Mauricio Macri: "Venezuela nos muestra que siempre hay un escalón más hacia el infierno"

El Presidente dialogó con el Nobel Mario Vargas Llosa sobre la democracia y los populismos en Latinoamérica

Compartir
Compartir articulo
El presidente se mostró cómodo durante su diálogo con el Nobel.
El presidente se mostró cómodo durante su diálogo con el Nobel.

Madrid. Enviada especial. Aunque había gente, bastante gente por la tarde, en Casa de América, no bien tomaron asiento el presidente Mauricio Macri le pidió al Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa que hicieran de cuenta que estaban solos y le preguntara lo que quisiera. Lo que tenía originalmente forma de entrevista fue en realidad un tranquilo diálogo sobre las formas de la democracia, los populismos y el fin del sueño revolucionario en Latinoamérica. Hablaron mucho de la región pero Venezuela fue el foco privilegiado, un foco que suele ser privilegiado por ambos habitualmente. Al Presidente se lo vio relajado y a gusto. Justo es decirlo: a Vargas Llosa también se lo vio muy a gusto.

–Llevas 14 meses en el poder, ¿qué cambió?

–Yo fui la expresión de una mayoría que se atrevió a vencer el peor sentimiento de una sociedad: la resignación. El mundo se nos abrió y nos recibe como nos ha recibido hoy España. Se negaban los números y cuando nosotros hicimos los números, nos dio que 1 de cada 3 argentinos está en la pobreza. Lo que hay que hacer es trabajar para reducir la pobreza, no negarla como se hacía.

Durante la charla, que duró alrededor de una hora, Vargas Llosa se mostró muy informado sobre cuestiones puntuales de la Argentina, como cuando le consultó al Presidente por el debate al interior del Gobierno acerca del gradualismo o el shock como la marca de la política económica. Macri defendió el gradualismo ("estoy convencido de eso y soy el que toma las decisiones") y mencionó como medidas clave de su gobierno la salida del cepo, el desendeudamiento con los bonistas y el quite de restricciones (es la palabra que usó) al campo y a la exportación.

"Lo que falta hacer es enorme", dijo Macri, quien a su vez aseguró que el actual "desorden mundial es una oportunidad para los países que se quedaron atrás". Cuando Vargas Llosa lo consultó por la llegada de Trump, lo hizo preguntándole si él pensaba que las nuevas políticas de la Casa Blanca podrían acentuar el antinorteamericanismo e incluso enfatizar nuevos impulsos revolucionarios. Macri dijo que no creía eso y que, por el contrario, lo que viene es "contrario a la ideologización. El individualismo de la tecnología es contrario a los movimientos de masas y los liderazgos mesiánicos", buscó explicar. "Es todo más dinámico. Lo que recorre el mundo, y es una fuerza que no se puede desestimar, es el miedo y ese  miedo gana elecciones, como el Brexit". No supo, en cambio, responder si la tecnología va a generar más trabajo: "No se sabe. Quizás vamos a un mundo en que haya menos gente que trabaje en cosas productivas y más en contención social".

Macri, en Casa de América, de Madrid
Macri, en Casa de América, de Madrid

Al referirse a Brasil, Vargas Llosa dijo que para él no hay en ese país una "retracción reaccionaria" sino "un movimiento contra la corrupción, para regenerar la democracia, a la que el grueso del público ve como algo podrido, destruido por la corrupción". Macri coincidió y resaltó las políticas y "reformas estructurales" del ex presidente Fernando Henrique Cardoso que, según el presidente argentino, Lula no continuó, provocando el deterioro de lo que se había logrado. Para Macri, la independencia de la Justicia hizo que el clamor por una política transparente tuviese un anclaje y asegura que Brasil de eso sale fortalecido.

