Sufrió un violento robo y ahora atiende armado

Rodolfo Monetti es tucumano y dueño de una distribuidora de alimentos y bebidas en su provincia. Tras un robo en 2013 contrató a un custodio y recibe a los clientes con un arma en la cintura. "Los vecinos me lo agradecen", aseguró

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Rodolfo Monetti junto a su custodio, Roberto Palacio, en la entrada del local (Gentileza La Gaceta / Antonio Ferroni)

Rodolfo Monetti atiende su teléfono y pide algunos segundos para acomodarse. Bajo su mando una distribuidora de insumos para panaderías y bebidas, de la que es dueño, a la que, según él, le dedica 18 horas de su día en llevarla adelante. "Tengo 43 años y trabajé desde los 18 todos los días de mi vida. Así logré salir adelante y hoy sigo así, metiéndole con todo, laburando, dándole trabajo a la gente. Gracias a Dios estamos bien", dijo a Infobae.

Su rostro e historia recorrieron los medios tucumanos en los últimos días. Fue luego de que se fotografiara armado, junto a un custodio, en la puerta del negocio ubicado en Camino del Perú al 1800. "Decidí armarme en 2013 cuando sufrí un violento robo, en el que me hirieron muy feo. Me dieron 11 tiros en la pierna izquierda y los médicos debieron reconstruirla", contó.

"Antes, los vecinos me decían que estaba loco porque andaba armado: ahora me lo agradecen, porque sus hijos pueden esperar el colectivo sin miedo frente a mi negocio. Hay que andar con los ojos bien abiertos porque roban todo el tiempo", explicó en otra entrevista a La Gaceta.

Palacio recorre el depósito de la distribuidora con su escopeta (Gentileza La Gaceta / Antonio Ferroni)

"Con ningún gobierno me fue mal. Siempre hubo gestiones más complicadas que otras, pero por suerte salimos adelante. El secreto está en laburar, nada más, nunca esperé que alguien me ayude o que mis viejos me den algo. Es por eso que tomé esta medida extrema de armarme, porque no quiero que nadie me toque lo que a mí me cuesta tanto lograr", argumentó a este medio.

En cuanto a los robos, Monetti manifestó: "Desde hace dos años viene ocurriendo y son siempre los mismos. Los conozco a todos. A la gente que trabaja acá la asaltaron en la puerta del negocio o en la parada del colectivo. Pasa que tienen muchas vías de escape, huyen hacia el norte, a Los Pocitos o Villa Carmela".

"Más que en vender o en disfrutar de nuestras familias, tenemos que prevenirnos para que no nos asalten. Claro que no nos gusta andar armados. No nos hace felices tener que colocar cada vez más rejas, candados y alarmas, pero no nos queda otra. Desde que me levanto pienso en la inseguridad; tengo temor por mi familia", explicó al diario tucumano.

A su lado, Roberto Palacio, custodio personal de Monetti. "Creemos que si los ladrones ven que el local tiene seguridad, entonces no van a asaltarnos", dijo el hombre que trabaja como empleado de seguridad, cargando una escopeta con la que recorre las instalaciones durante toda la jornada laboral.

"Los robos son moneda corriente en la zona", concluyó el ladero del dueño, que desde la mañana hasta la noche custodia el depósito para evitar que lo asalten. Y agregó: "Sobre todo vienen de otros lugares a comprar drogas a la zona de La Cartujana. Van y vienen. Se los ve todo el tiempo pasar en las motos, buscando alguna víctima. La Policía pasa muy poco y se cansan de asaltar a la gente".

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