“A esa señorita Constitución hay que violarla todas las veces que sea necesario”, dijo un diputado chileno y desató un escándalo

Gaspar Rivas, del Partido de la Gente, lo pronunció en medio de una discusión en la comisión de Educación. La frase tiene un antecedente de hace 200 años en Chile

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"A esa señorita Constitución hay que violarla todas las veces que sea necesaria", dijo un diputado chileno y desató un escándalo

La frase la emitió el diputado Gaspar Rivas, parte de la bancada del Partido de la Gente (PDG) y presidente de la comisión de Educación de la Cámara.

Lo dijo en medio de la discusión de un proyecto suyo que busca condonar deudas contraídas por estudios en la educación superior, que solo obtuvo un voto a favor: el suyo.

“No puede ser que la Constitución diga distinto o plantee algo distinto a lo que dice la mayoría de los chilenos legítimamente. Aunque la frase esté descontextualizada, porque no es mía, suene un poco machista, pero contextualicemos que es de hace 200 años… Respecto de la Constitución, que se supone que ampararía el derecho a que habría que resarcir esa expropiación a los bancos, y la frase es la siguiente: A esa señorita que se llama Constitución, hay que violarla todas las veces que sea necesario”.

Se refería a que la mayoría de los chilenos estaría a favor de que les restituyan dineros adeudados a los bancos por préstamos estudiantiles.

La frase, por supuesto, no dejó indiferente a ninguno de los presentes.

Mamarracho

La diputada humanista Mónica Arce expresó su disconformidad y dijo “no se puede seguir haciendo apologías a la violencia que sufren muchas mujeres en Chile y el mundo. Producto de ello yo pedí la censura de la mesa y que espero que sea votada en la próxima sesión de la comisión. La censura es por las palabras violentas que utilizó, en un acto infantil. Yo le di mi voto y confianza para que el diputado se convirtiera en presidente de la comisión, pero jamás pensé que podría descuadrarse de la manera en que lo hizo, más con la responsabilidad que requiere ser el presidente de una comisión”.

La diputada Emilia Schneider (del partido Convergencia Social) fue aún más dura. Afirmó que “el proyecto es un mamarracho. Busca cámaras para salir en la prensa, pero no le da solución a las familias endeudadas. Le hago un llamado a que rectifique sus palabras. Debería pedir perdón porque cualquier metáfora con la violación de una mujer me parece completamente fuera de lugar”.

Otros diputados también se mostraron contrariados por lo dicho por el diputado Rivas.

A favor suyo, si corresponde, hay que decir que la frase polémica sí tiene un contexto histórico. La escribió en 1834 Diego Portales, artífice del conservadurismo en Chile, en una carta dirigida a su amigo Antonio Garfias.

“De mi sé decirle que con ley o sin ella, esa señora que llaman la Constitución hay que violarla cuando las circunstancias son extremas”, dice la histórica misiva.

De todas formas, tras la sesión, Gaspar Rivas se excusó. “Pido las disculpas del caso. No debe tomarse literalmente, sino tan solo como una cita histórica… Desde mi punto de vista las constituciones no pueden ser entendidas como pactos suicidas”, explicó.

Gaspar Rivas se excusó por el uso de la frase. Eso sí, horas antes había propuesto cortar los dedos de los reos que sean sorprendidos con teléfonos celulares dentro de las cárceles.
Gaspar Rivas se excusó por el uso de la frase. Eso sí, horas antes había propuesto cortar los dedos de los reos que sean sorprendidos con teléfonos celulares dentro de las cárceles.

Inhibidor

Hay que decir que el martes 25 de julio de 2023 tendrá que ser recordado como un día poco afortunado para el diputado Gaspar Rivas.

Horas antes de que propusiera violar la Constitución, ya había lanzado otra frase polémica. Fue mientras se discutía el proyecto que tipifica el delito de tenencia de aparatos tecnológicos, como teléfonos celulares, en manos de presos.

“El mejor inhibidor es que a los delincuentes que los pillen con un celular les corten el pulgar y el (dedo) índice de ambos lados, a ver cómo lo hacen para usar el teléfono. Y si insisten, se les cortan los otros tres dedos. Los delincuentes ya no tienen derechos. El único derecho que tienen es a pudrirse en las cárceles y no tienen dignidad, la perdieron cuando decidieron delinquir”, dijo en su intervención.

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