Una diputada pide que se aprueben los ensayos clínicos del dióxido de cloro

Se trata de Mónica Frade, de la Coalición Cívica, quien sostuvo que ingiere la sustancia “bajo prescripción médica”. "Hace unos días se aprobó su uso en Bolivia. Creo que deberíamos hacer las pruebas acá”, dijo

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En medio de los ensayos y los estudios de la vacuna contra el COVID-19, hace unos meses comenzó a circular la versión de que la ingesta de dióxido de cloro servía para atenuar los síntomas del COVID-19 y otras enfermedades. Aunque la sustancia fue promocionada en distintos medios de comunicación su uso no está autorizado por el Ministerio de Salud de la Nación, que advirtió que puede causar diversos problemas de salud.

A pesar de eso, hay quienes recurren a ella. Tal es el caso de la diputada nacional Mónica Frade, quien esta mañana tuvo un cruce al aire con el periodista Luis Novaresio tras admitir que tomaba dióxido de cloro “bajo prescripción médica”. “Sé dónde lo tengo que comprar. El problema es que hay mucha gente que está haciendo esto sin control médico y esto es preocupante”, denunció Frade que, además, es abogada.

Asimismo, la integrante de la Coalición Cívica criticó al Gobierno argentino y la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) por no regular dicha sustancia. Por otro lado, sostuvo que había mucha hipocresía con este tema y aseguró que “hay muchos funcionarios e intendentes que lo toman y no lo dicen”.

A continuación, el intercambio completo entre la diputada y el periodista:

Desde su cuenta de Twitter la diputada Frade pone el ejemplo de Bolivia donde, hace unos días, se aprobó la ley del dióxido de cloro. Según medios de ese país, "la norma establece que los profesionales médicos podrán administrar la Solución de Dióxido de Cloro bajo consentimiento informado del paciente o un familiar, en conformidad a los protocolos estipulados".
Desde su cuenta de Twitter la diputada Frade pone el ejemplo de Bolivia donde, hace unos días, se aprobó la ley del dióxido de cloro. Según medios de ese país, "la norma establece que los profesionales médicos podrán administrar la Solución de Dióxido de Cloro bajo consentimiento informado del paciente o un familiar, en conformidad a los protocolos estipulados".

Luis Novaresio: —¿Propone la legalización del dióxido de cloro?

Mónica Frade: —No, estoy proponiendo que se aprueben los ensayos clínicos para que sepamos de una vez si esta sustancia es una sustancia que puede ayudar a tratamientos, no solo de COVID-19 sino de infecciones en general. Igual se me ha tergiversado bastante. En realidad, lo que está pasando es que yo expresé en el Congreso, hace algunos días, que había algunos lugares en Bolivia que estaban minimizando riesgos con esto del ibuprofeno inhalable, que algunas provincias argentinas ya lo habían adoptado. Dije, entonces, que no entendía por qué, en medio de esta situación, el Gobierno argentino no estaba apurando la comprobación de esta sustancia. Puse el ejemplo de una ciudad de Bolivia donde se aprobó el uso del dióxido de cloro en todo el país gracias a las comprobaciones científicas que hicieron. Creo que si en un país hermano funcionó, lo menos que podría hacer el Gobierno argentino es pensar: “Vamos a ver qué pasa”, sin cerrarse. Me genera muchas dudas que cierren la posibilidad de que esto se investigue.

—¿De dónde nace tu curiosidad?

—Me empezó a llegar mucha información sobre este tema, sobre médicos que estaban utilizando esto y las comprobaciones que estaban haciendo. Esto parte de un médico alemán, Andreas Kalcker. Son medicinas alternativas. Empiezo a informarme y a participar de zooms con médicos, bioquímicos (algunos del CONICET) e infectólogos que estaban analizando la posibilidad de aplicar dióxido de cloro para minimizar los daños en el tratamiento de COVID-19.

—¿Usás dióxido de cloro?

—Yo lo tomo. No lo propicio, pero lo tomo bajo prescripción médica. Sé dónde lo tengo que comprar. El problema es que hay mucha gente que está haciendo esto sin control médico y esto es preocupante.

—¿Un médico con matrícula?

—Sí, por supuesto. No me hagas preguntas que me avergüenza que me hagan.

El uso del dióxido de cloro no está autorizado por el Ministerio de Salud de la Nación, que advirtió que puede causar diversos problemas de salud.
El uso del dióxido de cloro no está autorizado por el Ministerio de Salud de la Nación, que advirtió que puede causar diversos problemas de salud.

—Es que el Ministerio de Salud dijo que estaba prohibido...

—No, no está prohibido. Y te voy a decir algo más: existen los consentimientos informados. Vos sos dueño de tu salud.

—No es correcto lo que estás diciendo. Si yo pido no anestesia en una operación, el médico puede no operarme porque está fuera de la ética médica.

—Yo te estoy hablando de una sustancia que creo que a mí me puede ayudar con un consentimiento informado. Si el médico está de acuerdo con que eso puede ayudar a mi tratamiento, me lo tiene que suministrar.

—Yo sé que sos abogada y sos una mujer muy inteligente. El consentimiento informado no suple la autorización legal.

—Mirá, Luis, yo te voy a decir algo: yo lo tomo y me preocupa que el Gobierno argentino y la ANMAT no accedan a la aprobación de los ensayos clínicos. Se habló muchísimo del tema por el nene que falleció (N. de la R.: se refiere al caso del niño de cinco años que murió en Neuquén tras ingerir dióxido de cloro). La causa donde se acusaba a los padres está archivada porque no habían sido imputados.

—Quiero decirte una cosa, si vos decís que te lo da un médico y que lo comprás legalmente, estás cometiendo un delito.

—La marihuana, ¿está aprobada?

—¿Querés que te cuente la cantidad de procesos penales que hay por tenencia de un porro?

—Trato de no ser hipócrita. Hay muchos funcionarios e intendentes que lo toman y no lo dicen. Por eso blanqueo mi situación, y mi postura es que se aprueben los ensayos.

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