Lo que en principio parecía ser un nuevo enfrentamiento vecinal, que ya tiene lamentablemente acostumbrados a los vecinos del Barrio Acuba, en Lanús, terminó de la peor manera. Cerca de las 15 del lunes, Nahuel Maydana (22) era perseguido en moto por Sebastián Farías. Al llegar al cruce de Yatay y Magallanes, “Seba” efectuó dos disparos. El agredido, ileso, dejó el vehículo tirado. El atacante escapó del lugar: es que uno de los tiros impactó en la cabeza de un niño de 5 años que estaba parado en la puerta de su casa observando la persecución.
En la mismo lugar donde el nene fue baleado funciona también el taller mecánico de su papá. Por eso, de inmediato fue trasladado a la Unidad de Pronta Atención 3 (UPA) de Lanús, que queda a unas 20 cuadras de la casa familiar. Desde allí fue derivado por una ambulancia del SAME al hospital Evita y, luego, trasladado al hospital El Cruce de Florencio Varela.
Este martes, el chico continuaba internado en estado reservado en terapia intensiva: los médicos no pudieron sacarle la bala que tiene alojada en la cabeza. Mientras tanto, “Seba” sigue prófugo, tiene un pedido de captura y detención sobre su cabeza y, según fuentes judiciales consultadas por Infobae, estaría cercado por la Policía.
Fue clave para el caso que el mismo lunes Maydana se presentó en la comisaria que investiga el ataque al nene. Allí dio su versión: dijo que días atrás, luego de una discusión con Farías, “lo invitó a pelear” y lo agredió físicamente. Por eso, ayer fue el momento de la venganza de “Seba”.
El agresor interceptó en moto a Maydana, quien se escapó pero, cuando llegó al cruce de Magallanes, se le salió la cadena de su motocicleta de 110 cc, por lo que se bajó, dejó tirado el vehículo y fue entonces que “Seba” comenzó a dispararle. Uno de esos tiros fue a la cabeza del nene que miraba todo desde la puerta de su casa.
El fiscal Martín Rodríguez, a cargo de la UFI N°6 de Lanús y que investiga el ataque al chico, no adoptó ninguna medida en contra de Maydana. El joven sí reconoció que hacía las veces de “esquinero” en el barrio, es decir, que oficiaba de campana para los que se dedican al narcomenudeo en esa zona de villa Acuba y daba aviso de la presencia de algún patrullero.
Tras el testimonio de Maydana y de otros vecinos del barrio de la zona Oeste de Lanús se pudo confirmar la identidad de “Seba” y el origen del conflicto que culminó con un ataque demencial y una víctima inocente que pelea por su vida.
Las cámaras de seguridad de la zona la semana pasada captaron un enfrentamiento de madrugada entre familiares y conocidos de Maydana y Farías, en medio de una disputa vecinal. En el video se observa un grupo de personas, entre los que también había mujeres y hasta niños; e incluso se puede ver, además, a un joven portando un arma.
Esa discusión filmada terminó como contó Maydana a las autoridades luego de que fuera baleado el nene: hubo agresiones físicas que derivaron en la supuesta “venganza” de “Seba” este lunes, que culminó con un ataque a tiros en Yatay y Magallanes.
“Esto siempre es así. Son del barrio. Después de disparar, el que tiraba se dio medio vuelta con la moto y escapó. Nahuel, que era al que perseguían, se metió en la casa de su hermano. Estuvo un rato y después se fue”, describió a Infobae una vecina que presenció el momento de los disparos.
Y siguió: “El nene estaba parado en la puerta de su casa, suele jugar en la vereda con los otros chicos del barrio, siempre están jugando acá. El que tiró lo hizo sabiendo que el nene estaba ahí. Acá, a pocas cuadras, está lo que nosotros llamamos el pasillo de la muerte, siempre se los ve a los del barrio vendiendo drogas”.
El arma con la que habrían baleado al nene fue encontrada en la zona del ataque durante un relevamiento hecho por el Grupo Táctico Operativo (GTO) de Lanús junto a la Bonaerense. Según consta en el expediente, “hallaron una bolsa de nailon negra tirada y, en su interior, encontraron un revólver calibre .38 con vaina servida en su interior”. Será peritada en las próximas horas.
Además, también se hacían este martes allanamientos en la villa Acuba, mientras la Policía solicitaba el registro de cámaras de seguridad a los vecinos de la zona.
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