La nevera es un electrodoméstico fundamental en los hogares, ya que permite conservar la mayoría de los alimentos. Por eso, es importante limpiarla con regularidad para mantenerla en buen estado y prolongar su vida útil.
Aunque esta tarea puede parecer complicada, Haceb compartió cinco pasos sencillos que permiten realizar una limpieza eficaz y sin complicaciones.
Cómo limpiar una nevera de forma efectiva
Los pasos que se deben seguir para limpiar la nevera de forma efectiva son los siguientes:
- Preparar el espacio: Antes de iniciar la limpieza, se recomienda disponer de un área amplia y limpia donde colocar temporalmente los alimentos. Esto evita que se deterioren durante el proceso.
- Retirar las partes desmontables: Las neveras suelen contar con componentes removibles como bandejas, compartimentos o estantes. Estos deben extraerse cuidadosamente y limpiarse por separado con un paño húmedo y jabón.
- Limpiar el interior: Con un paño diferente, limpio y humedecido con agua y jabón, se debe limpiar todo el interior del refrigerador, prestando atención a rincones y superficies de difícil acceso.
- Desinfectar con vinagre: Se recomienda aplicar vinagre blanco en las superficies internas y en las piezas desmontables, ya que actúa como desinfectante natural, no deja residuos tóxicos y contribuye a eliminar grasa y malos olores.
- Limpiar la puerta: Es importante no omitir la limpieza de la puerta, tanto en el exterior como en los bordes de goma. Esto ayuda a conservar el acabado del electrodoméstico y garantiza un cierre hermético.
Una vez finalizada la limpieza, se deben volver a colocar las piezas y reorganizar los alimentos. Es aconsejable ubicarlos según la frecuencia de uso para facilitar el acceso y preservar mejor su frescura.
Cada cuánto limpiar la nevera
Según Haceb, la frecuencia con la que debe limpiarse la nevera varía según el tipo de alimentos almacenados. En el caso de productos como carne cruda, huevos u otros que no se deterioran con rapidez, se sugiere realizar la limpieza una vez al mes.
Si se conservan principalmente frutas y verduras, que requieren un mayor nivel de cuidado, lo recomendable es limpiar el refrigerador cada dos semanas. En situaciones donde se almacenan alimentos altamente perecederos, como leche o quesos, la limpieza debería hacerse con una frecuencia semanal.
Qué otros cuidados extienden la vida útil de una nevera
Además de la limpieza regular, existen otras prácticas clave que ayudan a prolongar la vida útil de una nevera. Una de ellas es evitar abrir la puerta con frecuencia o dejarla abierta durante demasiado tiempo, ya que esto obliga al motor a trabajar más para mantener la temperatura interna.
Es importante no sobrecargar el interior, pues una circulación adecuada del aire frío garantiza un enfriamiento uniforme y reduce el desgaste del sistema.
Ubicar la nevera lejos de fuentes de calor, como estufas u hornos, contribuye a un mejor rendimiento energético.
Asimismo, se recomienda mantener una distancia mínima entre la parte trasera del aparato y la pared, permitiendo la ventilación del condensador. Limpiar esta zona al menos una vez cada seis meses previene la acumulación de polvo, que puede afectar el funcionamiento del motor.
Revisar periódicamente el estado de los empaques de goma en la puerta también es fundamental. Si están deteriorados, pueden permitir la fuga de aire frío.
Por otro lado, se aconseja no ingresar alimentos calientes, ya que elevan la temperatura interna y exigen mayor esfuerzo del compresor.
De cuántos años es la vida útil de una nevera
La vida útil promedio de una nevera suele oscilar entre 10 y 15 años, según fabricantes y organismos de consumo como la Asociación Nacional de Fabricantes de Electrodomésticos (AHAM, por sus siglas en inglés) y el Departamento de Energía de Estados Unidos (DOE).
Este rango puede variar según el tipo de refrigerador, la tecnología utilizada, la frecuencia de uso y los cuidados que reciba. Por ejemplo:
- Modelos básicos o de una sola puerta tienden a durar entre 10 y 12 años.
- Neveras de dos puertas suelen mantenerse en buen estado hasta los 15 años.
- En refrigeradores de alta gama o con sistemas digitales avanzados, la vida útil también puede extenderse si reciben mantenimiento regular.
Factores como una ubicación adecuada, la limpieza del condensador, evitar sobrecargas internas o fluctuaciones de voltaje ayudan a conservar su funcionamiento.