La industria frigorífica vacuna cerró noviembre con una marcada retracción en su nivel de actividad, tanto en la comparación mensual como interanual. El repunte observado en octubre no logró consolidarse y quedó como un episodio aislado dentro de una tendencia claramente descendente, indica un informe de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes de la República Argentina (CICCRA).
Durante el undécimo mes del año se faenaron 1,047 millones de cabezas, lo que implicó una caída del 7,1% respecto de octubre (ajustada por días laborables) y del 9,2% frente a noviembre de 2024. Se trató de la novena baja en los últimos once meses, reflejando un escenario de menor disponibilidad de hacienda.
Luz amarilla para la faena de hembras
La faena de machos totalizó 540 mil cabezas, con un descenso interanual del 9,1%. La reducción se explicó por una menor faena tanto de novillos (-5,6%) como, especialmente, de novillitos (-10,2%).
En el caso de las hembras, la faena también retrocedió 9,4% interanual, alcanzando 506,8 mil cabezas. Se registró una baja más pronunciada en vaquillonas (-12,6%), mientras que la faena de vacas cayó 1,7%.
A pesar de la disminución general, la participación de las hembras en la faena total se ubicó en 48,4%, apenas por debajo del nivel del año pasado. Desde CICCRA advierten que este ratio continúa muy por encima del rango considerado compatible con el sostenimiento del stock, una señal que sigue generando debate en el sector.
En cuanto a la producción, en noviembre, la producción de carne vacuna alcanzó 245 mil toneladas res con hueso, un 6,3% menos que en octubre y 6,7% por debajo del nivel de noviembre de 2024. La caída respondió casi exclusivamente a la menor faena, ya que el peso promedio en gancho subió a 234 kilos, con mejoras tanto mensuales como interanuales.
En el acumulado de enero a noviembre, la producción totalizó 2,88 millones de toneladas r/c/h, apenas 0,5% inferior a la del mismo período de 2024. Mientras la faena cayó 1,9%, el mayor peso promedio (+1,4%) permitió amortiguar la baja productiva.
Desde la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados (CICCRA) señalan que el aumento estructural de la faena de hembras se vincula a la valorización de la vaca desde la apertura del mercado chino en 2012. Este proceso impulsó un rejuvenecimiento del rodeo, mejorando la relación ternero/vaca, aunque sin lograr recuperar plenamente el stock perdido entre 2007 y 2009, del cual solo se habría recompuesto entre 5% y 7%.
Frente a quienes proponen aumentar fuertemente el stock —un proceso que demandaría entre cuatro y cinco años—, CICCRA plantea una alternativa más inmediata: incrementar el peso promedio de faena desde los actuales 232 kg/res hasta 282 kg/res. “Con esa mejora, y sin aumentar la cantidad de animales faenados, podría lograrse un 20% más de producción de carne, unas 600 mil toneladas adicionales, en un plazo de dos a tres años", indican desde la cámara que preside Miguel Schiaritti. Agregan que, para ello, “es clave la implementación de líneas de crédito oficiales a valor producto y con tasas del 4% al 6% anual“.
Exportaciones en baja y consumo interno en alza
Las ventas externas de carne vacuna sumaron 779,6 mil toneladas r/c/h en los primeros once meses del año, lo que representó una caída cercana al 10% interanual, explicada principalmente por la menor demanda china durante el primer semestre.
Esta contracción exportadora tuvo un efecto directo sobre el mercado doméstico. Según estimaciones del sector, el consumo aparente de carne vacuna creció 3,4% interanual, alcanzando 2,101 millones de toneladas r/c/h.
En términos per cápita, el consumo habría llegado a 48,3 kilos por habitante por año, lo que implica una suba del 2,3% respecto del promedio de enero-noviembre de 2024. En un contexto de menor faena y exportaciones más acotadas, el mercado interno volvió a posicionarse como el principal destino de la producción vacuna.