En 2018 la 44° Feria del Libro de Buenos Aires abrió sus puertas y su inauguración fue noticia, pero por razones que excedieron a la lectura. Un grupo de trabajadores, directivos y estudiantes de los Institutos de Formación Docente (IFD), irrumpieron en el lugar para protestar contra el proyecto de la Universidad de Formación Docente (Unicaba) impulsado por el gobierno porteño.
Cuando los ministros de Cultura de la Nación, Pablo Avelluto, de la Ciudad, Enrique Avogadro, el entonces presidente de la Fundación El Libro, Martín Gremmelspacher, el director de Artes y Letras de la Intendencia de Montevideo, Juan Canessa, y la escritora Claudia Piñeiro estaban realizando la apertura del evento, unas 150 personas entraron en la sala Jorge Luis Borges e interrumpieron la ceremonia.
"El acto de inauguración es un acto que se hace con invitaciones a una cantidad de instituciones determinada y una vez que están todos, si hay espacio libre, las personas que quisieran entrar lo podían hacer libremente", le explicó a Infobae la actual presidenta de la Fundación El Libro, María Teresa Carbano, sobre los asistentes.
Aunque este año las cosas serán diferentes.
"El año pasado hubo una situación que no tenía nada que ver con la Feria", agregó sobre el reclamo que empañó el comienzo de la 44° edición, al tiempo que remarcó que lo que más se lamentó y cuestionó desde la organización, fue "que no le permitieron hablar a ninguno de los dos ministros presentes".
Tras la inauguración del 2018 Avelluto escribió dos mensajes en su cuenta de Twitter expresando su "solidaridad total con mi amigo y colega -Avogadro- a quien un grupo de manifestantes le impidió hacer uso de la palabra". "Pretender dar lecciones de democracia acallando voces tiene un único nombre: fascismo", cerró sus mensajes.
"Este año la diferencia notable es que el discurso inaugural lo va a dar Rita Segato. Y lo que sucedió fue que cuando la Fundación dio a conocer su nombre, empezaron a llover pedidos para poder escucharla", enmarcó Carbano el acto de apertura de este año, que sólo podrá ser presenciado por invitados especiales previamente seleccionados por un comité.
"Se conformó un comité Ad-hoc para evaluar los pedidos de invitación", contó la presidenta de la Fundación El Libro. "Por esta razón las medidas para evitar que suceda lo que pasó el año pasado son un tema que ni siquiera llegó a evaluarse", respondió ante la pregunta de Infobae. La sala, en la que no habrá público en general, cuenta con lugar casi 700 personas.
"Nosotros como Fundación no aceptamos que no se permita la palabra. El acto inaugural de la Feria es un evento que organiza una sociedad civil sin fines de lucro, es como si yo te estuviera invitando a mi casa. Entonces si se invita a un funcionario para que hable, tiene que poder hablar", insistió, sobre la posición de la organización, en sintonía con lo ya expresado en 2018.
La elección de Segato, antropóloga y feminista, es vista como un acierto. "Sinceramente al ser ella la que va a dar el discurso inaugural, creo que el ánimo de todo el que va a ir, que además tuvo que pedir ser invitado, va a ser el de escucharla", confió en esta línea, al tiempo que dejó saber que en las últimas semanas mantuvo charlas con el Secretario de Cultura de la Nación y el Ministro de Cultura de la Ciudad. "Confían en la Fundación y saben que lo ocurrido el año pasado fue algo totalmente ajeno a la organización", cerró.
En cuanto a la seguridad dentro del complejo, la Fundación El Libro se hace cargo de la contratación de seguridad privada, coordinada por dos figuras a las que se llama "comisarios" hacia dentro de la organización, abocados a supervisar los ingresos, puertas y boleterías. Mientras tanto la Policía de la Ciudad evaluaba medidas para el exterior del complejo, despliegue territorial de personal policial y agentes de Prevención.
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