Alberto Fernández llegó a la India para participar de la cumbre del G20 que boicotean China y Rusia

El Presidente utilizó las horas de vuelo para leer un ensayo sociológico que reforzó su opinión política sobre Milei y ajustar los dos discursos que pronunciará ante un foro multilateral que está bajo el fuego cruzado de Xi Jinping y Vladimir Putin

Alberto Fernández llega con Santiago Cafiero a Nueva Delhi para participar del G20 de la India

(Enviado especial a Nueva Delhi) En medio de estrictas condiciones de seguridad y con un calor implacable, Alberto Fernández aterrizó en el aeropuerto militar Palam para iniciar su participación en la cumbre del G20 convocada por la India, que exhibirá sin camuflaje la guerra fría que ya protagonizan Joseph Biden y Xi Jinping.

El Presidente llegó acompañado por una reducida delegación integrada por el canciller Santiago Cafiero, la portavoz Gabriela Cerruti, el secretario General de la Presidencia, Julio Vitobello, y el embajador de Argentina en Estados Unidos, Jorge Arguello, que también es el sherpa del G20.

Tras los saludos protocolares encabezados por el embajador argentino Hugo Gobbi y el ministro de Desarrollo Rural de la India, Shri Faggansingh Kulaste, la comitiva nacional se movió a toda velocidad rumbo al hotel Pulman New Delhi Aerocity, ubicado a escasos minutos de la terminal aérea.

Desde el auto oficial que compartió con Cafiero, Alberto Fernández observó el smog flotando sobre la autopista, los innumerables carteles con la imagen del premier indio Narendra Modi y los soldados apostados con sus armas automáticas.

Alberto Fernández es recibido por una delegación del gobierno de la India antes de iniciar la cumbre del G20

Cuando arribó al hotel cinco estrellas asignado por el gobierno de la India, Alberto Fernández fue recibido por el cuerpo diplomático asentado en Nueva Delhi y una delegación india que repartió pashminas de colores brillantes, ramos de flores y una copa de jugo de naranja. El presidente saludó con una sonrisa y subió veloz al ascensor que lo llevó sin escalas hasta el sexto piso del hotel Pullman.

Durante su vuelo transatlántico, el jefe de Estado leyó un puñado de páginas del ensayo “La Nación o el sentido de lo social”, escrito por Marcel Mauss, heredero intelectual de su tío Émile Durkheim. Alex Roig, titular del INAES y con un master en ciencia política de la Universidad de Toulouse, recomendó el ensayo a Alberto Fernández.

Mauss escribió un ensayo sociológico que intenta dar una respuesta desde las categorías de Nación y Democracia al período oscuro que vivió Europa -y Occidente- al concluir la Primera Guerra Mundial e iniciarse la tragedia política que implicó la República de Weimar. En ese período histórico se conjugaron las circunstancias económicas y sociales que desembocaron en la jura de Adolfo Hitler como canciller de Alemania.

Alberto Fernández considera que Javier Milei es el resultado político de la ausencia de respuestas aportadas por la democracia y ejecutadas a través de un Estado activo y conciliador entre intereses opuestos. Precisamente, Mauss teoriza en su ensayo “La Nación o el sentido de lo social” que el pasado (La República de Weimar, por ejemplo) no puede implicar un punto de ruptura de la democracia y debe servir -más que nada- para evitar los errores pretéritos y crear nuevos tejidos institucionales.

En su momento, sin haber leído aún a Mauss, el jefe de Estado comparó a Milei con Hitler. “Es una amenaza a la democracia, claramente”, señaló en referencia al líder de La Libertad Avanza. Y añadió: “Los totalitarios, como Adolf Hitler, se valen de la democracia” para poder llegar al gobierno.

Vladimir Putin, Narendra Modi y Xi Jinping durante el G20 que sesionó en Osaka (Japón)

Además de leer a Mauss y cuestionar a Milei, Alberto Fernández ajustó los discursos que pronunciará durante la cumbre del G20. El foro multilateral sesionará sábado y domingo, y será la última vez que el Presidente participe de un evento geopolítico que reúne a los principales líderes del mundo. Cuando Lula da Silva inaugure la deliberaciones del G20 en 2024 -le toca a Brasil su organización-, Alberto Fernández habrá concluido su mandato en Balcarce 50.

En este G20 -convocado bajo el lema “una Tierra, una familia, un futuro”-, el jefe de Estado tendrá dos participaciones que no podrán exceder los seis minutos en total. Y a diferencia de las cumbres sucedidas en Roma y Bali, Xi Jinping no estará presente en Nueva Delhi. El líder comunista -aliado silencioso de Vladimir Putin- faltará a la cita en réplica a la decisión geopolítica de Modi de jugar cerca de Biden en su estrategia de contener a China en Asia.

Xi disputa el poder global de los Estados Unidos y no sólo apoya a Putin en su guerra ilegal contra Rusia: también facilitó el ingreso de Argentina, Irán y Arabia Saudita a los BRICS. Este foro multilateral puede ser una pieza clave para fortalecer a China y atenuar la influencia de la Casa Blanca en América Latina y el Medio Oriente.

En sus discursos, Alberto Fernández defenderá su decisión de sumar a la Argentina en los BRICS, cuestionará las actuales reglas de juego del sistema financiero internacional y alertará sobre las consecuencias sociales y económicas del Cambio Climático.

El mandatario también hará mención a la necesidad de garantizar la seguridad alimentaria y energética a nivel global y ratificará la vigencia de los Derechos Humanos como valor básico del sistema democrático, en un claro mensaje a las posiciones programáticas que defiende Milei y su compañera de fórmula, Victoria Villaruel.

Alberto Fernández y Joseph Biden durante su encuentro oficial en la Casa Blanca

Durante la Cumbre del G20, Alberto Fernández tiene previsto reuniones bilaterales con la primera ministra de Bangladesh, Sheikh Hasina, el jeque de Emiratos Árabes Unidos, Mohamed bin Zayed Al Nahyan y el presidente de la República de Corea, Yoon Suk Yeol. También se citará con el premier de la India, Narendra Modi, el presidente de Brasil, Lula da Silva, y el titular de Nigeria, Bola Ahmed.

Sin embargo, en la Cancillería no descartaban la posibilidad de encuentros informales del jefe de Estado con Emmanuel Macron, Olaf Scholz y Biden. Una práctica diplomática habitual en estos foros globales, que se refuerza por la actual posición beligerante que asumió China en respaldo de Rusia.

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