Luego de pasar los 20 años, la década que le sigue suele estar envuelta entre definiciones a largo plazo y cierta búsqueda del equilibrio emocional. En una postal de vida más convencional aparecen el final de la carrera universitaria, el casamiento, la llegada de los hijos y la compra de la primera casa. La mayoría de las personas debe afrontar las presiones y responsabilidades profesionales y personales.
Esta idea de tener la "agenda llena"queda asociada directamente al estrés y al cansancio y por efecto rebote puede impactar y mitigar el deseo sexual.
Es por eso que los especialistas remarcan que no es el paso del tiempo lo que disminuye la vida sexual, puede influir las circunstancias de la pareja. Por el contrario, el paso de los años permite una madurez ideal para tener una vida sexual plena. "Con los años llegan la pérdida de la timidez y el conocimiento de los cuerpos y gustos; por eso es ideal y fantástico permanecer con la misma persona para poder experimentar mucho más", detalló a Infobae la especialista en sexualidad y sex-coach Mariela Tesler.
Consultado por Infobae, Walter Ghedin, médico sexólogo debatió acerca de uno de los mitos en las relaciones largas: 'la convivencia mata el amor': "Es un dicho popular, pero lo que mata el amor es creer que el deseo sexual y el romanticismo son fuerzas espontáneas que surgen mágicamente apenas las personas se miran o se tocan".
Si se usa la experiencia como herramienta, dicen los especialistas, que los 30 años podrían ser la edad perfecta para un excelente desempeño sexual.
No se debe probar nada a nadie
Un treintañero puede poseer una vida sexual consistente con una misma persona o haber atravesado una vida de aventuras y sentirse muy seguro de sí mismo. En cualquiera de las dos situaciones, hay menos presión. Si el hombre o la mujer no llega a la culminación del placer sexual no es un problema, ni provoca vergüenza. Estar en pareja significa también que siempre hay tiempo para la reivindicación.
Sin embargo, estadísticamente, hombres y mujeres en sus 30 años suelen estar comprometidos con una relación: noviazgos largos, compromisos o recién casados. Tener sexo siempre con la misma persona no es mejor o peor, sino que simplemente cambian las motivaciones que llevan al encuentro. La madurez, explican, también se refleja en la cama.
Hay lugar para el autodescubrimiento
Con la confianza y la experiencia se pueden descubrir muchas formas nuevas para elevar la libido. El autodescubrimiento significará algo distinto para cada pareja, para algunos una posición nueva en la cama y para otros disfraces y juguetes sexuales. A medida que pasa el tiempo se suman las experiencias y se descubren nuevos puntos de placer.
Desde su experiencia como sex coach, Tesler añadió: "La juguetería y la cosmética sensorial ayudan a descubrir estos puntos erógenos. Son grandes ayudas para salirnos de la rutina y fomentar lo lúdico y lo creativo; para permitirnos ser niños y jugar de nuevo en la cama".
Hay una mejora en la comunicación
La comunicación de pareja es una capacidad que mejora con los años. A los 30 años, hombres y mujeres ya conocen lo que les gusta a sus parejas en la intimidad. Puede ser repetitivo pero muy eficiente, especialmente cuando hay poco tiempo por la mañana por ejemplo.
"A los 30 se conoce muy bien lo que le gusta a una mujer o un hombre, esto puede ayudar a caer en la monotonía", dijo Tesler.
Se trata más acerca de la calidad que de la cantidad
"A esta edad, crecen las ganas de tener sexo de mejor calidad que nos dé más placer", explicó Tesler.
La estabilidad emocional que logran la mayoría de las personas en esa etapa de la vida les permite tener una mayor calidad en las relaciones sexuales, ya que hay más apertura con la pareja para hablar sobre deseos y fantasías.
Sin embargo, la idea de que el sexo es un acto espontáneo (como aparece en la juventud) hace que las parejas se queden esperando a que el otro tome la iniciativa y si eso pasa, nada sucede.
“Muchas parejas comentan: empezamos con relaciones fogosas que después se fueron perdiendo y no sabemos qué pasó para haber llegado a esta situación'”
"Las mujeres casadas quisieran tener más y mejor sexo, pero las exigencias de la vida laboral, tanto fuera como dentro de la casa, impiden que los encuentros eróticos sean más prolongados, lo cual conlleva a una merma en el disfrute y en la necesidad de repetir la experiencia", agregó Walter Ghedin.
Slow sex
Tener relaciones incluso cuando la pareja se encuentra exhausta. El trabajo, las responsabilidades de la casa y las pocas horas de sueño hacen de algo placentero una tarea complicada. Controlar el arte del sexo sin mucho esfuerzo es la clave del éxito.
"El slow sex es maravilloso y está ligado al oriente, tiene que ver con despertar los sentidos y empezar a sentir realmente, estar en el aquí y ahora. Aquí el mindfulness se traduce a la cama", profundizó la especialista en sexualidad.
La vida sexual puede tener altibajos
La vida sexual funciona como un ciclo, hay momentos en que ambos pueden estar muy cansados y momentos en los que se produce un despertar sexual que se disfruta como nunca antes. "La vida sexual siempre está llena de momentos, creer que siempre va a ser igual es un error. La clave está en saber sacar lo mejor de cada uno, siempre", finalizó Tesler.
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