El plan de Roberto Lavagna en el último tramo de la campaña: a qué aspira el candidato después de las PASO

El precandidato a presidente de la Nación mantendrá la misma rutina en las próximas dos semanas

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Roberto Lavagna es precandidato a presidente de la Nacion (Foto: Nicolás Aboaf)

Quienes conocen a Roberto Lavagna, aquellos que lo rodean, utilizan diversos términos para describirlo. Términos que confluyen en una definición que él mismo ratifica: "Lavagna no se siente un hombre de la política". Sin embargo, a días de las PASO, el devenir de los días lo ubicará más que nunca dentro del "sistema" del cual no se siente parte, con el único objetivo de alcanzar los propósitos trazados en el comienzo de la campaña electoral.

Para entender qué pretende Lavagna es necesario conocer el camino que decidió diseñar en relación a cada recorrida, entrevista, visita y reunión que el ex ministro de Economía llevará a cabo en las próximas dos semanas.

Su principal enfoque está centrado en el interior del país. Consenso Federal 2030 -así se llama la alianza que lidera junto a Juan Manuel Urtubey-, se desprendió de otra fusión que supo aglutinar a Miguel Ángel Pichetto y Sergio Massa, hoy fugados y partícipes de la polarización electoral que se vislumbra hacia el 11 de agosto.

Roberto Lavagna en sus oficinas del centro porteño (Adrian Escandar)

"Su postura, en esta semana y media que queda de campaña previo a las PASO, es recorrer diferentes puntos del país y hacer hincapié en lo que en definitiva es este partido: la única fórmula federal, que incluye un despliegue nacional con la presencia y también la voz de los actores locales", definió uno de los voceros de Lavagna.

"Serán tres o cuatro presentaciones, aún no están definidas las provincias", indicó el mismo hombre a Infobae en relación a los lugares que escogerá Lavagna, quien 14 días antes de la elección decidió refugiarse en su chacra, con la excepción de alguna que otra entrevista radial y la innegociable compañía de sus nietas.

La idea de focalizarse allí, meramente en ese aspecto, requiere de un despliegue logístico importante. Sin tanto aparato ni la caja que maneja el oficialismo (también el kirchnerismo), Lavagna apunta a que sus -pocas- balas sean certeras y den justo en el blanco.

"Es algo que no lo hace ningún candidato y esa valoración es diferente en cuanto a lo orgánico de la comunicación. Al no tener el peso de la pauta publicitaria las interpelaciones tienen que ver más con la preocupación del ciudadano", explicó el español Antonio Sola, consultor y asesor de Lavagna.

Roberto Lavagna aspira a superar el 15% en las PASO (Foto: Adrián Escandar)

"No lo asusta ni le preocupa la polarización. Tampoco lo fastidia. Era algo que sabíamos que podía pasar y efectivamente así fue. Esta campaña está polarizada de una manera tal que los mensajes sólo son difundidos a través de los grandes medios, pero en los mismos se olvidan de los pequeños lugares del país en los que muchísimas personas no se sienten representadas", sostuvieron desde el entorno de Lavagna.

El hombre de 77 años cumple una rutina que se volvió costumbre casi de manera natural. Despertarse temprano, desayunar liviano y hablar una o dos horas por día con radios locales. Pequeñas emisoras del interior, que sacan al precandidato a presidente de la Nación de lo común para permitirle explicar y ahondar en otros temas, también cotidianos.

"Roberto es el único que lo puede hacer. Hablar una hora con un medio pequeño le genera una réplica orgánica, otra manera de llevar el mensaje de forma más 'casera' pero también sumamente eficiente", explicó uno de los hombres que trabaja con él, quien también sostuvo: "Camina por la calle sin recibir un insulto. Nadie lo quiere agredir. Todos los respetan. Le dan la mano, lo saludan, con total normalidad".

Su método también es profundizar la buena imagen bajo un mensaje basado en encuestas que poco aciertan y bastante decepcionan. "El 40% del país no quiere a Macri ni al kirchernismo. Roberto habla de microeconomía y lo llevan a la macro. Él te explica cómo mejorar la educación pero desde la economía. Porque los cambios profundos, sociales, también son económicos", definieron.

Lavagna no habla en público de traición pero sí al pasar menciona la decepción. El desengaño que tuvo un nombre: Alternativa Federal, del que nunca se sintió parte pero sí utilizado. El economista cree y sostiene internamente que lo usaron justamente por su buena imagen. Un espacio en el que intuía que nada bueno podía suceder.

Roberto Lavagna (Adrián Escandar)

"Él ahora plantea prioridades. Sabe que los próximos tres años en materia económica van a ser muy duros. Y no se puede esperar que lluevan las inversiones de repente ni volver al populismo extremo de los últimos años de Cristina Kirchner. En cuanto al FMI, le va a decir lo mismo que en 2002: que esperen, después se verán las negociaciones para pagar, pero la urgencia está en los argentinos", relataron desde su campaña.

Lavagna, quien no se siente "en campaña", se enorgullece de pensar en construir gobernabilidad mientras los principales candidatos buscan crear equipos electorales. "Sabemos que no bajamos de los 10 puntos y que estamos cerca de los 14. Superar los 15 en las PASO sería un gran escenario para encarar las elecciones generales ya sí afianzados como la tercera fuerza", advirtieron.

El precandidato pasará el domingo en La Rural, expondrá sus Angus, se reunirá en la oficina de Microcentro con sus asesores y diseñará el plan semanal. Habrá recorridas por el interior, entrevistas por las mañanas y visitas a diferentes pequeñas y medianas empresas."Una campaña orgánica", como le gusta decir.

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