Descubren cómo crece realmente el pelo, un avance que brinda nuevas pistas sobre futuros tratamientos para la calvicie

El hallazgo científico revela detalles inéditos sobre el papel de fuerzas mecánicas en el ciclo capilar y abre un nuevo horizonte para quienes buscan soluciones ante la caída del cabello

Un estudio revela que el crecimiento del cabello humano depende de una fuerza de tracción ejercida por la vaina externa del folículo piloso (Imagen Ilustrativa Infobae)

Durante décadas, la ciencia afirmó que el cabello humano crece porque es “empujado” desde la raíz. Sin embargo, una investigación desafía esa creencia: el pelo es tirado activamente hacia arriba por una fuerza mecánica, lo que podría transformar el desarrollo de nuevos tratamientos contra la caída y otros trastornos capilares.

Este hallazgo no solo cambia lo que los libros de biología enseñaron durante años, sino que abre puertas insospechadas para quienes buscan soluciones efectivas a problemas comunes como la calvicie, la debilidad del cabello o las dificultades para la regeneración.

Un cambio de paradigma en la biología capilar

El modelo tradicional explicaba el crecimiento capilar a partir del empuje generado por la multiplicación de células en la base del folículo. Ahora, científicos de la Queen Mary University of London sostienen que la clave está en una fuerza de tracción ejercida por la vaina externa de la raíz del folículo piloso.

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Publicado en Nature Communications, el estudio señala que el tejido circundante desempeña un papel mucho más activo de lo que se suponía y que entender este mecanismo cambia por completo el punto de partida para combatir la caída del cabello.

Bloquear la función de la actina reduce la velocidad de crecimiento capilar en más del 80%, mientras que inhibir la división celular tiene poco efecto (Imagen Ilustrativa Infobae)

“Nuestros resultados revelan una coreografía fascinante dentro del folículo piloso. Encontramos que el cabello es activamente tirado hacia arriba por el tejido circundante, actuando casi como un diminuto motor”, afirmó la Dra. Inês Sequeira, autora principal del estudio.

El descubrimiento implica que abordar la caída y la debilidad capilar requiere ahora integrar en los nuevos tratamientos no solo factores bioquímicos, sino también aquellos que afectan a la estructura física y mecánica del folículo.

La vaina externa y la actina: los actores invisibles

Los investigadores detallaron que la vaina externa de la raíz (ORS) genera una fuerza ascendente, gracias a células que se mueven en forma de espiral. La proteína actina es central en este proceso, al contribuir a la contracción y el movimiento celular.

Cuando la función de la actina fue bloqueada en pruebas de laboratorio, la velocidad de crecimiento del cabello cayó más del 80%. En cambio, inhibir la división celular —el supuesto motor de crecimiento tradicional— tuvo poco efecto.

Descubrimientos recientes sobre el motor mecánico del pelo abren una etapa de innovación en productos y técnicas para mantener la salud capilar. - (Imagen Ilustrativa Infobae)

El Dr. Thomas Bornschlögl, coautor, destacó: “El crecimiento del cabello no está impulsado solo por la división celular, sino que la vaina externa tira activamente del cabello hacia arriba”. Modelos computacionales confirmaron que esta fuerza de tracción es indispensable para que el pelo crezca a la velocidad observada en humanos.

Tecnología de punta para observar, célula por célula

Los especialistas lograron estos avances utilizando microscopía 3D en tiempo real, que permitió seguir el movimiento de células individuales dentro de folículos de cuero cabelludo humano cultivados bajo condiciones estrictamente controladas. “Utilizamos un método novedoso de imagen que hizo posible modelar las fuerzas generadas localmente”, señaló el Dr. Nicolas Tissot, primer autor del estudio.

Además, se aplicaron simulaciones para entender cómo el flujo y el movimiento coordinado de estas células generan la fuerza ascendente. Aunque estas pruebas se realizaron en laboratorio, el nivel de detalle alcanza resoluciones nunca vistas en el estudio capilar.

Si bien el método experimental presenta limitaciones —como la dificultad de replicar el ciclo completo de vida del cabello o de extender los cultivos a largo plazo—, ofrece una mirada profunda sobre cómo estructuras microscópicas y fuerzas invisibles inciden directamente en los problemas que millones de personas enfrentan a diario.

El estudio sugiere que futuros fármacos y tecnologías podrían centrarse en estimular el entorno físico y mecánico del folículo piloso (Imagen Ilustrativa Infobae)

¿Por qué esto puede cambiar la vida cotidiana?

Este hallazgo tiene implicancias directas en la búsqueda de nuevos tratamientos. Los enfoques existentes, como lociones, champús fortificantes o incluso trasplantes capilares, suelen centrarse únicamente en el lado químico o celular del proceso. Con este avance, surge la posibilidad de desarrollar fármacos que actúen sobre el entorno físico del folículo o tecnologías que estimulen el “motor” mecánico del crecimiento.

Además, la técnica de observación en tiempo real permitirá probar y mejorar en laboratorio la efectividad de productos antes de llegar al mercado, anticipando qué intervenciones podrían dar mejores resultados en la prevención o reversión de la caída.

El próximo paso será trasladar estos hallazgos al contexto real del cuero cabelludo vivo, probar su impacto a largo plazo y explorar si el refuerzo de la vaina externa puede convertirse en la clave para tratar la calvicie o la debilidad extrema del cabello.

“Comprender la mecánica física del folículo abre todo un abanico de oportunidades para tratar enfermedades y trastornos capilares”, resalta el informe de Nature Communications.

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