joao Félix celebran el primer gol del Barça (REUTERS/Albert Gea)
Raphinha y Joao Félix celebran el primer gol del Barça (REUTERS/Albert Gea)

Tras el bajón europeo del miércoles, el Barça necesitaba gustarse, en fondo y forma, con urgencia. Más allá de sensaciones y big data, con hechos contrastables. Lo consiguió este sábado en LaLiga, cuando el Getafe provocó la que puede que sea la mejor versión del conjunto azulgrana en lo que va de campeonato. Las ocasiones por fin se tradujeron en un acierto considerable, por lo que la clasificación se aprieta hasta que Real Madrid y Girona puedan decir algo al respecto: los de Xavi se ponen segundos y llevan a que un tropiezo, en la parte de arriba, sea punible (4-0).

Hacía tiempo que el Barcelona no se divertía tanto en un partido. Al calor de Montjuïc, lo consiguió. Por unos momentos, pareció que podría caer en la autocomplacencia habitual de esta temporada, con mucho ruido y pocas nueces. Pero no fue el caso. Se necesitaba un golpe sobre la mesa tras ese 1-1 continental que supo a tan poco contra el Nápoles. Y lo hubo, sin sufrimiento, que falta hacía, y provocando el disfrute de la parroquia culé, que estaba necesitada de una actuación así en estos tiempos tan convulsos.

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Al Getafe le salió cara la presión adelantada que dispuso. Con espacios, el Barça se liberó y acabó encontrando esos goles que tanto echó en falta en la Champions. Abrir el marcador ya en la primera mitad le ayudó lo suyo a no dejar resquicios para el susto de los madrileños. Cuando pudo flotar en el ambiente la sensación de que perdonar podía resultar caro por segundo encuentro consecutivo, cayó el primer gol, a los veinte minutos. Quitarse esa presión de encima allanó el camino para ir a más, y a mejor, tras el descanso.

Joao Félix al anotar el segundo gol contra el Getafe (REUTERS/Albert Gea)
Joao Félix al anotar el segundo gol contra el Getafe (REUTERS/Albert Gea)

Paso adelante de Raphinha y Joao Félix

Si hubo un futbolista que volvió loco al Getafe, ese fue Raphinha. El brasileño se encontró con un pase perfecto de Koundé para quedarse solo y convertir el 1-0. Hiperactivo como ninguno, fue quien más buscó el tanto en las filas azulgranas, generando oportunidades para sus compañeros y teniéndolas él mismo. La renta que no fue a mayores en 45 minutos acabaría engordándose tras el paso por los vestuarios.

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Con Raphinha otra vez en la jugada, y Christensen de asistente, Joao Félix marcó a placer la segunda diana del Barça. La victoria empezaba a verse muy cercana, porque el Getafe apenas inquietaba a Ter Stegen y el hambre de los anfitriones era muy superior. Lewandowski se quedó sin el premio mayor por fuera de juego, pero De Jong le cogió el testigo rápidamente. De nuevo, Raphinha fue imprescindible para que Soria, por mediación del neerlandés, encajase el tercero.

Los futbolistas del Barça celebran uno de sus goles (REUTERS/Albert Gea)
Los futbolistas del Barça celebran uno de sus goles (REUTERS/Albert Gea)

Los tres puntos estaban más que encarrilados, así que sólo quedaba pendiente mantener el orden defensivo del que se había hecho gala durante todo el choque. Conseguido, aunque el conformismo en ataque tampoco fue una opción. De ahí que, ya en el descuento, Fermín le pusiera el punto final óptimo al asunto. Con 57 puntos, el Barça se sitúa uno por encima del Girona, quedando a cinco del liderato que ostenta el Madrid. Tal y como estaba la tabla no hace tanto, el aliento en el cogote, si los deberes ajenos no se hacen, es real.