La Justicia le otorgó la prisión domiciliaria a la cultivadora de cannabis

Adriana Funaro seguirá detenida pero en la casa de su hija. Aunque le da uso medicinal a la marihuana, tras la denuncia de un vecino quedó imputada por “cultivo para producción de estupefacientes”

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Activistas pro cannabis, esta mañana en la fiscalía de Ezeiza; en el centro, Micaela, hija de Adriana
Activistas pro cannabis, esta mañana en la fiscalía de Ezeiza; en el centro, Micaela, hija de Adriana

Después de 72 horas encerrada en el calabozo de una comisaría de Monte Grande, Adriana Funaro, la cultivadora de cannabis que fabricaba aceite con las flores de la planta para combatir los dolores de su artrosis, fue beneficiada por la Justicia con la prisión domiciliaria.

Esto significa que seguirá procesada. El juez de la causa, Horacio Hryb, negó la excarcelación que pidió la defensa de la mujer, y determinó que Funaro continúe imputada por el delito de "siembra o cultivo para producción de estupefacientes", que contempla una pena de entre 4 y 15 años de prisión no excarcelable.

Sin embargo, la Justicia firmó la prisión domiciliaria. Adriana ya está en la casa de su hija, Micaela, en la localidad bonaerense de Monte Grande, donde vivirá mientras dure su proceso, y no podrá salir ni siquiera a caminar por la vereda. "Estoy mucho más aliviada y feliz y mi mamá está fuerte, pero no quedó en libertad y es injusto. La lucha continúa", dijo a Infobae Micaela.

Adriana, Micaela y una de las plantas de cannabis
Adriana, Micaela y una de las plantas de cannabis

Adriana fue detenida el lunes en su casa de Ezeiza tras la denuncia de un vecino, que avisó a la Policía que la mujer tenía muchas plantas de marihuana. En efecto, había 36. Además, la Policía le secuestró cogollos (flores) de la planta y frascos con aceite, que Funaro consumía todas las mañanas para aplacar los dolores que le genera la artritis. Es decir, se quedó sin su medicina. Ante el fiscal del caso, Carlos Hassan, Funaro explicó que se necesita una gran cantidad de plantas para poder fabricar aceite suficiente para mantener el tratamiento durante un año, hasta el siguiente ciclo de siembra y cultivo de la planta.

La cultivadora no sólo fabricaba aceite para su consumo, sino que ayuda a niños y adultos enfermos con diversas dolencias, desde epilepsia hasta autismo, de cáncer a fibromialgia. Como el caso de Delfina, una nena de 3 años con microcefalia severa, que desde que consume el aceite de cannabis puede conectarse con sus padres y dejó de sufrir hasta 20 convulsiones diarias.

Para pedir la prisión domiciliaria, Carlos Hassan, tuvo en cuenta los dolores y el padecimiento de Funaro. Además, la mujer le presentó mucha documentación que certifica que el uso que le daba al cannabis es netamente medicinal. No obstante, Adriana es una histórica activista por la despenalización del consumo total de marihuana.

Adriana junto a Delfina (3), quien padece microcefalia y consume aceite de cannabis
Adriana junto a Delfina (3), quien padece microcefalia y consume aceite de cannabis

Este mediodía, Hassan se juntó con la presidenta de la comisión de Salud en Diputados, la entrerriana Carolina Gaillard (FPV), quien le llevó material sobre usos medicinales del cannabis y la ley que obtuvo media sanción en la Cámara baja en noviembre pasado (se estima que en abril el proyecto sea tratado en el Senado). "Una mamá que cultiva cannabis en su casa para extraer aceite, hoy está expuesta a que la detenga la policía. Si la ley hubiese estado aprobada, Adriana Funaro no estaría privada de su libertad", comentó la diputada a este medio.