LEA MÁS: 

"Los Macri y los reyes recorrieron la feria ARCO y nadie quiso perderse la foto"

"Arrancó la feria ARCO y ya hubo ventas de arte argentino"

El autor de Conversación en la catedral dijo en un momento que el conflicto en la región ya no consiste en golpes militares versus revolución mesiánica sino que lo que hay ahora son democracias débiles con corrupción que socavan el proceso democratizador. Esto respondió Macri, quien en principio se mostró de acuerdo. "Lo que buscaron los gobiernos populistas con grandes batallas simbólicas –señaló- fue esconder la incapacidad: hicieron más daño con su incapacidad que con lo que robaron. Para robarse 2 dilapidaban 10. No supieron hacer un plan de desarrollo, saber cuáles eran las prioridades, saber conectarse. Argentina desarrolló casi nada de su infraestructura, tuvieron un montón de dinero y no lo supieron canalizar. Hubo mala gestión y malas decisiones y la gestión es parte central de la política. Lo que es importante finalmente es cuánta gente desarrollaste, cuánta gente educaste. Y en Argentina hay un millón y medio de chicos entre 12 y 20 años que no encontraron respuesta en el sistema de educación pública.

Cuando llegó la hora de hablar de Venezuela, "esa catástrofe", como señala Vargas Llosa, el escritor peruano mencionó que en la sala estaba presente el padre del político venezolano Leopoldo López, "uno de los cerca de 200 presos políticos que hay en Venezuela".

–Venezuela es un país que debería tener los niveles de Suecia o Suiza por sus recursos. En cambio hay hambre y desabastecimiento. ¿Qué hacen gobiernos como el tuyo para ayudar a los venezolanos?

–Se comprueba que siempre hay un escalón más hacia el infierno y que la dignidad siempre se puede ir pisoteando más. Hace un año parecía que Venezuela no podía estar peor y hoy está peor. Están en una situación terrible. Es muy frustrante. Los suspendimos del Mercosur con gran esfuerzo por el debate interno, pero lo único que se consigue es el aislamiento del país y que el gobierno redoble la actitud coercitiva.

"Que los gobiernos democráticos mantengan esa neutralidad frente a un caso tan flagrante de una dictadura para mí es incomprensible", dijo Vargas Llosa, quien aseguró que el chavismo "va a vacunar a los venezolanos contra las utopías sociales". Mientras tanto, el presidente Macri respondía que él siente que hay que hacer más y recordaba que Chávez llegó al poder luego del fracaso de los partidos tradicionales porque "en tiempos de opulencia en vez de resolver los problemas dieron lugar a la corrupción y al derroche". "Es una situación muy frustrante: hay que hacer más. Se los debo a los venezolanos porque tanto Venezuela como España fueron de los países que más acogieron a quienes se tuvieron que exiliar durante la dictadura militar", dijo Macri.

Vargas Llosa, apesadumbrado, se lamentó: "Mauricio, tuvieron cinco oportunidades y votaron por Chávez…". "Es que el populismo con dinero es difícil. Es difícil explicarles a los ciudadanos que se están consumiendo el futuro, que hay que mirar un poco más lejos", y ahí hizo uno de sus clásicos chistes de ocasión. "En Venezuela hay que apostar al amor. Como nosotros dos, que apostamos al amor siempre…", ironizó el Presidente, y la sala estalló en risas y aplausos.

Vargas Llosa, una vez más, recordó que en su infancia, Argentina era sinónimo de cultura y volvió a hablar de la decadencia cultural argentina. El presidente buscó responderle: "Argentina es hoy es el único país del mundo que representa un ciclo inverso", dijo Macri. "Que yo esté sentado acá es que ha habido un entendimiento de que lo mágico, el populismo, no es algo bueno. Perón -en mi interpretación el mejor Perón fue el que volvió- había entendido cómo funcionaba el mundo. Dejó frases que el peronismo después no aplicó. Como que la estrella polar de un país tiene que ser la productividad. Que cada argentino tiene que generar por lo menos lo que consume. Los que vinieron después predicaron que había que cultivar la cultura del atajo. Hoy el peronismo está entendiendo, hay una evolución: yo tengo minoría en las cámaras pero las leyes fundamentales los peronistas las aprueban. En Argentina, la gente está por delante de la dirigencia. Hay una madurez muy grande en la clase media baja. El cambio en la juventud…

El tiempo voló y Vargas Llosa se quedó con ganas de seguir conversando, pero el protocolo manda: Macri tenía que partir al Palacio El Pardo, para la cena con el rey.