En Salta desalojaron a la “Milagro Sala 2”, la mujer que lidera la “Mafia de la Miseria” y regentea las tomas en Orán

Yamila Veleizán, encabezó la toma de unas 150 hectáreas de tierras privadas. Está acusada de extorsión. Vendía los terrenos tomados y amenazaba a las familias si no le pagaban la luz que les daba de manera irregular al colgarlos de la luminaria pública

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La justicia de Salta desalojó a Yamila Veleizán, la autodenominada “Milagro Sala 2” de los terrenos que usurpaba en el Barrio Gauchito Gil, en la localidad Colonia Santa Rosa, en Orán. La “puntera”, que dice militar en el Frente de Todos, encabezó desde el año 2015 al menos tres grandes usurpaciones de campos que pertenecen a la empresa frutícola Robustiano Manero y que suman 150 hectáreas. Las últimas 50 fueron tomadas la semana pasada y lindan con el sector “empaque” de la firma que produce naranjas, pomelos y limas de Tahití y que de allí son trasportadas hasta el Mercado Central de Buenos Aires. Ese asentamiento aún no tiene nombre; el otro sí: Sagrado Corazón.

Según alguna de las 18 causas que existen contra Veleizán, que junto a un grupo de personas organizadas lideran las usurpaciones de tierras que después son parceladas y vendidas de manera ilegal a valores que rondan entre los 15.000 y 50.000 pesos.

La mujer ya estuvo detenida, pero quedó en libertad a la semana, volvió al asentamiento y siguió usufructuando lo ajeno.

Después de que Infobae relatara la semana pasada los “aprietes”, “amenazas” y “extorsiones” que realizaba sobre las familias a las que ella misma les vendía los terrenos tomados, la justicia de Salta resolvió desalojarla de los tres terrenos que ocupaba en la toma Gauchito Gil.

La orden aclaraba que solo ella y los presuntos integrantes de su círculo íntimo de estafadores debían dejar el lugar mientras continúa la tramitación de la causa. Son Guillermina Aramayo, Irma Soledad Segundo, Jorge Ariel Salto, Brian Cresencio Maza y Víctor Guerrero “junto a las personas que de ellos dependan, que integren su entorno familiar, con los que mantuvieren ostensible trato familiar o que se encuentren de algún otro modo vinculados, a retirar todos lo bienes muebles que ellos hubieren ingresado al predio o adherido al suelo”.

En el mismo escrito, el Juzgado de Garantías 1° también ordenó que “restituyan el inmueble identificado e individualizado en el inmueble catastro 27833 sito en Finca Manero de la localidad de Colonia Santa Rosa”.

Esos terrenos son apenas una pequeña porción de las tierras usurpadas que aún están en conflicto.

El Barrio Gauchito Gil. Las tierras pertenecen a una empresa frutícola salteña. La usurpación fue encabezada por la autodenominada la "Milagro Sala 2", quien fue desalojada después que Infobae revelara la historia de las tomas en Colonia Santa Rosa, en Orán.

Una vez fuera de la zona, la situación, lejos de solucionarse para las familias, se agravó. El lugar de la organización delictiva expulsada del barrio, fue ocupado por otro grupo que comenzó a cobrarles a los vecinos unos $1.600 mensuales en concepto de pago de luz. Un servicio clandestino ya que bajaban la energía a las precarias viviendas “colgándolos” del cableado eléctrico.

Veleizán no solo se llevó camas y sillas. También los $90.000 que había recibido a cambio de terrenos usurpados que nunca entregó, entre otro rosario de reclamos que se le realizan.

Yamilia Veleizán encabezando una de las tomas más importantes de Colinia Santa Rosa, en Salta.

La primera detención de la “Milagro Sala 2” fue ordenada por la fiscal Sofía Fuentes Mayorga, quien le imputó los presuntos delitos de usurpación, estafa y extorsión. En la denuncia se relata que Veleizán, junto a otras personas, varias de las cuales fueron desalojadas junto a ella, “ingresaron a la propiedad de la señora Divano de Manero y, una vez adentro, cortaron y voltearon árboles con motosierras y machetes a los fines de limpiar el terreno para después dividirlo en lotes, los que son vendidos limpios o no por las imputadas Veleizán y Aramayo a cambio de dinero” para luego “instalar un precario servicio de electricidad y agua, que es cortado a los compradores de los lotes si no le entregan dinero a la imputada Veleizán cada vez que esta lo requiere”. En el expediente, la fiscal da por probado que los usurpadores “vendían como propios” lotes pertenecientes a Manero.

Una denuncia en la justicia salteña afirma que la "Mafia de la Miseria" le cobró primero 300 pesos para “marcar el terreno”, y otros 800 para “la conexión de luz y agua”. Más tarde le exigió 500 pesos “para los papeles porque ella decía que era la encargada de hacer el censo”. Los terrenos usurpados los comercializan entre 15.000 y 50.000 pesos,

Se fue Veleizán de las tierras que le usurparon a mi familia, pero al barrio ahora entró más gente. Raul Zelaya, alias el “Mataco”, esta vendiendo otra vez lotes, claro, porque como se fue del asentamiento la cabecilla, la que mandaba todo, ahora tenemos a otros mafiosos extorsionando y metiendo miedo. Ya hicimos una nueva denuncia”, le explicaron a Infobae desde desde la familia Manero.

El martes pasado, enterados del desalojo de “La Muñeca de la Mafia”, como ella misma se llama en la redes sociales y en entrevistas periodísticas, una veinte personas se agolparon en la comisaría local para denunciarla por “estafa”. Sostienen que la “puntera” los “engañó y los estafó” cuando les vendió los terrenos.

Pretenden que les reintegre el dinero ante un posible desalojo masivo ordenado por el juzgado que entiende en la causa. Por esa razón Veleizán, que se había refugiado en la casa de su madre, intentó mudarse a la ciudad de Embarcación, donde vivía antes pero los vecinos la escracharon porque allí también tom{o tierra privadas y las vendió. En esa localidad también tiene causas abiertas.

El 17 de agosto pasado, una nueva denuncia contra los abusos de la mafia de las usurpaciones en Colonia Santa Rosa ingresó a los tribunales: Jesica Noemí Rodríguez declaró bajo juramento que en junio pasado, en la toma Gauchito Gil, Veleizán le cobró primero $300 para “marcar el terreno”, y otros $800 para “la conexión de luz y agua”. Más tarde le exigió $500 “para los papeles porque decía que ella era la encargada de realizar el censo”.

“Después de eso -continúa el relato ante la fiscalia, Veleizán- fue detenida por personal policial. Cuando salió, nuevamente fue a pedir dinero. Nos reunió a todos y nos dijo que nos quitaría los lotes a los que no la apoyaron y que le deberíamos dar $500”. La denuncia quedó radicada en la Fiscalía Penal Colonia Santa Rosa y aún no tuvo una derivación judicial directa, ya que el desalojo de la “mafia de la miseria” -como la llaman desde las redes sociales- después de la investigación de Infobae fue consecuencia directa de una de las tantas denuncias que realizó ante la justicia salteña Mirta Manero, una de las víctimas de las usurpaciones sin control que también se dan en el Norte de nuestro país.