Cuando debutó Los ricos no piden permiso en la pantalla de El Trece todos se sorprendieron. Con picos de 17.3 puntos de rating, la novela reunió a un elenco de primeras figuras. Poco a poco se fue ganado su lugar y cosechando miles de fanáticos.
Hoy, la historia patrones y los empleados de la estancia Santa Elena llegó a su final. ¿Qué sucedió con todas las historias de este "culebrón" que supo retratar al amor más allá de las divisiones de clase?
Antonio (Juan Darthés) y Julia (Araceli González) se casaron. El Negro (Alberto Ajaka) se hizo rico y volvió a buscar a la Jackie (Bárbara Lombardo) para comenzar de nuevo; "ahora a escribir nuestra historia, la página está en blanco", le dijo a la su hermosa novia.
Marcial (Luciano Cáceres) terminó loco, mientras que Victoria (Julieta Cardinali) aseguró que se iría a Suecia porque "acá las cosas están muy peligrosas".
Agustín (Gonzalo Heredia) se imagina a él en un futuro publicando un libro sobre todo lo que vivieron, una novela sobre la laguna curativa, y se lo cuenta a Elena (Agustina Cherri), con quien tuvo un hijo.
Ana (Sabrina Garciarena) y Rafael, el capataz, (Luciano Castro) terminaron juntos y enamorados; "Ojalá que esta nueva generación de los Villalba sea un poco más tranquila", comentó ella en una enorme reunión donde estuvieron todos.
¿Qué celebraban? El cumpleaños de Esther (Leonor Manso), madre adoptiva de Rafael. La postal del cierre de la novela fue esa: todos juntos, brindando y felices.