Algo más de dos meses pasaron para que finalmente la Justicia confirmara que la arquitecta Gabriela Medrano Viteri (36) y su pareja, el publicista y artista plástico Felipe Zegers Risopatrón (39), no son terroristas y lo que habían dejado en un hotel de la ciudad de Córdoba, a donde habían ido a participar de actividades paralelas al Congreso de la Lengua, no era una bomba sino efectivamente un artefacto que usaron durante su instalación conceptual.
Medrano Viteri y Zegers habían sido detenidos el 31 de marzo pasado en su arribo a Buenos Aires desde Córdoba, porque los empleados del hotel donde se alojaron en la capital de esa provincia detectaron un aparato que les resultó sospechoso en la habitación 704 que ellos habían ocupado ese fin de semana.
Los artistas chilenos luego explicaron que, como temían que generara alerta en el aeropuerto, lo abandonaron en el hotel, sin avisar a los empleados del lugar. Y que se trataba de una caja que emitía los sonidos que contenían el mensaje de la obra de arte.
Así, la pareja estuvo 44 horas detenida e incomunicada. Incluso fue trasladada a Córdoba sin dar aviso a ningún allegado. Y nadie les explicó a ellos los motivos por los cuales estaban en esas condiciones. Este lunes, con la noticia del cierre de la causa, Medrano Viteri confesó a Infobae que se siente "abrumada", y admitió: "Es difícil entender los sinsentidos. Lo que dejamos no era nada que se podía confundir con una bomba, era una batería".
El juez federal de Córdoba Miguel Hugo Vaca Narvaja cerró este lunes la causa y sobreseyó a la pareja al considerar en el fallo, al que tuvo acceso Infobae, que "los efectos secuestrados en el hotel ubicado en calle Belgrano nro. 131 de esta ciudad –donde se alojaron los encartados- no se encontraban destinados a la preparación de explosivos sino que formaban parte de una instalación artística que los mismos habían presentado en el contracongreso 'Malas Lenguas' realizado en esta Ciudad de Córdoba".
"Era un sobreseimiento esperado, la única solución posible a este proceso. Pero queda un sabor un poco amargo por la falta de referencia a cómo se desenvolvió la causa, específicamente a la cantidad de tiempo que estuvieron detenidos e incomunicados, ya que no se les brindó el trato mínimo que corresponde a la ley argentina y al convenio internacional sobre Derechos Humanos", comentó Mercedes Crespi, defensora oficial de los artistas.
El juez consideró que los artistas chilenos habían dejado de modo "sumamente llamativo" el maletín con el aparato sobre la mesa central de la habitación, entreabierto, con el cargador en la base y con las pinzas tipo cocodrilo. Y sostuvo que, además, el check out de la pareja en el hotel fue un "abandono intempestivo" a las 5:55 del 31 de marzo, el día de cierre del Congreso Internacional de la Lengua.
Según Crespi, esto no fue así. "Las afirmaciones sobre cómo Felipe y Gabriela dejaron el hotel son equivocadas. Salieron como sale cualquiera a esas horas, a las apuradas, fue algo cotidiano que le pasa a cualquiera y no un indicio de un delito. Pero el balance es positivo y estamos conformes con la resolución, que tenía que llegar", remarcó la abogada.
En el maletín secuestrado en el hotel no se encontraron sustancias explosivas. Aunque en un primer momento, aclaró Vaca Narvaja, al realizar
un chequeo con el perro entrenado sobre el maletín, el animal realizó una marcación pasiva sobre la batería. Luego se constató que no había carga explosiva y las pruebas realizadas días más tarde arrojaron resultado negativo.
Según explicaron a los investigadores los policías de la Brigada de Explosivos, la marcación pasiva del animal "pudo obedecer a la presencia de algún pegamento, ya que la mayoría de los pegamentos son a base de tolueno y éste es una sustancia que suelen tener los explosivos de uso militar". Luego la pareja admitió que había usado pegamento para sostener algunos componentes del artefacto.
En efecto, lo que generó pánico en la Policía de Córdoba era apenas el material físico de la obra realizada por los artistas, que se llama "Parlante inclusive", y que básicamente consiste en una grabación que lee la Declaración Universal de los Derechos Humanos en lenguaje inclusivo. Medrano y Zegers ya habían hecho este trabajo en su país y fueron invitados por la Facultad de Filosfía de la Universidad Nacional de Córdoba para participar de aquel congreso alternativo.
"No lo puedo creer, por fin terminó", comentó a Infobae Medrano Viteri desde Chile, y resaltó, de estos dos meses de proceso judicial, "la violencia que significa que te dejen volver (a Chile) pero te dejen clarísimo que te quedes callada porque la causa sigue abierta".
La arquitecta es una personalidad reconocida por su trabajo y su talento en su país. Es la autora del proyecto del Teatro Bio Bio, en Concepción, que fue inaugurado en 2018 por la entonces presidenta de Chile, Michelle Bachelet. Por esa obra, Medrano Viteri fue nominada para el Premio Beazley Designs of The Year 2018, otorgado por el Museo del Diseño de Londres.
Para Vaca Narvaja, que les había permitido volver a su país después de declararles la falta de mérito en abril, fueron "coherentes y creíbles" las explicaciones brindadas por los imputados respecto de los objetos secuestrados en el hotel "y se condicen con los elementos de prueba agregados al sumario".
Al juez le resultó "satisfactoria" la explicación dada acerca del proyecto presentado por los imputados. "Se nota a simple vista que la valija secuestrada y la pintura en aerosol tienen el mismo color plateado que los parlantes, y que la valija presenta orificios que 'prima facie' resultan compatibles con aquellos necesarios para adosar los parlantes o bocinas", remarcó el magistrado en el fallo que cierra la causa, donde también declararon los organizadores de "Espacio Poética", responsables de la invitación a Córdoba de los artistas chilenos.
Las autoridades de la Facultad de Filosofía de la UNC también declararon ante Vaca Narvaja y explicaron que la pareja –que en Chile goza de prestigio y carece de antecedentes penales– fue invitada para instalar su "parlante inclusive" y además para que Zegers brinde una charla de cuatro horas sobre intervenciones artísticas urbanas.
En el expediente donde se investigó a Medrano y a Zegers se incluyó un informe de "redes sociales" hecho por la División Inteligencia Antiterrorista de la Policía de Córdoba, que corrorobó el perfil artístico de los imputados y ninguna acción relacionada con actos de terrorismo, a pesar de que, hasta último momento, la fiscal federal Graciela López de Filoñuk mantuvo la acusación contra ellos. Los acusó por delitos vinculados a la tenencia de materiales explosivos, lo que, de haber sido hallados culpables, les hubiera valido una pena de hasta seis años de prisión.
Medrano y Zegers volvieron a realizar la instalación de su obra este fin de semana en el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos en Chile. La caja transmitió durante 44 horas, el tiempo que ellos estuvieron detenidos e incomunicados, la Declaración Universal de los Derechos Humanos en lenguaje inclusivo. Con mezcla de angustia e ironía, la arquitecta aclaró: "Pusimos una réplica de nuestra intervención, porque la original sigue retenida en Cordoba".
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