El periodista David Kavlin tuvo un infarto y está internado: “Llegué muerto”

El sábado el conductor sufrió un episodio cardiaco luego de jugar al paddle, por lo que tuvieron que colocarle un stent. En diálogo con Teleshow, relató lo ocurrido

El periodista David Kavlin tuvo un infarto y debió ser internado (Instagram)

El sábado por la mañana, David Kavlin se descompuso luego de jugar en partido de paddle en la sede central del club Hacoaj. De inmediato lo asistieron y tras corroborar que había tenido un infarto lo trasladaron a la Clínica La Trinidad de San Isidro. En la ambulancia camino al hospital hizo un paro cardiaco. Finalmente en la clínica lo estabilizaron y le colocaron un stent para salvarle la vida. En diálogo con Teleshow, este domingo Kavlin relató paso a paso lo que le ocurrió.

“El sábado, después de jugar al paddle, empecé a sentirme mal. Me encontré con mi hijo Tommy en la sede central del club y el malestar aumentó. Así que Tommy se vistió de héroe y me fue a llamar a la gente de la guardia, que inmediatamente activó un protocolo, me atendieron de manera espectacular. Me hicieron ahí mismo un electrocardiograma, saltó que tenía un infarto, así que se activó el código rojo, vinieron tres ambulancias para llevarme a la clínica”, relata con la voz ronca aun con los efectos del duro episodio que transitó.

Acto seguido continuó: “En el viaje, en la ambulancia, hice un paro cardiaco y en la guardia de la clínica me revivieron, donde me salvaron la vida. Llegué muerto”. Los médicos actuaron rápido y le colocaron un stent para normalizar la circulación sanguínea. “La atención de todos acá en la clínica es impecable, desde las enfermeras hasta los médicos. Desde el cardiólogo que me atendió en el club hasta los de acá”, expresó visiblemente agradecido. El periodista nombró a quienes lo ayudaron: “El cardiólogo se llama Tomás Vernero, y la enfermera que me atiende como un rey se llama Silvana Fazzetto, ella es la más importante”, dijo entre risas, ya más tranquilo y en proceso de recuperación.

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En diálogo con Teleshow, el periodista David Kavlin habló sobre el infarto que sufrió

Rodeado del equipo médico y de su familia, Kavlin reflexionó sobre su ritmo de vida: “Estoy trabajando mucho, en Argentina 12, haciendo Mañana picantes, después conduzco Nuevediario todas las noches y mientras tanto saqué el libro Nos gritan judíos de mierda. La difusión del libro me llevó por todos lados, no paré y eso también me generó bastante estrés”.

A pesar del susto, no perdió su buen humor: “Así que me van a tener que seguir aguantando en la tele. Y ahora también estoy escribiendo el segundo libro. Así que tengo cuerda para rato”.

La vida de David Kavlin tiene otra historia de superación, protagonizada por su hijo Tommy. Con solo ocho años, el niño debutó como baterista en la calle Corrientes. Desde los cuatro años, Tommy mostró un interés especial por la música. Según relató Kavlin hace dos años a Teleshow, “A diferencia de otros chicos, siempre quería comprarse juguetes de instrumentos musicales. Xilofones, guitarras, saxofón, pianos, siempre le gustó mucho la música, que escuchaba conmigo, con su mamá Laura y con su hermana Emma”.

David Kavlin y su hijo Tommy que es baterista (Instagram)

Tommy comenzó a jugar con las manos, haciendo sonidos de percusión, hasta que recibió una batería de juguete. “Me llamó la atención la ductilidad que tenía. Entonces, de esa batería chiquitita pasamos a una segunda más grande, también de juguete. Y ya me di cuenta que el pibe tenía un talento especial. Compramos una batería eléctrica para no molestar a los vecinos y sobre ese instrumento comenzó a tocar, primero de una manera muy primitiva, muy rítmica pero muy básica”.

El aprendizaje siguió de manera autodidacta. Kavlin contó: “Un día me di cuenta que Tommy veía videos de música por internet y comenzaba a generar una coordinación de baterista, obviamente muy novato pero hacía unos movimientos muy estudiados que sacaba de algún lado. Entonces le pregunté y él me contó que miraba videos de bateristas de canciones que le gustaban y veía cómo tocaban y también miraba tutoriales”.

A pesar de su interés y su habilidad, Tommy enfrentó una dificultad. Tiene una disminución auditiva en un oído. “Producto de una infección en el oído interno no escucha bien de ese oído, tiene una disminución auditiva, hubo que hacerle muchos tratamientos y llevarlo a los médicos para definir qué era lo que tenía y la razón por la cual tenía ese problema. Desde ahí comenzamos un periplo por los especialistas, hasta que finalmente se descubrió que había sido producto de una infección que había tenido de más chiquito. Pero eso no es para él un impedimento a la hora de superarse”, relató su padre.

Tommy no pudo ingresar a una academia por ser tan pequeño, pero la pasión pudo más. “No lo tomaban en ningún lado, así que por sugerencia de amigos músicos, durante los primeros años dejé que lo tomara como un juego y así fue evolucionando y aprendiendo solo hasta que pude convencer a Diego Mizrahi, que es el director de una escuela de músicos, a que le hiciera una prueba. Cuando lo vio se sorprendió: ‘Tu pibe la va a romper, tiene muchas condiciones’, me dijo. Así que desde hace dos meses está estudiando con él”, contó David, orgulloso.

El esfuerzo y el talento encontraron recompensa. Kavlin subió un video de la primera clase de batería de Tommy a sus redes y Joel, integrante de The Beetles, lo vio. La banda invitó a Tommy a tocar con ellos en el Teatro Ópera. David recordó: “En medio de un almuerzo le pregunté a Tommy si quería hacerlo, me miró con sorpresa y se le llenaron los ojos de lágrimas. En ese momento sentí perfectamente lo que él estaba percibiendo: la emoción no le cabía en el cuerpo de un nene de ocho años. Se emocionó, se largó a llorar, me abrazó y me dijo: ‘Los sueños se cumplen, papá, los sueños se hacen realidad’.

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